Arde la interna entre los precandidatos a gobernador de Massa

Arde la interna entre los precandidatos a gobernador de Massa

López amenazó con irse del FR y Solá denunció presiones de Alberto Fernández para bajarlo

"Los melones se acomodan solos en el carro",repitió Sergio Massa cada vez que, por los coqueteos con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, o la llegada del diputado Francisco de Narváez, se insinuaron quejas entre los dirigentes originarios del Frente Renovador (FR) que aspiran a llegar a la gobernación bonaerense. El ex intendente de Tigre siempre confió en que la tracción de su nombre al tope de la boleta presidencial iba a ser argumento suficiente para mantener a su tropa alineada.

Cuando faltan dos días para el acto en San Martín en el que Massa anunciará quiénes serán sus precandidatos a gobernador, los melones parecen más inquietos que nunca y la interna se muestra fuera de control.

Luego de que LA NACION anticipó el domingo que los diputados De Narváez y Darío Giustozzi ya tenían asegurado un lugar en las PASO y que Massa analizaba si era necesario anotar un tercer precandidato a gobernador, no se hizo esperar la bronca de los interesados en ocupar ese espacio: el diputado nacional y ex gobernador Felipe Solá y la legisladora bonaerense Mónica López.

López, que junto con su marido, el diputado y sindicalista petrolero Alberto Roberti, despotrica a diario contra De Narváez, advirtió ayer que, si la dejaban fuera de la grilla de candidatos, abandonará el massismo. Pero no sola. "Me voy con todo lo que traje", dijo a LA NACION. Reclamó, además, que Massa la convoque antes del acto del sábado, para saber cuál será su rol. "No voy a estar en el acto para enterarme de que me bajan y aplaudir", señaló.

"No me gusta que me acorralen a través de los medios. Esto es política, no un matrimonio: se puede terminar", completó, desafiante.

Ayer, en Tigre respiraban con alivio al recordar las muestras de apoyo -algunas en tono épico- que Massa recibió anteanoche, en el restaurante Fettuccine Mario, de Pilar, donde reunió a una veintena intendentes. La frase más aplaudida fue la del anfitrión, Humberto Zúccaro. "Massa o muerte", habría jurado. "Sin plan B", sumó Luis Acuña, de Hurlingham. "A matar o morir", completó Luis Andreotti, de San Fernando.

No fue la única reunión de trincheras. Ayer, desde las 11, y por cinco horas, otro grupo del FR se reunió en las oficinas que el senador provincial Baldomero "Cacho" Álvarez tiene en San Telmo. Allí se dieron cita Giustozzi, el matrimonio López-Roberti, el ex intendente de Quilmes Sergio Villordo y el legislador Mario Giacobbe. El séptimo hombre fue Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete y operador díscolo de Massa.

El motivo del cónclave no fue unir en una fórmula a Giustozzi y a López. La posibilidad existe, pero ambos pescan en la misma pecera: votos no kirchneristas de la tercera sección electoral. De hecho, quien alguna vez quiso hacer dupla con López fue Gustavo Posse, el intendente de San Isidro que dejó a Massa por Pro. Nunca perdieron contacto.

El plan del cónclave Giustozzi-López fue de resistencia. Al igual que otros miembros originarios del Frente Renovador, exigen que se les reconozca el riesgo que asumieron en 2013 y su aporte a la creación del partido, incluso antes de que Massa confirmara su candidatura contra el kirchnerismo. Creen que el líder del espacio ya se definió por De Narváez, que llegaría "para llevarse puesta una estructura que armaron otros".

De hecho, todavía sienten que los coqueteos de Massa con Insaurralde no hicieron otra cosa que frenar la instalación de sus campañas. "Hoy, las viudas de Insaurralde son las mismas que promueven a De Narváez", acusan, en alusión a los intendentes más cercanos al ex intendente de Tigre. En rigor, "el Colorado" cuenta hoy con el aval del grueso de los intendentes del FR y Massa dice por lo bajo que la diferencia entre De Narváez y Giustozzi es menor de lo que se cree.

Solá también despotricó. "Alberto Fernández me presionó dos veces para que no volviera a ser gobernador. En 2006, por orden de Kirchner, y ahora, de Giustozzi", escribió ayer a la medianoche, en Twitter. Desde entonces se llamó a silencio. Ayer evitó elevar la tensión y se recluyó en las comisiones de Diputados. Pero avisó que no tiene intenciones de bajarse de la pelea provincial.

CARIGLINO SIGUE, PERO NO ESTÁ

Quien en su momento se anotó como quinto precandidato a gobernador por el Frente Renovador, Jesús Cariglino, dejó trascender ayer que sigue dentro del partido, pese a que sus pares dan por hecho que ya acordó su salto hacia Pro, de Mauricio Macri. En las últimas semanas, el intendente de Malvinas Argentinas faltó a las reuniones en la que estaba previsto que apareciera Sergio Massa y por eso no se espera que esté el sábado en San Martín, cuando el Frente Renovador anuncie sus candidatos a gobernador..

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