El FPV apuesta a sumar fuerzas con el massismo en Diputados

El FPV apuesta a sumar fuerzas con el massismo en Diputados

Rossi, el jefe de la bancada, se ilusiona con repetir el acuerdo que consiguieron en el debate de la reforma previsional

 

Graciela Camaño no la ovacionaba el ala izquierda del recinto de la Cámara de Diputados desde hacía años. Los kirchneristas la aplaudieron de pie en la madrugada del martes cuando presionó para devolver a comisión la reforma previsional. Espontáneo, pero algo sobreactuado, fue un gesto de seducción del Frente para la Victoria (FPV) para que el encuentro ocasional con el massismo se transforme en una relación estable a partir de 2018.

Pese a la derrota ajustada en la votación, el bloque que conduce Agustín Rossiextrajo un recorte optimista de una de las semanas legislativas más intensas de los últimos años. "Estuvimos a cuatro votos de ganarle al oficialismo", comentó el diputado santafecino a sus colaboradores. Si bien el proyecto se impuso por 127 a 117, en la mesa chica del FPV calculan que, de haber tenido presencia perfecta, los votos negativos hubiesen sido 120. Entonces, para quebrar la primacía de Cambiemos, habría bastado con dar vuelta a cuatro de los que votaron a favor.

Tres días después, la votación del presupuesto, con 165 votos a favor y 64 en contra, le devolvió el alma al cuerpo a Cambiemos y desinfló el incipiente optimismo kirchnerista. Como pasaba el año pasado, el FPV quedó aislado, en coincidencia sólo con las bancadas de izquierda.

Pero en el bloque que responde a Cristina Kirchner se aferran a la foto de la sesión frustrada por la reforma previsional, la del jueves 14, que mostró a Rossi abrazado con José de Mendiguren y a Axel Kicillof intercambiando sonrisas con Facundo Moyano. No sólo hubo coincidencia en la votación, sino que el grueso de la oposición firmó un dictamen conjunto y coordinó acciones en el recinto para hacer caer esa sesión. La balanza se inclinó a favor del oficialismo por una veintena de diputados peronistas ligados a los gobernadores. Pero ni siquiera ese sector quedó exento de fisuras.

"Tenemos que ir paso a paso", bajan las expectativas cerca de Rossi. Reconocen, sin embargo, que lo primero que hizo "el Chivo" al asumir fue tender puentes con el resto de las bancadas de la oposición. Se reunió con Camaño, Pablo Kosiner (Bloque Justicialista), Ivana Bianchi (Compromiso Federal) y Leonardo Grosso (Movimiento Evita), entre otros. A todos les propuso trabajar en conjunto en los temas en los que compartieran el rechazo a las iniciativas oficialistas. La relación con el Evita y los diputados por San Luis será más fluida.

En el massismo reconocen el contacto, pero le bajan el precio. "No tenemos nada de qué hablar", cuentan que le dijo Camaño a Rossi, en esa reunión a solas. La diputada tiene un respeto político por el actual jefe del bloque kirchnerista que no tenía por su antecesor, Héctor Recalde. "Al Chivo no lo va a conducir La Cámpora", comentaron a LA NACION allegados a la presidenta del bloque UNA (ex Frente Renovador). También admiten que se pusieron de acuerdo con el kirchnerismo en reclamar al oficialismo que en 2018, la Cámara normalice su funcionamiento y que no vuelva a abusarse de las sesiones especiales.

Si bien no descartan que se repita una postal como la de la reforma previsional, lo circunscriben al debate de proyectos "muy antipopulares". De diálogo permanente con Sergio Massa, Camaño aspira a que la tarea del bloque que preside sea la llama que mantenga la vigencia política del massismo en el difícil tránsito hacia 2019. "Tenemos que tener una identidad propia. Dejar de definirnos por lo que no somos y empezar a definirnos por lo que somos", bajó línea a sus diputados.

Las alianzas que tiene en mente la bancada massista pasan por otro lado. Camaño calcula que el acuerdo de la Casa Rosada con los gobernadores va a generar una ruptura en el interbloque Argentina Federal y concibe a UNA como el espacio natural al que deberían ir a parar los díscolos. Esa lista tentativa está encabezada por los peronistas pampeanos, que responden al gobernador Carlos Verna. Más allá de esas diferencias, Rossi y Camaño coinciden en que todavía es prematuro hablar de estrategias electorales. Sólo la dinámica política del año que viene, dicen, dará una pauta del camino que tomará cada uno de cara a 2019.

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