La apuesta macrista en EE.UU., más cerca de Hillary que de Trump

La apuesta macrista en EE.UU., más cerca de Hillary que de Trump

El presidente conoce personalmente a los dos candidatos. Pero se inclina por la demócrata.

“Es difícil saber. En la historia, el Partido Republicano le dio más espacio a América Latina. Pero si vemos la historia reciente, con las complejidades que hay, con las guerras y el terrorismo, el eje no vendría para estrechar relaciones con América Latina. El Partido Demócrata la tiene mucho más presente”, dijo Mauricio Macri, en marzo, al sitio MDZ online, en una de las pocas referencias que hizo a la campaña presidencial de EE.UU.

Entonces, ¿Hillary Clinton o Donald Trump? Macri conoce personalmente a los dos pero él y su equipo mantienen en estricto silencio sus preferencias electorales. Y aunque el “corazón” del Gobierno se encuentra en el campo demócrata, las instrucciones impartidas son las de estar presentes en territorio de los azules como en de los republicanos.

De hecho, el embajador en Washington, Martín Lousteau, estuvo en la Convención del Partido Republicano la semana pasada, y desde ayer, está instalado en el gran show de Filadelfia, donde los demócratas van a ungir la fórmula Clinton-Kaine. Argentina y Estados Unidos no tienen contactos sistémicos ni regulares entre los gobiernos instalados y los que están por venir. Sin embargo, hay vínculos institucionales a través del Congreso y fundaciones, que suelen hacer el trabajo de “soft power”, la diplomacia cultural que penetra más allá de la sociedad civil. Una de esas vías es la de la Fundación Diálogo Argentino Americano que maneja Luis Ruvira; el Club Americano, o la propia American Chamber, que dirige Alejandro Díaz, y que nuclea a los empresarios.

Con el equipo de Hillary es con el que el gobierno de Macri mantiene una dinámica más fluida. Si la ex primera dama gana las presidenciales de noviembre habría una continuidad administrativa en el trabajo, que alcanzó su “climax” en la visita de Barack Obama a la Argentina en marzo y el relanzamiento del vínculo que experimentaron en persona Macri y el estadounidense. Esa visita se debió en gran parte a la llegada directa del embajador Noah Mamet a su presidente, al vínculo entre la canciller Susana Malcorra y John Kerry .-el secretario de Estado vendrá los primeros días de agosto- y a la expectativa de cambio regional que despertó Macri en Washington.

Pero con Hillary hay otro factor central. Macri y ella se conocen desde que el Presidente era jefe de Gobierno. Con su ahora secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, no sólo hacía las giras para asistir a las reuniones de ciudades que se conocen como C40 y que auspicia la Fundación Clinton. En 2014, Macri viajó a Nueva York con Juliana Awada y Pompeo por una invitación del presidente del American Jewish Committee, Jack Rosen. En la cena se honró a Hillary, quien se sacó una foto con la pareja. Millonario, viejo aliado de los Clinton, Rosen vino a la asunción presidencial de Macri. A Trump, Macri lo conoce desde sus 24 años. El Presidente debió encarar gran parte de las negociaciones que inició su padre Franco en Manhattan, adonde el Grupo Socma buscó sin éxito meterse en los negocios inmobiliarios que por entonces ya capitaneaba el magnate candidato a presidente por el GOP. Hubo con él contactos fluidos. Trump e Ivana, su entonces esposa hasta vinieron a Buenos Aires, donde se divirtieron con los Macri. Hoy de ello quedan recuerdos.

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