“Aprender estos cursos no dejan de ser una importante salida laboral”

“Aprender estos cursos no dejan de ser una importante salida laboral”

Lo aseguró la directora del Hogar Agrícola donde se dictan 17 talleres para niños, jóvenes y adultos. Además, ofrecieron a este diario los testimonios de una docente, una alumna e integrantes de cooperadora.  

 

 

En Azul, en el año 1954, el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires comenzó con el dictado de “Cursos temporarios” a partir de los cuales surgió la necesidad de crear los “Centros Permanentes” de aprendizaje de este tipo.

Estando a cargo de la dirección la señora Nélida  R. Villamayor de Iraola comenzó a funcionar en marzo de 1957 en el local de la Sociedad Rural, pasando por diversos lugares como la Escuela N° 1, la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, el Club Arenales y el Hogar Buen Pastor. En este último se dictó clases por espacio de 18 años, estando a cargo de la dirección la señoraAlicia Gaudio.

Siempre anhelando un lugar propio, en el año 1997, el intendente Juan Barberena cede el predio ubicado en Guido Spano y Rivadavia a través de gestiones realizadas por la señora María Inés Bulacio de Rojas, profesora en ese momento de Corte y Confección. El 18 de septiembre de 1999 se inaugura su sede propia.

El número de alumnos se incrementó y el lugar resultó chico, es por eso que al cumplir los 50 años, se habilitaron las nuevas instalaciones, cuya finalización fue a cargo del Municipio, estando como intendente Omar Duclós.

Es de destacar que el crecimiento constante del Hogar estuvo relacionado a la colaboración de todas las cooperadoras, directivos, docentes y alumnos que trabajaron incondicionalmente para lograr lo que es hoy la institución.

Actualmente, bajo la dirección de la señora Marta Segura, se dictan 17 talleres y diversos seminarios cortos incluyendo el de “Cocineritos” dedicado especialmente para niños de 6 a 12 años. Se cuenta con una matrícula  superior a los 450 alumnos.

Los talleres con los que cuenta son: macramé, tejido al crochet; huerta, jardinería, italiano, peluquería, maquillaje, pintura decorativa en tela, reciclado y diseño de objetos, tapiz y bordado, tejido dos agujas, pintura decorativa sobre madera, confección y diseño de indumentaria, repostería, cocina y manualidades con tela.

Este diario dialogó con una de las profesoras, una alumna, integrantes de la cooperadora y la directora de la entidad, quienes hablaron de la función social de la misma.

“Es el mejor lugar para entretenernos”

La profesora de pintura decorativa sobre tela, reciclado y diseño de objetos, tapiz y bordado, tejido a dos agujas y pintura decorativa sobre madera, María Cecilia Silvestre, lleva diez años trabajando en la institución.

Desde que comenzó hasta el momento “las alumnas tienen mucho entusiasmo; el que viene a hacer una manualidad les tiene que gustar, hacen algo para entusiasmarse cada vez más”.

Por su parte la alumna Mónica Graciela Sartou de Castiglione, opinó que “volver al Hogar Agrícola es un reinsertarme en el taller de tapiz y bordado porque inicialmente cuando cumplía mi labor como docente en el entretiempo asistía a clases. Fue en la época en que el Hogar Agrícola funcionaba en el Buen Pastor”.

Insistió que “así que esto fue un reinsertarme, hacer algo que me gusta mucho, no se si en los trabajos se refleja lo que amo hacer este trabajo aunque lo intento. Por lo menos trato de poner lo mejor de mí. Participo de este taller, aprendiendo cada año nuevos puntos, nuevas producciones y Cecilia nos va sugiriendo”.

Además afirmó que “esta institución es el mejor lugar para entretenernos, llegar a un estado de paciencia, de detener el tiempo tan avanzado en el que vivimos a diario afuera del Hogar. Es un lindo lugar de terapia para conocerse con otras personas, calmar los ánimos cuando atravesamos cualquier tipo de controversia, ya sea de salud o familia, ver lo bien que te hace, rodeada de buenos profesores que por supuesto te orientan y te encaminan”.

Para terminar destacó que “se lo sugiero a gente que tiene algún problemita anímico que se acerquen a participar de cualquier curso, todos son lindos”.

Ingresos económicos, instalaciones y actividades

 

Por otra parte las integrantes de la cooperadora Hilda Ramallo, quien está en el Hogar desde que se fundó y la ex directora, Alicia Gaudio, ofrecieron un panorama de los ingresos económicos.  Ramallo indicó que “nos dieron una escuela muy precaria y un poco el Municipio y el resto con la cooperadora pudimos llegar a hacer lo que es este hogar”. Gaudio amplió que “yo recibí la escuela muy chica, teníamos una cocina, utensillos, un telar y el resto lo fuimos haciendo a fuerza de sacrificio. Cuando estaba Barberena en su función de intendente nos dio este espacio. Acá eran dos salones, la cocina y los baños, entonces era poco. Los talleres eran los mismos que ahora, pasa que al ser un día por semana lo íbamos rotando porque no teníamos espacio y dijimos ´hay que ponerse a trabajar y agrandar`. Entonces empezó cooperadora con ayuda del Municipio hasta que se logró. Cuando fueron los 50 años quedaron inaugurados el resto de los salones. Toda la cooperadora de antes nos sentimos orgullosos de poder entregar esta escuela”.

Además de la cooperadora, “recibimos del Municipio los sueldos del personal y de los docentes de los cursos, exceptuando los de autogestión que son el de italiano, peluquería y maquillaje. Es decir los alumnos pagan una cuota accesible. El mantenimiento de la escuela parte de cooperadora”.

Continuando con la labor de la cooperadora precisó que “organizamos rifas, este año un desfile y demás actividades”.

CASI MEDIO MILLAR DE ALUMNOS

La actual directora Marta Segura señaló que “tenemos arriba de 450 alumnos repartidos entre todos los talleres. De 9 a 11 funcionan los de la mañana y los de tarde de 14 a 17”. Recordó que“cuando asumí encontré la institución muy bien funcionando y yo aporto ideas nuevas, dándole la impronta de cada uno”.

Acerca de las instalaciones enumeró que hay “seis salones, dos baños, la cocina, un jardín y dos entradas, una por Rivadavia y la otra por Guido Spano”.

Por último señaló que “hacemos una muestra anual de fin de año a principios de noviembre y en referencia a las edades a quienes van destinados los cursos son de 6 a 12 años, adolescentes y gente adulta. Hoy en día aprender estos cursos no dejan de ser una importante salida laboral”.

 

 

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