Apoyo oficial "en negro"

El ambicioso ?Plan de Apoyo Integral a los Ladrilleros? que va desde la asistencia con herramientas a la capacitación, además del respaldo en la comercialización de los productos que ventila frecuentemente entre bombos y platillos el subsecretario de la Economía Social, Ricardo Ficher, tiene su lado oscuro en Pirané.
En este lugar, el apoyo oficial parece beneficiar a quienes manejan la cosa pública, malogra a empresarios privados y pisotea a los trabajadores del sector, que no se caracterizan precisamente por una vida fácil.

El objetivo del Gobierno provincial, al echar mano con los ladrilleros en materia de organización y asistencia pretende asegurar la mano de obra local y mejorar la rentabilidad.

En ese entendimiento, recurrentemente el vocero oficial informa sobre la distribución de kits de herramientas, conteniendo palas y carretillas, moldes y mesas, además de cobertores plásticos.

En Pirané sobreviven alrededor de 150 ladrillerías, quienes para encarar su producción necesitan la presencia de equipos viales para remover el suelo, de donde surge la base de la materia prima que tras un determinado proceso que incluye al aserrín, dará lugar al ladrillo, propiamente dicho.

Una retroexcavadora realizando el movimiento de suelo tiene un costo promedio de 0, que para un obrero del sector representa una suma muy importante a la hora de usufructuar los beneficios de la actividad.

En este sentido, es frecuente ver en las ladrillerias de Pirané la presencia de una maquina de estas características, identificada con el logo de la Dirección Provincial de Vialidad, realizando el movimiento de tierra.

Lo llamativo es que los ladrilleros deben pagar, rigurosamente por el servicio, por el cual no se extiende un documento oficial que formalice la prestación del servicio.

Sin embargo, lo más curioso del hecho es que los equipos que Vialidad envió a Pirané, tienen como exclusivo propósito coadyuvar en la recuperación caminera del pueblo, cuyas calles están tan abandonadas que no pocos transeúntes suelen confundirlas con una zona rural.

Mientras algunos ven responsabilidad en el negocito en el intendente Anibal Salinas, otros prefieren adjudicar la ejecución de la idea al titular distrital de Vialidad.

Entretanto, los ladrilleros siguen pagando por el usufructo de una topadora que es propiedad del mismo Estado que dice asistirlos desde un perfil cooperativo y por el cual no existe ningún comprobante que formalice el intercambio.

Comentá la nota