Apoyo de acreedores y empresarios por el acuerdo con el Club de París

Apoyo de acreedores y empresarios por el acuerdo con el Club de París
El acuerdo que la Argentina cerró ayer con el Club de París para saldar su deuda en default por US$ 9700 millones en cinco años, comenzando con un pago inicial de US$ 650 millones en julio próximo, generó gran satisfacción entre los países acreedores.

En la madrugada de ayer se conoció el comunicado que difundió el Ministerio de Economía desde la capital francesa, en el que se detallaron los ejes de este convenio, que ahora deberá ser refrendado en forma bilateral por cada uno de los países acreedores (un trámite que podría llevar algunos meses).

La cartera económica, que conduce Axel Kicillof, quien hoy arribó al país, explicó que la deuda se consolidó en US$ 9700 millones -pese a que en 2008 la presidenta Cristina Kirchner ofreció pagarle al Club US$ 8000 millones- y que el pago se hará en cinco años, comenzando con US$ 650 millones en julio.

El segundo desembolso será de US$ 500 millones en mayo de 2015 -más la tasa del 3% anual fijada para todo el acuerdo- y el tercero ya se hará en el inicio del siguiente gobierno, un año después.

Cada año el Gobierno debe hacer un pago mínimo y luego se fija un criterio variable: si los países acreedores aumentan sus inversiones, el desembolso será mayor; si, en cambio, el Gobierno considera insuficiente la llegada de capitales, tendrá la opción de pagar toda la deuda en un plazo de hasta 7 años.

Kicillof destacó en declaraciones radiales que, a partir del acuerdo, "la expectativa es que aparezcan nuevos interesados en invertir en la Argentina". La gestión del ministro fue destacada ayer por la Presidenta y por varios líderes empresarios, que esperan que ahora los bancos de crédito de los países acreedores reanuden las líneas de financiamiento al Estado y a empresas en la Argentina, suspendidas en 2002.

El ministro relató: "A principios de este año viajé a París y expuse los condicionamientos de la Argentina; propusimos pagar en cinco años con opción a dos años más y un esquema que plantea un esfuerzo compartido, es decir, pagos mínimos y una forma de cálculo donde estamos de acuerdo en pagar más si llegan nuevas inversiones".

La Argentina logró esa innovación -por eso el ministro dijo que "eso antes tampoco se tenía en cuenta"- y también pudo imponer su decisión de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no sea el auditor de la evolución del plan de pagos, pese a que algunos acreedores habían insistido en ese sentido en un principio de la negociación.

Lo que sí podrían hacer los acreedores es pedirle al FMI, que tiene un representante en el Club, un informe sobre las variables de la economía argentina, indicó un calificado negociador de la deuda a la nacion.

En tanto, Kicillof también subrayó que el haber logrado bajar la tasa de interés del 7 al 3% anual (3,8% como techo) "es uno de los resultados interesantes" de la negociación. "Es una tasa de interés muy, muy buena, teniendo en cuenta que otros países que salen de esta situación lo hacen con tasas que rondan el 5 por ciento", explicó el ministro.

Sobre las críticas de la oposición, referidas a que el grueso de los pagos recaerá sobre el próximo período presidencial, el viceministro, Emanuel Álvarez Agis, dijo en declaraciones radiales: "No estamos tirándole un muerto al próximo gobierno; éste no es un acuerdo tradicional en el sentido de que teníamos una deuda de 9700 millones de dólares, la dividimos en cinco y hacemos todos los pagos iguales".

Al respecto, explicó que "las inversiones que empiecen a venir, los dólares que empiecen a venir a la Argentina derivados de esas inversiones gracias al acuerdo con el Club, los va a usufructuar en parte este gobierno y en parte el que viene". Además, indicó que "el perfil de pagos que está implícito en el acuerdo es más chico en 2015 y en 2017, ya que entendemos que esos años son específicamente onerosos para la Argentina en materia de deuda. Entonces, pedimos abaratar un poco las cuotas para esos años".

El viceministro aclaró que ahora queda la implementación del acuerdo alcanzado ayer, a través de la firma de convenios bilaterales con cada uno de los países acreedores, en los que se determinarán los intereses y las condiciones de reapertura de las líneas de crédito. En este sentido, en su comunicado, el Club de París aclaró que "las agencias de crédito a la exportación de los miembros del Club de París que así lo deseen recomenzarán sus actividades crediticias" con la Argentina. De este modo, quedó claro que será voluntad de cada nación acreedora retomar o no su financiamiento al país bajo sus condiciones.

SATISFACCIÓN

En este sentido, fuentes diplomáticas de tres países consultados por la nacion expresaron su conformidad por el acuerdo alcanzado en París.

Desde una importante embajada consideraron que el acuerdo es muy positivo, junto con los arreglos alcanzados en el Ciadi y con Repsol y los avances para mejorar las relaciones con el FMI (al menos por ahora en el campo de las estadísticas). Todos estos pasos demuestran la voluntad de arreglar los asuntos pendientes desde la crisis, agregaron desde la sede diplomática.

Otro funcionario extranjero indicó que "esto puede ayudar a destrabar los créditos del Banco Mundial", congelados por la decisión de sus principales accionistas de no otorgarle nuevos fondos al país mientras no arregle sus deudas.

También dijo que la decisión de dejar a un lado al FMI no es relevante, porque a cambio el Gobierno se comprometió a pagar en un plazo relativamente corto y sin pedir ninguna quita, a diferencia de lo que ocurrió con los bonistas.

La declaración conjunta la firmaron los representantes de Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, España, Estados Unidos de América, Italia, Japón, Holanda, Reino Unidos, Suecia, Suiza e Israel..

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