Apicultura | Buenas Prácticas: Auditorías de calidad en apiarios de la Cuenca del Salado

Apicultura | Buenas Prácticas: Auditorías de calidad en apiarios de la Cuenca del Salado

Para poder garantizar las crecientes demandas de los consumidores en cuanto a la obtención de alimentos inocuos, producidos bajos condiciones amigables con el medio ambiente y trazables desde su origen; la Estación Experimental Agropecuaria de la Cuenca del Salado del INTA desde hace más de una década trabaja en la transferencia promoviendo las Buenas Prácticas.

La tarea de los técnicos se orientó a la consolidación de una red de Promotores Asesores dispuestos a acompañar a los apicultores en un proceso de organización que permitió generar un “Manual de prácticas apícolas para producir miel de Calidad en la Cuenca del Salado”.

Los productores integrados en un Clúster desarrollan sus labores apícolas de acuerdo a los lineamientos del documento, cumpliendo con protocolos de manejo en materia de sanidad, nutrición y reproducción que brindan pautas para la mejora de las prácticas.

Contemplando que el Cluster Apicola de la Cuenca del Salado abarca una amplia extensión territorial y cuenta con más de 130 productores, se realizan estudios cualitativos con modalidad de auditoría interna que permiten relevar información representativa sobre el funcionamiento de los apiarios.

Según comentan los técnicos “la totalidad de los apiarios cumplen con la auditoria y de acuerdo a los informes de las mismas se deduce que “más de la mitad lo hacen en forma satisfactoria, cerca del 40 por ciento en forma moderada, mientras que un índice inferior con deficiencias”.

Teniendo como referencia los requisitos del manual, “las auditorías pusieron en evidencia la falta de registro de las practicas que se realizan en los apiarios, dado que algunos productores no acostumbran a confeccionar planillas planillas de campo, registros de inspección y monitoreo”.

Al respecto los técnicos del INTA señalan que “los apicultores no registran en su totalidad las prácticas que realizan, no siempre los monitorean en forma adecuada para determinar el grado de insfestación de varroa, al igual que no todos toman en cuenta la recomendación de muestrear sus apiarios para cuantificar la presencia de nosemosis”.

A partir del análisis de los datos obtenidos con las auditorías, los técnicos del INTA observan que “la mayoría de los apicultores trabajan en sus apiarios bajo los conceptos de las buenas prácticas apícolas, acción que les permite obtener miel de calidad y trazable desde su origen”

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