A un mes de su apertura, ya asisten 38 niños a un comedor

A un mes de su apertura, ya asisten 38 niños a un comedor

Martha y Pedro son los pastores evangélicos que ofrecen un plato de comida a un grupo de niños que crece cada sábado

Martha Sánchez, sorprendida, asegura: “Primero tuvimos unos 15 niños, pero el sábado pasado ya eran 38”.Hace apenas un mes, ella, junto a su esposo Pedro Giai, ambos pastores evangélicos de la iglesia El Poder de la Oración, decidieron abrir un comedor en el barrio Botta.La cantidad de jóvenes que se enteraron y se fueron acercando a recibir un plato de comida cada sábado, los ha impresionado.Cuentan que recorrieron el barrio invitando e informando sobre la apertura del comedor, que denominaron “Mi amigo Jesús”, ubicado en Teniente Ibáñez 2472.Abrir un comedor es un desafío, ya que sostenerlo y poder conseguir los insumos necesarios para alimentar a los jóvenes no es sencillo. Sin embargo, Martha justifica su decisión al contar que “siempre quise tener un comedor porque yo fui huérfana de niña, a los 9 años me faltó mi madre, y además nosotros vimos que en este barrio Botta es un barrio necesitado, pero no tanto desde lo económico, sino desde el amor y el afecto”.La idea de estos pastores evangélicos no es sólo ofrecer un plato de comida. “Nosotros abrimos el corazón para que Dios nos permitiera abrir un comedor para niños, muchos de ellos están sin padres o madres o vienen con problemas y nosotros apuntamos a algo más”, sostiene, y explica: “Queremos enseñarles el amor de Cristo para que aprendan valores que quizás no tuvieron la posibilidad de aprender”.Martha asegura que ya ve un cambio en los niños que se acercaron al recientemente abierto comedor. “Los chicos llegaban con las gomeras y ahora se ponen a jugar con la pelota”.“Es precioso ver el cambio en los niños”, sostiene, y reconoce que “son chicos que pasan de comedor en comedor”. Justamente, por la cantidad de comedores a los que los chicos asisten en la semana es que decidieron abrir sus puertas los sábados, cuando, dice, no tenían dónde ir.“Nos estamos apoyando entre nosotros ahora, los miembros de la iglesia, que están ayudando económicamente”, cuenta sobre las dificultades económicas de sostener este proyecto.Para quienes quieran colaborar con comida, ropa o juguetes para los niños, pueden comunicarse al 4525276.

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