La aparición de Roberto Lavagna sacudió el interior de Alternativa Federal y generó más incertidumbre sobre el futuro del ex ministro

La aparición de Roberto Lavagna sacudió el interior de Alternativa Federal y generó más incertidumbre sobre el futuro del ex ministro

El ex funcionario aseguró que no participará de una interna en el peronismo y tomó distancia de Sergio Massa al plantear que ya no comparten el mismo punto de vista político

El ex ministro de Economía Roberto Lavagna hizo escuchar su voz después de un prolongado silencio y movió los cimientos de Alternativa Federal. Sus definiciones políticas golpearon en la base del armado, sorprendieron a la mayoría y generaron cuestionamientos a las estrategias trazadas desde el núcleo de la construcción peronista. No es casualidad. Durante el mes de enero se multiplicaron los rumores de una posible candidatura de consenso representada por él.

Lavagna aseguró este miércoles que no tiene intenciones de competir en una PASO del peronismo federal y que apuesta a un consenso más amplio para lograr construir un espacio que llegue a la Casa Rosada. Si bien evitó nombrar fuerzas o corrientes políticas, hizo suyo una definición que el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, repitió en el último tiempo. Para él no tiene sentido participar de una interna del peronismo y agrupar al resto de los dirigentes de otros espacios bajo esa conducción.

La lectura en Alternativa Federal tuvo una coincidencia absoluta. En el interior del armado creen que esa expresión fue un guiño para el socialismo y todos los dirigentes que forman parte del progresismo. Allí están anotados Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín y Martín Lousteau, entre otros tantos nombres que pretenden ser parte de una coalición opositora amplia y heterogenea.

El ex ministro de Economía marcó distancia de Sergio Massa

La aparición de Lavagna de una forma más concreta generó mayor incertidumbre sobre el futuro del espacio federal donde confluyen Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto, los tres precandidatos a presidente que tiene el esquema. Sus definiciones impactaron en el punto débil de Alternativa Federal: la identidad. La falta de claridad en la línea política e ideologíca que seguirá el espacio impide que la sociedad lo perciba como una opción concreta para poder llegar al gobierno. Así lo entienden puertas adentro.

Sin embargo, en el ala más dura del espacio, donde se concentran Urtubey, Pichetto y Schiaretti, consideran que Lavagna puede ser el vehículo para ampliar el espacio y lograr que el progresismo se sume al proyecto. De allí surge la posibilidad de hacer una PASO grande donde todos los sectores estén representados. Todos menos el kirchnerismo. Ese es un límite que comparten los dirigentes del progresismo con los gobernadores de Córdoba y Salta, y el jefe del bloque peronista en el Senado.

Romper el silencio no siempre implica brindar certezas. Quizás por eso las definiciones de Lavagna siguen dejando dudas dentro de Alternativa Federal. ¿Será candidato si se logra un consenso? ¿Logrará gestionar una interna con varios sectores de la oposición? ¿Está dispuesto a ayudar desde un rol protagónico para que la alternativa sea competitiva? Preguntas y más preguntas. No hay respuestas. Todavía.

Roberto Lavagna se reunió con Miguel Lifschitz en enero

Mientras para Lavagna las definiciones llegarán "a mediados de año", en el peronismo federal saben que para fines de marzo ya no puede haber dudas sobre quienes serán los candidatos. Sobre todo porque los tres que hoy están en carpeta tiene que crecer en las encuestas para lograr ser competitivos y romper la polarización. Al menos, en el caso de que la unidad con el kirchnerismo nunca llegue a concretarse.

El apellido Lavagna sale bien parado de la mayoría de las encuestas. Es uno de los dirigentes de la oposición que tiene los niveles más bajos de rechazo. La combinación de imagen positiva con baja desaprobación lo vuelven un potencial candidato con posibilidades de respaldo electoral. Esas variables también se miden en Alternativa Federal, donde Massa y Urtubey pelean por ser los representantes del espacio en las elecciones nacionales y trabajan para crecer en intención de voto.

El ex ministro también marcó distancia del líder del Frente Renovador al plantear que ya no comparten el punto de vista político. Esa afirmación generó ruido en el corazón del espacio político. En el massismo aseguraron mantienen una buena relación y que Lavagna es una pieza importante dentro del armado opositor. Prefieren no entrar en polémicas. No generar un foco de conflicto.

Los principales dirigentes de Alternativa Federal durante el acto del último lunes en Mar del Plata

Dirigentes más disconformes con la jugada pública de Lavagna advirtieron que el ex ministro está anclado en una posición en "la que piensa que lo van a ir a buscar todos" para ser el candidato del consenso. Sin embargo, dentro de las reglas que se acordaron en el espacio está la resolución de las candidaturas a través de las PASO. Es por eso que tanto desde el entorno de Massa como el de Urtubey suelen señalar que la interna es el mejor escenario para que se presente el que quiera. Incluso Lavagna.

En Alternativa Federal respetan la figura de Lavagna por su pasado y su experiencia en materia económica. Todos le reconocen la salida del default durante la crisis del 2001 y la capacidad de diálogo que tiene con los diferentes sectores de poder de Argentina. Pero la forma de jugar la partida que está llevando adelante el ex ministro no convence. Todos los dirigentes coinciden que hay volumen político pero falta volumen electoral. Con ese objetivo por delante, la incertidumbre sembrada por Lavagna sobre su futuro y el del espacio no colaboran en la conformación de la estructura electoral. Justo en el momento donde intentan instalarse como una opción de peso y competitiva.

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