“Si no aparece una solución, este ejemplo será tomado por otros compañeros”

Un grupo de trabajadores comunales se instaló en dos lotes sobre Pascual Simone que, según afirman, “son municipales”. Enmarcan la medida en la “precarización” de los asalariados y en la imposibilidad de acceder a una vivienda.

Empleados municipales tomaron terrenos presuntamente “fiscales” ubicados en la manzana delimitada por las calles Pascual Simone, Francia, Gutiérrez y La Pampa, en el barrio Padre Varela, tal como informó la semana pasada EL CIVISMO Digital. Desde el pasado 2 de enero, trabajadores comunales que se desempeñan en el Taller 1 desmontaron dos parcelas de 10,20 por 40 metros y allí instalaron una carpa que más tarde, a raíz de los avatares de una fuerte tormenta, se transformó en una construcción precaria de chapas usadas y palos.   

“Estos dos lotes son municipales y nos consta. Accedimos a los papeles que lo certifican. Todo el lugar era un monte de acacio negro, lleno de basura y chatarra. Toda la limpieza la realizamos nosotros”, señalaron a este medio.

En diálogo con EL CIVISMO, los ocupantes explicaron que “llegamos a esta medida porque tenemos un sueldo tan magro que nunca vamos a poder acceder a un terreno. La mayoría alquila y apenas llega a fin de mes”. 

“De hecho, tenemos un compañero que tuvo la suerte de salir sorteado en el Plan Procrear y no puede comprar tierra en ningún lado. Es todo negocio para unos pocos. Con los que se gana y el plan Procrear podés aspirar a un terreno adentro del río y ni siquiera en la parte del centro de la ciudad”, agregó Gabriel “Pato” Duna, uno de los presentes en la toma. 

El empleado comunal, dirigente gremial que peleó la Secretaría General del Sindicato de Empleados Municipales y que milita en el Movimiento Evita, sostuvo que “el empleado municipal sigue estando en una situación precarizada. Nosotros no queremos que nos regalen nada. Queremos poder construirnos una vivienda como trabajadores que somos”.

“¿Por qué no pensar en un barrio municipal donde los propios trabajadores podamos construirnos nuestras casas? Sabemos hacerlo y podemos trabajar”, planteó Duna, al tiempo que manifestó su voluntad de permanecer en el terreno: “Nosotros de acá no nos vamos a ir hasta que no venga alguien y se comprometa a generar algún tipo de solución para todos los compañeros trabajadores”.

“Hoy en este lugar se pueden sentar y ven que todo está medianamente limpio. Pero ya se llevaron dos camionetas llenas de chatarras y pedazos de autos cortados, motos, bicicletas. Todo estaba en medio de un monte de acacio, de los que quedan algunos”, explicó Alejandro, otro de los que mantiene la toma. 

Pegados a los dos lotes ocupados, hay otros dos terrenos que tienen dueño. “Limpiamos todo en horas. Estaba lleno de mugre, chatarra y árboles con espinas. Y lo hicimos en horas porque sabemos hacerlo, porque somos trabajadores”, destacó Duna. 

El empleado municipal dijo que “se corrieron rumores de que veníamos a hacer una toma con ranchitos de chapa. Nada de eso. Acá proyectamos construir casa de material. Son dos lotes pero pensamos construir tres casas. Si el terreno alcanza para tres viviendas, ¿por qué hacer dos? No hay ambición, hay amor”.

“Es una situación que se mantendrá siempre y cuando no exista un arreglo: casas para todos. En ese caso, ya me estaría yendo”, aseguró Duna.

Como expresión de lo complejo del problema que se esconde detrás de este caso puntual, Duna dijo que otros trabajadores programan acciones similares. “Si no aparece una solución, este ejemplo será tomado por otros compañeros. Con recursos mínimos no haríamos esto”, expresó Alejandro, integrante de la comisión del Sindicato de Trabajadores Municipales. “Tenemos todo el apoyo del compañero Enrique (Peñalba)”, agregó.

EL CONTEXTO

La toma, según quienes la protagonizan, la enmarcan en un conflicto latente con las autoridades municipales. “Esto que sucede acá demuestra que la familia del trabajador municipal no es lo mismo que las autoridades. Esto estaba sucio por las autoridades comunales que nunca nos mandaron a limpiar esto que son terrenos municipales”, señaló Duna. 

“En 2012 nosotros, los trabajadores municipales, pedimos una reestructuración de deuda. Estamos muy precarizados. Por eso ofrecemos el trabajo y la posibilidad de autoconstrucción. Podríamos hacer un barrio municipal. Sólo con esa respuesta nos iríamos”, explicó.  

Sentado en una ajada reposera, Duna recordó: “Vamos más de dos gobiernos reclamando lo mismo. Primero el de Miguel Prince y después el de Graciela Rosso, pero ahora también el de Oscar Luciani. La Carta Magna dice que a igual trabajo igual remuneración. A mí, como a otros, me están estafando, porque me pagan hace diez años lo mismo que a otros que trabajan ocho horas menos por semana. Con eso voy y me compro mi lote”.

Por su militancia, Duna aclaró: “Yo no estoy haciendo esto por una fracción de los municipales. Y no reniego de ninguna de mis participaciones, como también que estoy dentro del Movimiento Evita. Pero esto lo hago desde lo personal, para todos, como expresión de varios conflictos. La ley nunca se acuerda de los pobres y siempre le pega. Cada vez que reclamamos algo estamos años. Porque en 30 años de democracia todavía no pudimos recuperar el 3 por ciento de antigüedad”.

Duna habló de lo que, entiende, sería la solución al problema de la toma. “Si nos dan 4 ó 5 hectáreas, con la maquinaria municipal y obviamente sin cobrar las horas en el Municipio, podríamos autoconstruir un barrio municipal. ¿Quién abre calles? Podríamos poner los postes de iluminación. Podemos acordar convenios. Hay posibilidades de agua, gas, cloacas. Y podemos construir una casa con la mitad del valor de lo que dicen que salen los ingenieros o los arquitectos”.

“Somos trabajadores del Taller 1 o, como dicen en los pasillos de la Municipalidad, somos el agite. Es una realidad. Pero últimamente pensamos y hacemos cosas solidarias por todos nosotros. Él tiene dos nenes y pasó la Navidad en la casa del suegro porque no tenía nada. Eso es un castigo hacia el trabajador”, dijo el militante de Evita.

- Están desde el 2 de enero. ¿Vinieron autoridades municipales a dialogar con ustedes?

- “Nadie se acercó a preguntar desde la Municipalidad, pero no lo hacen porque no tienen argumentos. Vino la Policía. Hablamos muy amablemente y le dijimos que era un conflicto entre trabajadores y su patronal. Como le dijimos también a los vecinos que se acercaron a preguntar, no vinimos a tomar lotes que tengan dueño”, respondió Duna.

“Otra cosa: queremos pagar –aseguró-. Si nos quieren cobrar los impuestos de estos dos lotes desde el 2 de enero, estamos dispuestos a pagar. Y estamos también dispuestos a pagar el valor de los lotes, pero no puedo hacerlo si del otro lado hace diez años que me estafan. Nosotros en 2012 presentamos una propuesta para arreglar esa diferencia salarial y los concejales tampoco hicieron nada. Tengamos en cuenta que el 60 por ciento de los trabajadores municipales tiene problema de vivienda. Constantemente nos vienen a preguntar qué se puede hacer”.

Por último, indicaron que la relación con los vecinos “es buena. Hay gente que sintió miedo cuando vio que levantábamos un rancho, pero ya saben cuál es nuestra situación y a más de uno nos han visto dando una mano cuando ocurrieron las últimas inundaciones”.

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