Un apagón afectó media Ciudad y volver a casa fue un gran caos

Un apagón afectó media Ciudad y volver a casa fue un gran caos
Lo mismo se vivió en el GBA. En plena ola de calor, se cayeron dos líneas de alta tensión y quedaron a oscuras tres millones de personas. El subte, el Mitre y la mitad de los semáforos dejaron de funcionar.
Calor. Basura en las calles. Hedor. Falta de agua y algunas fallas de energía. Así arrancó ayer la Ciudad Autónoma. Pero iba a terminar peor. Entrada la tarde los cortes aislados se transformaron en un verdadero apagón que dejó a media Buenos Aires –unos 800 mil usuarios, que representan a unas tres millones de personas– sin luz a la hora de volver a casa. Y se apagaron 1.800 semáforos y se interrumpió el servicio de subtes y entre las penumbras de una especie de ciudad gótica el aire, ya de por sí espeso por las altas temperaturas, se quedó sin señal de celulares, y se llenó de bocinazos, con coches y colectivos repletos de gente incomunicada, trabados en los cruces de las calles porteñas. Un anochecer verdaderamente agitado que recién se iba a empezar a solucionar pasadas las 21.

Hasta las 18 de ayer se habían detectado cortes “puntuales” en algunos barrios de Capital y el Gran Buenos Aires. Las compañías prestadoras del servicio eléctrico habían confirmado que la sobredemanda de energía era la causante de esas fallas, que habían afectado, sobre todo al barrio porteño de Villa Crespo y algunos otros barrios porteños y del Conurbano.

Pero pasadas las seis de la tarde los cortes dejaron de ser puntuales y se apagó literalmente media Ciudad: Barracas, Puerto Madero, el Microcentro, Caballito, Villa Devoto, Palermo, Villa Crespo, Once, Colegiales, Coghlan, Recoleta. Y también el GBA: Avellaneda, Banfield, Lanús, Vicente López, entre otros. Todos estos barrios y otros más sufrieron apagones en algunas de sus zonas y cortes de semáforos, que se agregaron en algunos casos a la falta de agua. No había subtes y algunos ramales del Ferrocarril Mitre quedaron interrumpidos.

Según reconocieron tanto Edesur como Edenor, las dos empresas prestadoras del servicio en el área metropolitana, que aglutinan a casi 5 millones de usuarios (20 millones de personas), el corte se debió a la caída de “dos líneas de alta tensión de 220 kilovoltio s que vinculan la subestación Hudson con la Central Costanera”. Eso provocó la interrupción de grupos de generación de las centrales Costanera, Dock sud y Central Puerto. Edesur admitió que como consecuencia se cayeron 12 subestaciones de esa compañía. Fuentes del sector agregaron además que le pasó lo mismo a 6 subestaciones de Edenor.

“En maniobras de reconfiguración de la red por parte de la empresa que realiza el despacho de alta tensión, se produjeron desenganches de algunas subestaciones de Edenor. Es importante señalar que hasta el momento de producirse este inconveniente, el comportamiento de la red eléctrica de Edenor correspondía a un día normal de operación”, fue el comunicado de Edenor, donde no figuran los cortes previos a las 18.

Alejandra Martínez, vocera de Edesur, reconoció que “las dos líneas son nuestras y por eso se llevaron nuestras subestaciones, pero hay protecciones para que no afecten a las demás”.

Fuentes del sector explicaron que “debe haber habido alguna falla de Edenor porque lo que le pasó a Edesur no tendría que haberlos afectado a sus subestaciones”.

¿Qué produjo semejante desperfecto? Era lo que se investigaba al cierre de esta edición. Desde las concesionarias del servicio no descartaban que se debiera a la alta demanda de energía. Pero tampoco, que hubiera sido un sabotaje. “Pudo ser un accidente, el alto nivel de consumo o mala intención de algunos”, reconocieron.

De hecho, a las tres de la tarde de ayer se había superado el record de consumo histórico del invierno , con un consumo de 3.560 megawatts, y se había acercado mucho a la marca top del verano pasado. “ Es todo un récord para lo que es noviembre, es un consumo atípico para esta época donde en general no se registran estos números”, había comentado Martínez temprano.

Edenor, que trabaja sobre zonas de mayor poder adquisitivo (y se supone que en su jurisdicción hay más equipos de aire acondicionado) había tenido ayer un pico de consumo a la misma hora que Edesur superior a los 4.000 mw, pero no había alcanzado el record histórico, registrado el 7 de febrero pasado con 4.469 mw.

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