San Antonio, reconvertido a la fuerza por el abandono a los pequeños tabacaleros

San Antonio, reconvertido a la fuerza por el abandono a los pequeños tabacaleros
Pablo Ramos, productor agropecuario, explicó los motivos por los cuales San Antonio, una tradicional zona tabacalera de la provincia de Jujuy, tuvo que abandonar la actividad, castigada por la deficiente gestión de la Cámara del Tabaco de Jujuy.
Sobre la desaparición del cultivo de tabaco en la zona de San Antonio, Ramos puntualizó que “tiene que ver la dirigencia de años, que han venido conduciendo esto, han hecho que la zona de San Antonio deje de ser productiva para tabaco” y como consecuencia de ello, las costosas instalaciones que fueron usadas durante los tiempos prósperos del tabaco, hoy son ruinas que de a poco van desapareciendo del agradable paisaje del valle. “Yo participé del Censo Nacional Agropecuario -precisó- y hay un conteo de más o menos seiscientas estufas convencionales en todo el departamento”, que hoy son infraestructura ociosa.

“Hoy muchas son escombros. Algunas se mantienen en pie pero ya no están en producción”, explicó Ramos y especificó que con el sistema de distribución del Fondo Especial del Tabaco que se aplica, por kilo de tabaco producido, la zona presenta desventajas con respecto a otras, más bajas, ubicadas en la zona núcleo de la producción tabacalera de la provincia. “Hacemos el mismo trabajo, pero no hay compensación porque el tabaco de acá es más liviano”.

Sobre la reconversión de los otrora productores tabacaleros, Ramos refirió que “de a poco se ha ido dejando de producir tabaco en esta zona. En su tiempo fue un boom y después dejaron. Yo soy uno de los últimos en dejar. Quedan dos productores oriundos de acá. Yo dejé de producir hace un año y no me arrepiento, porque he renegado tanto con las cosas. Por ejemplo -enfatizó- de la campaña 2011-2012, la Cámara del Tabaco está adeudando plata y no hay una claridad acerca de quién tiene la verdad. De la Secretaria de Agricultura dicen que mandaron la plata y acá dicen que no”.

Refiriéndose al poco claro manejo del FET, por parte de la Cámara del Tabaco de Jujuy, Ramos señaló que “en la cosecha 2011-2012, que yo todavía estuve en producción, hay tres pesos con setenta y cinco centavos de diferencia con Salta (por kilo de tabaco). Los salteños cobraron esa plata y los jujeños no. Aquí todos se mantienen callados. Nadie dice nada”.

Sobre este mismo tema reveló que la cuestión fue planteada en una reunión mantenida con representantes de la Unión Cívica Radical en la ciudad de El Carmen y recibieron como respuesta de los referentes del Radicalismo que “esa plata pasó para la campaña 2012-2013, pero en este caso -aclaró- que yo no hice tabaco, mi plata fue parar a otro lado”.

El productor sostuvo además que a pesar del diálogo con las autoridades de la Cámara, las notas presentadas y el haber obtenido el reconocimiento de la deuda por parte de la institución “hasta ahora estoy sin cobrar esa plata que me adeudan ellos”.

Consultado sobres si, como pequeños productor, se siente desprotegido por las autoridades, Ramos señaló que “casualmente la Cámara hizo un programa. Fueron diez millones para beneficiar a los pequeños productores, porque ya venían mal y resulta que ahí existió, como se dice en criollo, el pijoterismo, donde muchos productores grandes se desdoblaron y también cobraron ese beneficio, así que se repartieron en total todos los productores. El que hacía cien o ciento cincuenta hectáreas, tenía diez, doce o quince tarjetas y cobraron igual, como pequeños productores”.

“Lo triste del tabaco es que se hicieron instalaciones y toda una vida. Hoy la tenés que dejar ahí. No sé de qué te puede servir”, se lamentó. Luego explicó que “para cargar una estufa convencional necesitas mínimamente quince personas. Hoy el jornal como está, a ciento treinta o ciento cincuenta, imaginesé, se movía mano de obra en aquel momento también aquí. Los kilos son los que no dan y por eso se fue quedando esta zona y nadie hizo nada por salvarla”.

Sobre otras de las desventajas que nunca fueron corregidas, el productor señaló que “nosotros salimos tarde con la producción de tabaco. Y la realidad de todos los años es que cuando las compañías abren, es como que se entran a quitar el tabaco, compran muy bien. Nosotros salimos a fines de enero y el sistema de recibo es otro. Se compra ajustado, más bien tirándote (el precio) para abajo”.

Sobre la escasa mano de obra que hoy existente en la zona, Ramos responsabilizó a las políticas asistencialistas del Gobierno. “No quiero ofender a nadie, pero el tema que el Gobierno la acostumbre a la gente a darle de todo, hace que cada vez haya menos gente que quiera estar en el campo. En realidad habría que premiarlo al que está en el campo, al que sigue trabajando, pero es al revés. Con impuestos y todas las contribuciones que tenés que pagar te castigan peor. Lo mismo pasa en el sur. Uno ve los programas de Canal Rural y todo el mundo se queja del sistema de Gobierno, como está manejando las cosas. Al que produce, a ese hay que exprimirlo para beneficiar al que no trabaja, al que no produce”, remarcó finalmente.

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