Antofagasta espera revertir la relación con la empresa norteamericana

Antofagasta espera revertir la relación con la empresa norteamericana
La semana anterior ofrecimos un amplio informe sobre la Minera del Altiplano, la empresa subsidiaria de la norteamericana FMC que, desde 1997, explota el litio en suelo catamarqueño y planea inversiones millonarias que nada tienen que ver con las expectativas que se crearon el departamento Antofagasta de la Sierra, en cuyo territorio se encuentra la riqueza mineral.
Como se sabe, el yacimiento se ubica en el llamado Salar del Hombre Muerto, en el límite con la provincia de Salta, la que, por varias razones, es la principal beneficiaria del contrato firmado entre la minera y el gobierno, lo que ocurrió en tiempos del castillismo y el menemismo.

Usufructuar regalías mineras y no coparticipar los beneficios del negocio -como sí ocurre con Minera Alumbrera en la explotación de oro, cobre y molibdeno-, convierten al dueño de la riqueza -Antofagasta- en convidado de piedra, y si la provincia se beneficia con los cobros del canon minero, ingresos brutos o una veintena de becas que reciben alumnos de la Universidad, igualmente es mínimo lo que recauda.

Presente y futuro

Partiendo de la base que Argentina es el tercer productor de litio del mundo -después de los Estados Unidos y Chile- con una producción de 25.000.000 lbs/año de carbonato de litio y 12.000.000 lbs/año de cloruro de litio, el futuro del negocio está asegurado por largos años. Aparte, desde 2009 produce fluoruro de litio y la empresa acaba de invertir 49 millones de dólares para lograr cloruro de potasio, que se emplea como agroquímico.

Los propios directivos de Minera del Altiplano planean aumentar en un 30 por ciento la producción y penetrar en diversos mercados del mundo para favorecer en la fabricación de baterías de equipos electrónicos (celulares, cámaras digitales y autos eléctricos). No en vano es realidad palpable la construcción de un gasoducto propio que una el Salar del Hombre Muerto con la ciudad boliviana de Pocitos.

“La nuestra es una empresa pequeña... no factura más de 200 millones de dólares”, le supo decir a El Esquiú.com el presidente de la Minera, Daniel Chávez Díaz, hoy objetado por diversos sectores de la propia empresa, entre los cuales están los empleados, lo que podría determinar su alejamiento definitivo.

Lo que fue casi un chiste, con el tiempo se convirtió en una palpable realidad. En 2011, Minera del Altiplano ha facturado por valores superiores a los 260 millones de dólares.

De la responsabilidad social

“La implantación de prácticas productivas coherentes con el concepto de sustentabilidad requiere cambios en la disposición de las personas y en la organización de las operaciones, mediante un compromiso de todos los actores del ciclo minero. Un aspecto clave es la forma y manera de cómo se va a involucrar el proyecto y las empresas responsables con las comunidades anfitrionas”, supo decir la Minera del Altiplano, complementando que este concepto le ha permitido a la principal productora de litio del país entenderse no sólo como una organización con fines de lucro, sino también como una institución social que promueve el desarrollo sostenible e integral de sus empleados y de las comunidades vecinas.

Este tipo de prácticas, que llaman de “Responsabilidad Social Empresaria, son las que pone en acción en las localidades de General Güemes, Salar de Pocitos, San Antonio de los Cobres y Salta, en la provincia de Salta y Salar del Hombre Muerto, Antofagasta de la Sierra, El Peñón y San Fernando del Valle de Catamarca.

Los anuncios, claro está, no se condicen con los hechos concretos. Al menos en lo que respeta a las comunidades de la puna catamarqueña.

Decir que a sus empleados les brinda cobertura social a través de OSDE, un seguro de vida privado o un avión para trasladar gente -seguramente directivos- desde Salta al Salar del Hombre Muerto, no significa nada para los habitantes de Antofagasta de la Sierra y de Catamarca.

Tal vez lo único que se pueda rescatar en este sentido sea que la “altiplanense” ha implementado, en los últimos años, un programa de asistencia a comedores infantiles y comunitarios, asumiendo el compromiso de dar respuesta a los requerimientos sociales que recibe y juzga merecedores de asistencia. Claro que la mayoría de ellos tienen que ver con Salta y no con Catamarca.

En materia de contribuciones al área de Salud, es cierto, ha realizado donaciones a hospitales públicos, consistentes en equipamiento, insumos médicos y materiales.

Pero, mientras en Catamarca colaboró por ejemplo con combustible, en conjunto con la empresa Central Térmica Güemes desarrolla un programa de huerta y granja comunitaria en cercanías de la ciudad de General Güemes.

Becas para estudiantes

En el ámbito educativo, la Minera lleva adelante un programa de becas con las universidades nacionales de Salta y Catamarca, destinadas a alumnos de alto rendimiento académico y bajos recursos económicos.

En lo que se relaciona con la UNCa está confirmada la entrega de 20 becas de $2.000 cada una pero, como en todos los rubros, la casa de estudios salteña lleva las preferencias.

Auspicia, además, los programas de formación de Educación Ambiental para docentes primarios de las provincias de Salta y Catamarca que organiza y ejecuta la Asociación Civil “Los Algarrobos”.

23 entre 289

Fuentes inobjetables confirmaron a El Esquiú.com que la Minera del Altiplano emplea actualmente a 289 personas. De ellos únicamente 23 son de Catamarca y, para más datos, 17 de los 23 fueron nombrados en 2011, es decir 14 años más tarde de la puesta en marcha de la explotación.

Por si alguien dudara de la discriminación que sufre Catamarca con respecto a Salta en la explotación del Salar del Hombre Muerto, digamos que la gran mayoría de los empleados no tiene relación directa con la minera, sino a través de una consultora llamado ADECCO. ¿Sabrá el gobierno de los desaguisados, como este último, que permitió la gestión anterior, que durante 15 años funcionó a la par de la Minera del Altiplano?

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