En 10 años, se cuadriplicó la cantidad de máquinas tragamonedas en Salta.

En Salta la cantidad de máquinas tragamonedas es cuatro veces las que existían antes de la concesión del negocio en manos de la empresa Entretenimientos y Juegos de Azar (ENJASA). Los artefactos pasaron de los 320 en todo el territorio provincial a los 1.345 que existen en la actualidad. En los primeros años de concesión,, además, juegos como la Tómbola crecieron en esa misma proporción.
Así lo reconoció el presidente del Ente Regulador de Juegos de Azar (ENREJA), Sergio García Mendoza, en el marco del lanzamiento del Programa de Prevención de la Adicción al Juego. El funcionario señaló que el crecimiento de esta enfermedad conocida como ludopatía "indudablemente va acompañado al crecimiento de la oferta", e indicó que la actual gestión no ha autorizado el incremento de tragamonedas.

El ENREJA presentó el jueves pasado un programa que busca detectar la cantidad de adictos al juego en la provincia y orientarlos, junto a su familia, para superar su enfermedad. El mismo consiste en el lanzamiento de la línea telefónica 0800-55-58346 (JUEGO), en el que cuatro profesionales formados especialmente para tratar la problemática, brindarán información sobre la adicción y orientarán en el reconocimiento de los síntomas.

Trabajo articulado

Por su parte, el secretario de Lucha Contra las Adicciones, Gustavo Farqhuarson, aseguró que "vamos a tener un trabajo articulado: el 0-8000 va a servir para recibir los casos, van a ser derivados a la Secretaría, atendidos por el equipo profesional y si se trata de un problema de adicción con el juego va a empezar el trabajo correspondiente con profesionales" de esa dependencia.

El funcionario aseguró que su equipo de profesionales "está preparado para tratar cualquier tipo de adicción", aunque reconoció que la ludopatía "tiene sus particularidades y genera problemáticas distintas", además de afectar a sectores sociales diferentes.

Si bien la Secretaría no ha recibido hasta el momento a ludópatas, Farqhuarson lo atribuyó a que "el juego no está considerado un problema entonces la gente no pide ayuda; está naturalizado". Sin embargo, entendió que tiene la misma importancia que la drogadicción.

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