Antes de viajar con Cristina, Moyano pide más caja para las obras sociales

El jefe de la CGT hará mañana un plenario de obras sociales para pedir al Gobierno más financiamiento. Los gordos llevarán una protesta por el control moyanista en la APE
Apenas horas antes de subirse al avión junto a la presidenta Cristina Fernández como parte de la comitiva oficial que viajará al Vaticano, Hugo Moyano organizó para mañana un encuentro plenario de jefes gremiales y responsables de obras sociales con el propósito de redoblar la presión sobre el Gobierno por la distribución entre las prestadoras médicas sindicales de un fondo de más de $ 3.000 millones, que el Ejecutivo adeuda a esas entidades. Sin embargo, la reunión también amenaza convertirse en un gran dolor de cabeza para el jefe de la CGT si se confirma la asistencia de sus adversarios internos de los grupos de los "gordos" e "independientes", que prometen fuertes reproches a Moyano por supuestas irregularidades en el reparto de los recursos de la Administración de Programas Especiales (APE), el estratégico organismo que administra unos $ 1.000 millones anuales para tratamientos médicos de alta complejidad y que desde hace dos semanas es gerenciado por el apoderado de Camioneros, Daniel Colombo Russell.

"Todavía nadie nos invitó formalmente, pero si la reunión se confirma vamos a ir a expresar el malestar con los atrasos en los reintegros de la APE, que parece que solo está al día con los moyanistas", advirtió anoche un dirigente de los sectores antimoyanistas.

En los últimos meses desde los grupos de los "gordos" e "independientes" denunciaron haber cobrado menos de la mitad de los reintegros correspondientes por la cobertura de tratamientos de alta complejidad, y atribuyeron esa situación al control moyanista del organismo (primero a través de Hugo Sola y ahora con Colombo Russell), que –según su visión– utilizaba el reparto de esos fondos como herramienta para "disciplinar" a gremios enfrentados a su conducción.

Esos cuestionamientos fueron rechazados ayer desde el moyanismo, que acusaron a sus críticos de "buscar excusas" para romper con la CGT. "La reunión se va a hacer porque los problemas que atraviesan las obras sociales son realmente muy graves. Si los gordos quieren venir, que vengan y sino que se vayan definitivamente", repudió un hombre del entorno del camionero.

Más allá de la polémica por el control moyanista de la APE, la inquietud central del jefe de la CGT se vincula a la promesa incumplida del Ejecutivo de distribuir entre las obras sociales los más de $ 3.000 millones acumulados en el denominado Fondo Solidarios de Redistribución (FSR), que se nutre de una parte de los aportes de los afiliados a las prestadoras sindicales. La semana pasada trascendió que el Gobierno tenía en estudio el borrador de un decreto para repartir esos fondos como prenda de negociación para que la CGT aceptara el reconocimiento de la asociación gremial de los trabajadores del subte, pero la versión no terminó de convencer a los dirigentes de la central obrera, que aseguraron haber recibido seis meses atrás el mismo compromiso de parte del matrimonio Kirchner. "Esa plata no existe más", indicaron desde la vereda de enfrente de Moyano.

Cerca del camionero no esperan una definición inminente, pero apuestan a que tarde o temprano habrá un gesto oficial para recompensar a su jefe. "Moyano es hoy el principal aliado del Gobierno y eso nadie lo olvida", ironizó un dirigente.

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