Ansiedades, rumores y pases de factura en otra semana agitada

Ansiedades, rumores y pases de factura en otra semana agitada

"El plan era perfecto. Solo podía fallar si faltaba financiamiento. Lo que no tenía que pasar pasó". La reflexión, que cayó de la boca de una de las espadas importantes del oficialismo en el Congreso, olía a desencanto y angustia en el cierre de otra semana en la que el gobierno de Mauricio Macri vivió horas dramáticas a partir de la escalada del dólar , la ofensiva opositora en el Congreso y el regreso al Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

 

La admisión, interna y en voz baja, de que "algo falló" fue la única que se escuchó, dentro y fuera de la Casa Rosada y el Congreso, donde la crisis del dólar puso a prueba la confianza ciega en las decisiones de la mesa chica y del equipo económico, y del mismo modo la fortaleza de la coalición Cambiemos.

El jueves, cuando la ansiedad por la suba del dólar a pesar de los anuncios era notoria, la Casa Rosada era un hervidero de reuniones. Mientras Macri estaba reunido con los gobernadores del PJ, María Eugenia Vidal llegaba al Salón de los Bustos, donde la esperaba el secretario de Medios, Jorge Grecco. Marcos Peña y Horacio Rodríguez Larreta compartirían con la gobernadora una reunión de la mesa más chica que rodea al Presidente.

En el primer piso, los diputados "Pro puros" Ezequiel Fernández Langan y José Núñez le explicaron al secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, el faltazo deElisa Carrió y sus diputados en la votación para amortiguar los aumentos de tarifas. "Lilita es inmanejable", argumentaron, casi resignados. Horas después, en un canal de televisión, Carrió volvía a darles la razón a sus críticos, al cuestionar en duros términos al gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba .

Dos días antes, con el anuncio del Presidente sobre la vuelta al FMI, se habían encendido las alarmas. Si antes no lo decían por pudor, ahora pensar en la reelección del año que viene pasó a un lejanísimo segundo plano. "Tenemos que dejar en claro que nos preocupamos por los que menos tienen, por los sectores más vulnerables", contó un funcionario el jueves, cuando todo era incertidumbre.

El viernes, con el dólar en alza, apareció el ministro de Producción, Francisco Cabrera , a comunicar sobre la reunión con los empresarios que el Presidente había encabezado en Olivos. Era Cabrera uno de los miembros del "gabinete económico" cuestionados en voz baja por otros miembros del Gobierno por no salir a explicar públicamente la coyuntura y "dejarles la responsabilidad" a Carrió, al radical Mario Negri o al ministro del Interior, Rogelio Frigerio . "Hay que salir a bancar", se desesperó un funcionario que conoce la mecánica de la comunicación que conduce el jefe de Gabinete.

La conferencia de prensa brindada por Peña, el miércoles, en la Casa Rosada fue, según un ministro, una respuesta interna a esas quejas por respaldar públicamente a la gestión. Fue el campanazo de largada para una serie de declaraciones en on the recordde las que también participaron ministros que no se ocupan de la economía, comoHernán Lombardi (Sistema de Medios) o Germán Garavano (Justicia), ambos con el aval explícito del jefe de Gabinete. Todos intentaron llevar tranquilidad, respaldaron las decisiones de la economía y negaron cambios en el gabinete.

En el Gobierno también estaban divididos con relación al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó , a quien le enrostraron que no hubiera logrado torcer algún voto peronista contra el proyecto opositor de tarifas. "Él solo se buscó la situación en la que está", dijo uno de sus viejos amigos de la política.

"La situación de debilidad en la que quedó favorece que el PJ juegue más fuerte contra nosotros", rumió un funcionario.

Uno de los peronistas de Cambiemos percibió otra cosa. "Van por los peronistas, al único que quieren es a Jaime Méndez [intendente de San Miguel] porque juega bien al fútbol. Pero ahora nos van a necesitar", se quejó el veterano y despechado justicialista. Las usinas peronistas también dieron cuenta de una cumbre secreta entre Monzó y Vidal, el jueves pasado. La gobernadora le dijo allí que debían "dejar de lado cuestiones personales". También lo elogió y le dijo que lo consideraba " muy valioso".

"No hay miedo, pero sí ansiedad de que las cosas anden bien", graficó el viernes un alto funcionario que responde a uno de los ministerios relacionados con la economía, preocupado, como todo el Gobierno, por lo que viene: los vencimientos de Lebac, pasado mañana, un megavencimiento de letras en pesos que pondrá a prueba otra vez la confianza del mercado.

Peña: "El FMI no va a ser una solución mágica"

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, atribuyó ayer el salto del dólar de las últimas semanas a que el país está "en un escalón menor de confianza", lo que derivó en "más volatilidad en la moneda", y agregó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) "no va a ser una solución mágica", porque esa solución "depende de los argentinos".

"Lo que pasó fue una combinación de factores, de cambios en el contexto internacional y de señales que hemos dado en la Argentina que generaron que hoy tengamos un escalón menor de confianza", diagnosticó Peña en diálogo con FM Blue. El funcionario, además, agregó: "No fuimos al FMI por una situación de crisis, sino justamente para evitarla".

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