En 10 años, el Penna redujo unas 80 camas

En 10 años, el Penna redujo unas 80 camas

ue por el cierre del Neuropsiquiátrico y de los servicios de Neumotisiología y Salud Mental. Asimismo, comenzó a funcionar el nuevo sistema de internación.

En los últimos 10 años, diversas situaciones edilicias en el interior del Hospital Penna, que recibe a pacientes de una vasta región de nuestra provincia y otras vecinas, llevaron a la inhabilitación de algunos sectores y, por lo tanto, a una importante reducción de camas.

Este panorama pudo haber contribuido a que las autoridades del sanatorio “apuraran” el nuevo modelo de internaciones por Cuidados Progresivos, sistema que pretende optimizar las plazas existentes. De hecho, ya se comenzó a internar por nivel de complejidad y no por área. Así las camas, de alguna manera, “rinden” más.

Los hechos públicos más recientes que hablan de esta reducción se encuentran relacionados con la desarticulación, como tal, de la sala de inmunodeprimidos, también conocida como Patrulla.

El fundamento del director del Penna, doctor César Comezaña, fue la escasa demanda para la gran infraestructura y personal que poseía el sector. De inmediato se desató una polémica que aún continúa.

Otro de los sectores donde impacta el escaso lugar disponible se da en la guardia de emergencias, donde en varias oportunidades el personal se quejó por la gran cantidad de pacientes psiquiátricos internados allí y que no tienen otro lugar donde permanecer.

El cierre del Neuropsiquiátrico “Dr. Diego Bereih”, un viejo pabellón que funcionaba sobre calle Necochea cuyo estado generaba riesgos para familiares y pacientes, restó unas 30 camas. Estos enfermos pasaron al área de Neumotisiología (sala V del viejo edificio) y, en consecuencia, los pacientes pulmonares fueron al sector de internación del actual hospital.

Tres años atrás, la sala X, donde se internaban pacientes de Salud Mental, debieron trasladarse a otro sector, también con deficiencias: la vieja Neonatología. En ese proceso, según trascendió, se perdieron cerca de 15 camas.

Hay que tener en cuenta, además, las habitaciones que fueron clausuradas por distintos problemas edilicios.

Así las cosas, el hospital cuenta con menos camas ahora que en la época en que se inauguró el nuevo edificio, en 1985, hecho que pone en evidencia la falta de inversión en función de la demanda.

“Definitivamente, las camas disponibles no alcanzan para asistir a casi la mitad de la población que no posee obra social”, expresó una alta fuente del sanatorio.

Los quirófanos, en tanto, continúan con una reducción del 50% de su actividad y esto provoca un importante número de pacientes en lista de espera.

“No hay déficit”

Si bien Comezaña reconoció que algunos servicios debieron desmontarse por temas edilicios, negó rotundamente que exista déficit de camas.

“Un hospital debe tener una ocupación no mayor al 85% y nosotros estamos por debajo”, aclaró.

Expresó, por otro lado, que cualquier hospital tiene plazas al límite en determinadas épocas del año.

Respecto de las camas reducidas del área de Neumotisiología, aseguró que la mayoría estaba ociosa, para agregar que “ni en sus mejores épocas el Penna contó con 350 camas”.

Hoy, el total, según dijo, es de 250 unidades.

Comentá la nota