El 7 de mayo de 1919 nacía, en la ciudad de Los Toldos, provincia de Buenos Aires, la mujer que iba a cambiar por completo el escenario político y social de la Argentina: María Eva Duarte de Perón, que con menos de 30 años se iría a convertir en la popular “Evita”. Este martes, a 94 años de su nacimiento, dirigentes peronistas recordaron a la “abanderada de los humildes” en el monumento emplazado sobre avenida Luro y Dorrego, en plena Plaza Rocha.

En conversación con Marcelo Viejo, secretario político del Centro de Estudios Dr. Ramón Carrillo, esbozó que “la recordamos permanentemente. La tenemos presente a través de cada acto. De la militancia de cada día. Siempre con los valores que nos dejaron conjuntamente con Juan Domingo Perón”.

Emoción mediante, sostuvo que “mucha gente se pregunta qué hubiera pasado si Evita no hubiese muerto tan joven. Seguramente las cosas hubiesen sido distintas”, para luego añadir que “como decía Perón, ‘mi único heredero es el pueblo’. Pero ese es un legado muy grande y tenemos que estar a la altura de las circunstancias para seguir homenajeándolos a los dos”.

En ese sentido, minutos antes de entonar la marcha peronista, enfatizó que “las nuevas generaciones la recuerdan por lo que se dice desde afuera. Está en nosotros contar cómo realmente fue: la mejor discípula del General Perón. Por eso la sentimos viva dentro de nuestros corazones”.