Aníbal no la tiene fácil en la Cuarta: necesitará los votos de Julián Domínguez

Aníbal no la tiene fácil en la Cuarta: necesitará los votos de Julián Domínguez

En las primarias el frente Cambiemos se impuso por un escasísimo margen. El interior es un nicho difícil para el peronismo, que dará pelea para ganar la región. Impactante merma del Frente Renovador.

En la Cuarta sección electoral de la provincia de Buenos Aires (noroeste bonaerense), las figuras de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal calaron positivamente en el electorado. En las primarias del 9 de agosto, la alianza entre la UCR, el PRO y la Coalición Cívica consiguió vencer al Frente para la Victoria (FpV), aunque con una ventaja de apenas 0,4 por ciento. Por eso, en el tramo final de la campaña para las elecciones generales del 25 de este mes, el kirchnerismo intenta desplegar territorialidad para revertir ese resultado.

La famosa estructura radical del interior bonaerense le sirvió a la candidata a gobernadora por el frente Cambiemos para imponerse en la PASO. Macri, que pelea por la presidencia, también le ganó a su adversario oficialista, Daniel Scioli. Mientras que la interna del FpV provincial fue para el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; hoy fuera de carrera.

Domínguez consiguió  76.386 votos contra los 55.006 de Aníbal Fernández. Esos más de 21 mil votos son claves: le permitirían al Jefe de Gabinete ganar en la sección y –a la par- darle a la Legislatura bonaerense buena presencia peronista para el período 2015-2019.  

“Vamos a ganar en casi todos los municipios; en algunos lo tenemos más difícil, pero el PRO se piensa que esto es matemática y que porque les fue bien en las primarias ya ganaron. No es así, se van a llevar una sorpresa”, se entusiasma ante Letra P un armador territorial del peronismo con varias elecciones encima.

La misma fuente anticipa que el kirchnerismo tendrá que pelear duro en uno de los distritos de mayor peso, como lo es Junín. En el municipio que comanda el massista ex radical Mario Meoni, las primarias fueron para el candidato por Cambiemos, Pablo Petrecca. El FpV –con dos candidatos- quedó segundo y Meoni fue relegado a un tercer lugar.

El caso de Junín es representativo de lo que ocurre en la sección. En 2013, el Frente Renovador barrió al FpV en la votación general. En las legislativas últimas, Sergio Massa se impuso al entonces candidato oficialista Martín Insaurralde en la sección.

El empuje y buena parte de la victoria se la había dado el trabajo de Gilberto Alegre. El intendente de General Villegas fue candidato a diputado nacional y era la punta de lanza del tigrense en el interior provincial, junto con Meoni. El Frente Renovador, con Massa a la cabeza, le había sacado 8 puntos al kirchnerismo. Pero hoy la realidad es otra. En estas elecciones, Villegas fue la única victoria del massismo. En Chivilcoy, el FR estuvo cerca aunque no pudo torcer al randazzismo.

La irrupción de la alianza entre el PRO y la UCR significó el desinfle opositor. “Los que antes estaban con Massa ahora están con Macri, no hay mucha más explicación que esa”, le explica a este medio un dirigente que conoce bien el noroeste provincial.

Históricamente, en la región noroeste de la provincia el peronismo tuvo una distribución “equitativa” de lugares y distritos repartida entre Julián Domínguez y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Hoy, ambas figuras están alejadas del circuito de campaña, pero los suyos trabajan en el cuidado de sus distritos. Ameghino, Chacabuco, Chivilcoy y General Pinto son algunas de las localidades en donde el FpV se aseguraría cuatro años más de gobierno municipal. Localidades con fuerte anclaje de los dirigentes nacionales.

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