Luego de la muerte del niño de la comunidad Qom que presentó un cuadro de desnutrición, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió al gobierno y cuestionó la existencia de una “utilización política deliberada” por parte de la oposición. Indignado, el funcionario se preguntó: “¿Qué tiene que ver el gobierno?”.

El niño Qom tenía 11 años y pesaba 14 kilos. Ayer, la oposición criticó al oficialismo por la desnutrición y la falta de atención a las comunidades originarias. Esta mañana, el jefe de Gabinete sostuvo que el nene sufría una “hidrocefalia que le provocó una parálisis cerebral, y que esa situación lo puso en la situación de no asimilar alimentos”, lo que, en palabras del funcionario, produjo “mucho deterioro de su cuerpo”.

En este sentido, Fernández informó que el niño había sido atendido en la provincia de Chaco por agentes sanitarios que “se ocupan de seguir de cerca esas situaciones”. De todos modos, aclaró que no justifica lo ocurrido, aunque opinó que cuando Jorge Capitanich asumió la gobernación de Chaco, la mortalidad infantil era del 20.9 por cada mil; mientras que hoy se redujo a 10.5.

El funcionario además acusó a la oposición de hacer una “utilización política deliberada” de lo ocurrido, y desligó al oficialismo. Indignado, se preguntó: “¿Qué tiene que ver el gobierno nacional? ¿Entonces también tenemos que ver nosotros con el hambre y la miseria en África?”.

El ministro coordinador aclaró que no se trata de un caso “ni de hambre ni de miseria”, sino que “estamos hablando de un chico que tiene un problema congénito, que precisamente por la particularidad de su hidrocefalia, no tenía bomba de control que le genera el deterioro físico. Esto, sumado a la neumonía generada, lo llevó a una situación de no alimentarse y eso le produjo la muerte”, apuntó Fernández.