Mientras Diego Milito recorría su último primer tiempo en el Cilindro de Avellaneda, en un rincón de Puerto Madero empezaba a gestarse una reunión que tal vez sirva para acomodar las piezas en el patético escenario dirigencial que sufre el fútbol argentino. Eran las seis de la tarde cuando a la concentración de Boca ingresaban el directivo César Martucci (hombre de máxima confianza de Daniel Angelici) y Claudio "Chiqui" Tapia (vice de la AFA, titular de Barracas Central y líder del frente Ascenso Unido). Entraron juntos al Hotel Madero y caminando rápido, como si quisieran evitar miradas externas. Pero siempre alguien ve. Y siempre alguien cuenta. La cuestión es que subieron al octavo piso. Ahí los esperaba el presidente de Boca. Ahí se redondearía una charla que, según parece, sería el punto de partida para la Superliga (en las condiciones ya pactadas: con un CEO externo encabezándola) y para unas elecciones normales de la AFA, que muestran como candidato principal a Tapia. Así se diluiría lo que hace un par de días se insinuaba: Marcelo Tinelli, presidente de la Superliga, y Hugo Moyano, presidente de la AFA.

Después de varios pedidos de café y de agua mineral, tras dos horas de diálogo en el búnker donde se concentra Boca, desde el entorno de ambas partes derivaron en una misma conclusión: "El acuerdo no está cerrado, pero somos optimistas". Tanto Angelici como Tapia acordaron seguir trabajando para llegar con una posición en común a la reunión de Comité Ejecutivo del martes. La intención mutua garantizaría dos situaciones:

1) El martes se fijaría una fecha de Asamblea para la aprobación de la Superliga antes de la elección en la AFA, fijada para el 30 de junio.

2) El comicio en la AFA se desarrollará sin ningún tipo de inconvenientes, con todos los candidatos que deseen postularse.

¿Cómo están a un paso del acuerdo dos dirigentes que en la reunión de Comité Ejecutivo del martes habitaban polos absolutamente opuestos? Tan distantes estaban hace menos de una semana que en aquel encuentro, en un momento, Angelici estampó una frase que generó lógico malestar en todos, inclusive en pares que lo apoyaban: "Nunca vi a un árbol mear a un perro", había estallado El Tano para significar que el Ascenso no podía definir cómo se manejaba la Primera División. Es más, al día siguiente, en charla con Clarín, Angelici redobló su discurso, les disparó sin miramientos a Moyano y a Tapia y hasta amenazó con parar el fútbol si este martes no se aprobaba la Superliga.

Ahora Angelici y Tapia se abrieron al diálogo porque ninguno tiene el poder para arrodillar al otro. Angelici ostenta la presidencia de uno de los clubes que le aporta al negocio y es la mano derecha del presidente de la Nación, su amigo Mauricio Macri. Sin embargo, no suma los votos que le sobran dentro de la AFA a Tapia, que a esa fuerza le agrega la cercanía con Hugo Moyano, el presidente de Independiente, su suegro.

Tuvo que conciliar Angelici, además, porque la FIFA no aceptaría ninguna solución por afuera de la AFA, según le habría comunicado Gianni Infantino (titular del máximo organismo del fútbol mundial) a Fernando Marín (enviado de Macri y líder del Fútbol Para Todos) en la charla que tuvieron el jueves en Zurich.

A Tapia el escenario le conviene porque evita cualquier posibilidad de intervención y lograría ser candidato a presidente de la AFA, cargo al que ya se postuló. Ese es su principal objetivo. La idea es abrir la posibilidad de que cualquiera pueda presentarse a los comicios del 30 de junio. siempre que recolecte los avales correspondientes. Y a la hora de la elección, Tapia se siente gran candidato por el respaldo de los clubes chicos y del Ascenso, más un grande como Independiente.

¿Cómo seguiría la historia? Según cuentan desde ambos entornos, quedaron en trabajar con sus respectivos grupos. El lunes, Angelici se reunirá en el hotel Savoy con los representantes de los casi 20 clubes que lo apoyan, entre ellos River, Racing y San Lorenzo. También ese mismo día Tapia encabezará un encuentro con sus aliados, a los cuales tratará de explicarles que este es el mejor acuerdo, que no hay por qué desconfiar de los clubes grandes y que sería bueno votar la Superliga antes de la elección en la AFA.

¿En qué lugar quedarían parados Tinelli y Moyano? El sábado por la mañana, para allanar el camino, Angelici se reunió con Hernán Lewin, presidente de Temperley, próximo a Tinelli. Ahí se habría asegurado que la Superliga se impulsará sin presidente, como se había arreglado, con un CEO a la cabeza y con un consejo de dirigentes. Así Tinelli no podría coronar su intención de encabezarla, algo que había cobrado fuerza a partir del miércoles. Cuentan que MT habría entendido y habría dado vía libre a este nuevo acuerdo, sabiendo tal vez que con su vuelo y sus influencias puede ser igual determinante. Con esa certeza, Angelici se sentó cara a cara con Tapia.

En el caso de Moyano, su realidad tanto no se modificaría porque su yerno, Tapia, así fortalecería la intención de acceder a la presidencia de la AFA. El gremialista camionero igual tendría el control. Eso sí, Tapia deberá competir entre otros con Tinelli, quien ya anticipó que se presentará como candidato al sillón que dejara vacío Julio Grondona.

Así está planteada la historia en el patético escenario de la AFA. Hay que estar atento porque todo es posible. Van y vienen. Un día se odian y otro negocian. El final se acerca.