Los sanjuaninos ya han comenzado a recibir por estos días las boletas de agua con el aumento establecido para este año, que comenzarán a pagar a partir de febrero. El incremento es del 29 por ciento y es el séptimo que se registra desde que se descongelaron las tarifas en 2008. En ese marco, se trata de la suba más alta desde ese año, que fue del 30 por ciento (ver infografía). Así, los usuarios de agua que venían pagando 70 pesos, el mes que viene deberán abonar un total de 90; en tanto que los que tienen el servicio de agua y cloaca y que venían desembolsando 127 pesos, en febrero deberán destinar 164. Esos dos grupos representan casi el 83 por ciento de los consumidores, pero del porcentaje restante de usuarios no fue posible conocer los ajustes efectuados para el 2015 dado que Cristian Andino, titular de Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE), no dio información.

En el segmento que no fue informado están los jubilados y pensionados, como también los clientes de escasos recursos y beneficiarios del Lote Hogar. Tampoco se conoció si la suba se aplicará en el mismo porcentaje a los usuarios que cuentan con medidores en sus domicilios.

Lo único que sí se comunicó oficialmente es que la suba para los clientes de agua representa un costo de 3 pesos diarios, mientras que los que hacen uso tanto del servicio de agua como de cloacas, les significará un gasto menor a los 5,50 pesos por día.

El aumento general del 29 por ciento quedó por encima de la inflación oficial de 2014, que fue del 23,9 por ciento, según dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), aunque se ubicó por debajo de los niveles de la inflación interanual que han registrado las consultoras privadas, la cual gira alrededor del 40 por ciento.

De todos modos, oficialmente se informó que el incremento real que debería haberse aplicado este año en el servicio es del 40 por ciento (traccionado principalmente por las subas salariales y del cloro), pero que el Gobierno provincial decidió asumir una parte y no trasladar la suba en su totalidad a los vecinos.

La administración del agua potable está en manos de OSSE, que además presta el servicio de cloacas. En 2008, las tarifas experimentaron un aumento luego de 14 años sin modificaciones. Desde esa fecha, las boletas comenzaron a llegar con incrementos en todos los años, salvo en 2010, período en el que se decidió que no se tocarían los valores.

En todos los casos, se esgrimió que las subas obedecían a los costos operativos que debe afrontar la empresa estatal, como los gastos en insumos, materiales y personal como también el plan de obras para ejecutar en cada ejercicio, ya que el objetivo es mantener el equilibrio financiero.

OSSE se encarga del mantenimiento de las cañerías de agua y de la red cloacal. Con los fondos que el Gobierno destina para su presupuesto, más lo que recauda, el organismo lleva adelante ampliaciones y refacciones del sistema como el que se realizará en los próximos meses en el colector matriz ubicado en Capital, el cual venía colapsando año tras año (ver recuadro). Además, la repartición ejecuta perforaciones e instalaciones de bombas de agua para dotar de mayor presión a las distintas redes. En ese sentido, el Ejecutivo suele derivar partidas extra para la ejecución de obras.