Después de más de 30 años, la promoción industrial llegó a su fin en el primer día de este nuevo año. Cabe recordar que el régimen nace en base al “Acta de Reparación Histórica del año 1973”, firmada por la Nación con las provincias de La Rioja, Catamarca, San Juan y San Luis, para equiparar los desequilibrios de desarrollo de las provincias del país.

El primer régimen promocional fue instituido por ley Nº 20.560/73, la cual fue derogada por la ley nacional de Promoción Industrial Nº 21.608 de 1977 que tenía como objetivo “alentar el desarrollo regional procurando una equilibrada instalación de industrias en el interior del país”. De esta manera, se contemplaban beneficios impositivos por diez años para las empresas industriales que se localizarán en las provincias de La Rioja, San Luis y Catamarca, que fueron constitutivas de la “Región Geoeconómica del Acta de Reparación Histórica”.

Cabe resaltar que desde su puesta en marcha, la promoción generó fuertes polémicas con provincias vecinas que se oponían al régimen, ya que se sentían perjudicadas.

Posteriormente, se promulgó la ley Nº 22.021 aprobada en junio de 1978, que alcanzaba únicamente a La Rioja. En su fundamentación y articulado establecía que “se instrumenta un régimen especial de franquicias tributarias que tiene por objeto estimular el desarrollo económico de la provincia de La Rioja, atrayendo la radicación de capitales en los sectores agropecuario, industrial y turístico”.

A lo que agregaba “se pretende revertir un proceso histórico que indica que la Provincia de La Rioja, por sus particulares circunstancias, no ha podido aprovechar debidamente las ventajas otorgadas por regímenes de promoción de carácter general oportunamente dictados”.

Además fundamentaba que “existe una brecha tan grande entre el Nivel Medio de desarrollo del país y el alcanzado por la provincia de La Rioja, que resulta necesario establecer incentivos que permitan acortar esa distancia con el propósito de conseguir un desarrollo equilibrado”.

Asimismo establecía que “las medidas de carácter promocional que se propician, que como se dijo son de naturaleza tributaria, consisten en desgravaciones, exenciones y diferimentos cuya vigencia está limitada a un plazo máximo de hasta quince ejercicios”.

DECRETO 804/96

El decreto nacional Nº 804, de junio de 1996 es el que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre del año pasado. Otorgaba una prorroga de la ley 22.021, y determinaba los beneficios que las empresas promocionadas tenían.

Este decreto dispuso las condiciones para la validez, a los efectos promocionales, de reformulaciones y modificaciones de proyectos y de reorganizaciones de empresas promovidas.

En su artículo tercero establecía que “la Autoridad de Aplicación pertinente podrá otorgar nuevos plazos para la puesta en marcha de aquellos proyectos industriales cuyo vencimiento debía operar con anterioridad a la fecha de publicación del presente decreto, siempre que a dicha fecha se hubiesen realizado inversiones por un monto no inferior al 30 por ciento del total comprometido para todo el proyecto en la adquisición de bienes de capital y/o en la realización de obras físicas de ingeniería”.

El beneficio promocional en escala decreciente establecía al 31 de diciembre de 2012 como el final de la Promoción Industrial.

Cabe señalar que el 20 de mayo del 2010, en un acto realizado en el Salón Sur de la Casa Rosada, el gobernador Luis Beder Herrera y la presidenta Cristina Kirchner suscribieron el acta denominada “Acuerdo del Bicentenario de Reparación Histórica para el desarrollo económico, social y productivo de La Rioja”.

En la ocasión la jefa de Estado entregó al Gobernador el decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 699 que, en concreto, prorrogaba los beneficios promocionales para las industrias radicadas en territorio riojano y otorgaba beneficios para que nuevas empresas se instalaran en la provincia.

El decreto jamás entró en vigencia ya que nunca se firmaron los convenios específicos entre las provincias beneficiadas y la Presidencia de la Nación. Al respecto, el secretario de Industria, Miguel De Gaetano explicó que “el decreto del 2010 para que entre en vigencia, debía firmarse un convenio con cada una de las provincia, pero hay una decisión política para que hoy este régimen quede suspendido”.

Además comentó que “el decreto 699 establecía una extensión de dos años más para las empresas que estaban radicadas en nuestro parque, y establecida en otro apéndice algún incentivo promocional pero no como lo establecía la ley 22.021 para nuevas empresas que se quisieran radicar en la provincia”.

Finalmente expresó que “ese decreto nunca se puso en vigencia porque no se realizó el acta que tendría que rubricar entre las provincias y el Gobierno Nacional”.

“NO HABRÁ CRECIMIENTO”

El vicepresidente de la Unión de Industrias Riojanas (UNIR), José Brizuela sobre el vencimiento de la Promoción Industrial, expresó que las “perspectivas de posibilidad de conseguir algo para adelante son muy escasas. Todas las empresas están pasando por un momento difícil al no tener un incentivo de promoción”.

Asimismo resaltó que “la Promoción era con una escala decreciente, por eso en los últimos tres o cuatro años las empresas fueron recibiendo una disminución bastante grande de bonos, sin embargo siguieron trabajando con todos los altibajos y algunas reducciones de puestos de trabajo que vimos en los últimos años”, de modo que “el impacto de la finalización de la Promoción se fue viendo desde hace algunos años, donde no hay anuncio de nuevos emprendimientos, ni ampliaciones. Hay una situación de decadencia en general del sector industrial”.

Además manifestó que “en estos últimos años tenemos una muestra de cómo fue impactando en la mano de obra, no creo que se pueda producir un fenómeno masivo de eliminación de puestos de trabajo”. Al mismo tiempo agregó que “lo cierto es que el sector industrial con esta regla de juego es muy difícil que tenga crecimiento, ese es lo que tenemos que entender, no es que desaparecerá la industria lo que no habrá es crecimiento”.

También sostuvo que “habrá un estancamiento y achicamiento en forma paulatina, esa es la perspectiva que tenemos para adelante”.

En cuanto al futuro de las industrias, dijo que “es difícil e incierto, muy difícil de prever porque cada situación particular de cada empresa es único, no es que se pueda hacer una apreciación general”.