AMIA: la causa se vuelca a la ciencia y se aleja del espionaje

AMIA: la causa se vuelca a la ciencia y se aleja del espionaje

El equipo que trabaja desde hace dos años logró avances con estudios científicos. Confirmaron el trabajo del fiscal fallecido.

 

A dos años de la muerte del fiscal especial Alberto Nisman, los nuevos encargados de la UFI AMIA cambiaron las formas de trabajo, redujeron la dependencia directa de los servicios de inteligencia y pusieron el eje en el trabajo pericial. El equipo de fiscales mantiene un perfil bajo, pero también incorporó como práctica la presentación de informes periódicos de gestión. 

En su último informe, difundido el 4 de enero, el equipo –que integran los fiscales Ricardo Salum, Sabrina Namer, Leonardo Filippini y el coordinador Juan Patricio Murray– presentó varios avances concretos este año. Entre ellos, la identificación de la víctima número 85 y la confirmación, por vía forense, de que una Trafic estalló el 18 de julio de 1994 frente a la AMIA. 

Ninguno de ellos se refirió al trabajo de su antecesor, pero de forma sutil mostraron diferencias. Por ejemplo, el informe indica que “se convocó al Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF), que, a pesar de su probada experiencia en el tema, no había tenido intervención”. 

El aspecto forense es uno de los más importantes en el trabajo de los nuevos ocupantes de la UFI AMIA. El nuevo equipo dejó de lado la fuerte dependencia que había tenido Nisman de los informes de inteligencia e incluso incorporó a la causa y desclasificó, para el acceso de querellantes, numerosos informes y archivos. Además, se sistematizó y ordenó la información disponible. También pudieron recuperar material forense que nunca había sido incorporado al expediente. Ese fue el caso de las esquirlas, extraídas de los cuerpos de víctimas, que permitieron confirmar el uso de una camioneta Trafic.

Por el momento, todas las pruebas mantienen las hipótesis avanzadas por el propio Nisman y ninguna prueba forense confirmó alguna de las teorías alternativas, como por ejemplo el uso de un volquete. Sin embargo, en diálogo con PERFIL, los fiscales aclararon que “no se está excluyendo ninguna posibilidad y se avanza en el trabajo forense; son las pruebas las que mantienen las hipótesis”. 

Uno de los ejes más importantes del trabajo de Nisman fue la hipótesis de un atacante suicida, al que se identificó como Ibrahim Berro. Las presentaciones del fallecido fiscal fueron abonadas por informes reservados. Ahora el equipo de fiscales busca realizar una comprobación pericial. Con ese fin, recolectaron muestras genéticas de familiares y víctimas, de muestras patológicas y de otras fuentes. 

El objetivo es identificar si existe una muestra que no corresponda a las víctimas. Para realizar este trabajo, se requiere una laboriosa tarea que se inició ya hace seis meses. Hay mucho cuidado a la hora de hablar de posibilidades futuras, pero quienes conocen sobre este tipo de empresas afirman que, si se encuentran novedades, deberían llegar durante 2017. 

 

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