Ambientalistas piden frenar las represas en Santa Cruz

Ambientalistas piden frenar las represas en Santa Cruz

Son las "Néstor Kirchner" y "Jorge Cepernic", que costarán 4.700 millones de dólares y serán financiadas por China.

El relanzamiento de las represas sobre el río Santa Cruz sigue siendo una preocupación para diversas organizaciones ambientalistas que sostienen que la obra debe detenerse. Reclaman al Estado nacional que el proyecto no vuelva a relanzarse, tras nueve meses detenido, por el “daño ambiental” que produciría el complejo hidroeléctrico. Hoy emitirán un documento exigiendo que la obra no se retome "por el daño que causaría al ambiente natural".

Después de su gira por China, Mauricio Macri terminó de acordar el financiamiento para las represas “Néstor Kirchner” y “Jorge Cepernic”, obra que recibió un primer desembolso durante la gestión de Cristina Kirchner. El Presidente dudó al iniciar su mandato sobre la continuidad de la millonaria obra y después de idas y venidas, se decidió relanzar el proyecto.

La obra presupuestada por la actual gestión en 4.700 millones de dólares (1.300 millones de dólares menos que el proyecto del kirchnerismo), estuvo desde sus inicios rodeada de denuncias de asociaciones ambientales nucleadas en el Consorcio Río Santa Cruz sin represas. Durante el Congreso Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) una delegación argentina pidió el apoyo en contra de la construcción de dichas represas “con duros argumentos”.

El documento de la UICN exhorta a la Argentina “a que suspenda toda actividad relacionada con el proyecto de las represas sobre el río Santa Cruz hasta que se lleve a cabo el debido proceso de evaluación de impacto ambiental (EIA) y evaluación ambiental estratégica (EAE) conforme a la legislación vigente.

Este planteo será reiterado cuando la Coalición ambientalista emita un documento pidiéndole al presidente Macri “ que se busquen otras alternativas de energía renovable sin las represas”, indicaron desde la Fundación Vida Silvestre a Clarín.

No es el primer reclamo que se realizó para suspender el megaproyecto que se estima concluir en cinco años empleando durante toda la obra, unas cinco mil personas. La Asociación de Abogados ambientalistas reiteró ante la corte Suprema de Justicia la necesidad de resolver el pedido de la medida cautelar con la que solicitaron que se pare la obra.

Los argumentos de los sectores de protección del medio ambiente sostienen que la obra sobre el río Santa Cruz, afectará el normal caudal del río “impactando sobre el glaciar y en las especies de la zona”.

“El nivel del agua del lago va a estar regulado por el funcionamiento de la represa generando cambios en los ambientes naturales”, explicó el ingeniero Gerardo Bartolomé, que encabezó una importante campaña para detener la obra.  Desde la Casa Rosada señalan que el área de Medio ambiente “ trabaja en los últimos detalles del estudio de impacto ambiental”, previo al anuncio del relanzamiento del proyecto hidroeléctrico. El vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González dijo que en breve se firmará el convenio para retomar la obra a cargo de Electroingeniería y la China Gezhouba.

La empresa constructora se defiende de las acusaciones de los grupos ambientales indicando que en función del Nuevo Proyecto Ejecutivo y en relación a la supuesta afectación del Lago Argentino, “el Ministerio de Energía y Minería realizó un estudio con expertos independientes que ha certificado el total "desacople" del emprendimiento respecto del lago y los glaciares con la reducción de la cota de la represa Néstor Kirchner, ubicada a 130 kilómetros del lago Argentino. De esta forma se aseguró que éstos (Lago Argentino y Glaciares) no estarán afectados por la operación de las represas”.

La obra sufrirá algunas modificaciones de su diseño original: de los 1.760 MW que iba a generar originalmente según la licitación del gobierno de Cristina Kirchner, se pasarán a 1.290 MW de potencia. Se reduce así la cantidad de turbinas de cada represa: la Néstor Kirchner tendrá cinco en vez de seis turbinas, y la Jorge Cepernic se reducirá de cinco a tres.

Esta nueva redistribución de la energía se complementará con una línea de alta tensión de 500 Kv que llegará hasta la localidad de Piedra Buena, ubicada a 240 kilómetros al noreste de Río Gallegos.

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