Amaya lanzó obras y criticó a la Provincia

Amaya lanzó obras y criticó a la Provincia

El secretario de Vivienda y Hábitat reiteró que el Gobierno no le presentó una planificación y reclamó que se hagan defensas en el Salí Durán, del Ipvdu, replicó que el Gobierno sí tiene planes. Alfaro y el funcionario nacional se mostraron distantes, pero afirmaron que su relación política está “bien”.

 

La incomodidad caldeó el acto más que el sol abrasante. A poco de protagonizar un cruce por la planificación de obras, el secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación, Domingo Amaya; y el titular del Instituto Provincial de Vivienda (Ipvdu),Gustavo Durán, encabezaron un acto en La Costanera. Amaya había dicho que la Provincia era una de las pocas que no había presentado proyectos en su área. Durán lo había desmentido. Ambos ratificaron ayer estas posturas (ver : “La planificación...”)

La presencia del intendente Germán Alfaro también fue un punto de tensión. Primero, porque el Ipvdu había consignado en un comunicado que estaría, pero en la Intendencia se anoticiaron sobre la hora. Y segundo, porque las versiones dan cuenta de una distancia política entre Amaya y Alfaro por diferencias en la relación con el gobernador,Juan Manzur, con quien el intendente mantiene un lazo más cercano.

La firma del acta de comienzo de obras de la tercera etapa- de seis- del emprendimiento “Riberas del Salí” se dio en un pequeño escenario sobre una calle de tierra embadurnada de barro podrido. El acto estaba previsto para las 10.30, pero comenzó una hora y media después. Durán esperó a los opositores bajo una lona.

Amaya y Alfaro llegaron y quedaron envueltos en una nube de asesores y de vecinos que esperaban refugiados en unas pocas sombras. Cada uno recorrió el camino al escenario por su lado. Se mostraron distantes, pero ambos afirmaron que su relación está “bien”. Una vecina de la calle Guatemala, indignada, increpó a los gritos a Amaya. Cuando este le dijo que ya no era intendente, ella le retrucó que lo era cuando prometió limpiar el sitio. Encaró a Alfaro. “¡Hay hasta cocodrilos en mi calle!”, bramó. No quiso dar su nombre, pero indicó que la cuadra fue pavimentada y ahora es una laguna inmunda. 

En la tarima, Alfaro y Amaya quedaron separados por el presidente del Concejo, Javier Aybar. A los costados se ubicaron Durán; la representante del Ministerio de Desarrollo nacional, Laura Costa; y la subsecretaría de Hábitat nacional, Marina Klemensiewicz. Durán detalló en su discurso que desde 2004 que intervienen en ambas márgenes del río mediante el Promeba -hoy plan de Hábitat- para mejorar la calidad de vida de 4.200 familias. “El compromiso desde la Provincia es seguir trabajando”, afirmó. El emprendimiento, además de casas, prevé la regularización de los terrenos, el ordenamiento del espacio público y mejoras ambientales mediante conexiones a cloacas y agua potable. 

Alfaro aseguró que se están atravesando momentos duros, pero que no pierde las esperanzas de que se reactive la obra pública. “Le agradecemos al Presidente por este esfuerzo”, añadió. Klemensiewicz precisó que dentro del plan ya firmaron convenios para que en Tucumán se inviertan $700 millones (la obra que inició es por $30 millones). “Reivindicamos el trabajo en equipo, somos uno: Municipio, Provincia y Nación. No tenemos tiempo, frente a la necesidad, de separarnos por la política”, instó. Hubo algunos gestos de incomodidad en el escenario. Amaya instó a los vecinos, como la señora que le gritó, a ser “inspectores” de las obras. Contextualizó el proyecto en la iniciativa “Hambre Cero” y en la lucha contra el narcotráfico. “La droga mata a nuestros jóvenes. Hay que unirnos, que el Estado trabaje. No sólo en este barrio”, afirmó. Al finalizar el acto, Amaya reiteró que la Provincia no tiene planificadas obras de vivienda y hábitat. “No hubo una presentación de los problemas de la provincia. Si la tienen, no la presentaron a la planificación de lo que harán con hábitat o vivienda”, dijo. Agregó que habló con la secretaria de Obras, Cristina Boscarino, para pedirle que hagan trabajos en los márgenes que protejan las que realiza la Nación en caso de desbordes. 

“Desde que Domingo Amaya asumió (como secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación) comenzamos seis obras. Si no hubiésemos tenido planificación previa, eso no habría sido posible”. El titular del Instituto Provincial de Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu), Gustavo Durán, defendió las políticas de vivienda y de hábitat del Gobierno provincial. Ratificó que se ejecutan 1.800 casas, que iniciará los trabajos por otras 1.400 y que están en marcha 5.000 “mejoramientos habitacionales” (módulos).

“Hablo constantemente con Amaya, no entraré a polemizar con él. Quiero que se hagan obras en la provincia. Estoy convencido de que tenemos los proyectos y esperamos las inversiones”, afirmó, y dio por finalizada la polémica. 

Luego de que Amaya dijera a LA GACETA que Tucumán era uno de los pocos distritos sin haber presentado planes y de que Durán lo desmintiera, la Cámara Tucumana de la Construcción (CTC) había emitido un duro comunicado avalando a Amaya. 

“Para nada estamos de acuerdo con lo que dice la CTC. Lo tratamos con las áreas de Obras Públicas. Es impensable que el presidente de la entidad (Enrique Mafud), que es una persona que viene trabajando desde hace más de 10 años con el Ipvdu, desconozca qué es lo que tenemos en proyecto. La planificación estratégica no se mide por las obras que están en ejecución. Eso es directamente proporcional a los recursos para llevarla adelante. La planificación está”, explicó. 

Detalló que en años anteriores hacían entre 3.000 y 4.000 casas por año y que ahora se realizan 1.500. Además, consignó que las demoras en Manantial Sur se deben a la readecuación de proyectos que tuvieron que hacer. 

La CTC había emitido un pronunciamiento en el que afirmaba que los dichos de Durán contrastaban con la “decadencia, desidia e indolencia de varios años en materia de obra pública”. Habían expresado que había viviendas prácticamente terminadas hace dos años que no se entregaban porque estaban abandonadas por falta de pago. Al tiempo, añadía que los módulos mencionados no eran entregados por la falta de un mecanismo idóneo de readecuación de precios.

El escrito estaba firmado por Mafud y por el secretario Sandro Misuriello.

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