La ola amarilla arrasó y ahora se enfoca en 2019

La ola amarilla arrasó y ahora se enfoca en 2019

Con Héctor Baldassi a la cabeza, la boleta del Presidente mejoró en dos puntos el desempeño frente al de las Paso. Quedó abierta la carrera interna para la postulación a la gobernación, que se definirá en menos de dos años. Baldassi, Mestre, Negri y Juez, anotados.

 

Con una magnitud de adhesión todavía más amplia que la recibida en las Paso de agosto, la avalancha de votos macristas volvió ayer a cubrir la mayor parte del territorio cordobés.

La adhesión a la lista de diputados nacionales por Córdoba que representarán desde diciembre al presidente Mauricio Macri en el Congreso replicó, dos meses después, su paso implacable.

 

La victoria sobre el PJ se amplió en algo más de dos puntos. Pasó de los 15,83 de las primarias a 17,97 de anoche.

 

Capital, igualada al interior en un amarillo furioso

Cambiemos domina el interior: ganó en 18 de los 26 departamentos

Quieren consolidar un espacio progresista

La decisión la tiene el inquilino de los votos

El plebiscito de Macri perjudicó a terceras fuerzas

A Schiaretti lo volvieron a golear, pero no se inmuta

Cambiemos ratificó su predominio en Córdoba

A dos años de llegar al poder, el jefe de Estado revalidó en las urnas el vínculo que desde 2015 lo une con los cordobeses y se afianza, al menos hasta aquí, elección tras elección. Además, por primera vez, logró que un cabeza de lista opositor no radical salga victorioso de comicios legislativos en la provincia.

Con el plafón que le dio Cambiemos –en especial la fuerte estructura del radicalismo en la Capital y el interior–, pero potenciado por el imán de Macri, Héctor Baldassi se impuso frente a la poderosa Unión por Córdoba.

CIUDAD DE CÓRDOBA. Capital, igualada al interior en un amarillo furioso

CAMBIEMOS. El Gobierno se fortaleció con un triunfo nacional

EN EL PAÍS. Amplia mayoría demográfica

El oficialismo provincial, inventor del “cordobesismo”, fracasó de manera consecutiva luego de dos campañas en las que, sin referente nacional en quien espejarse, no pudo sortear la trampa de la polarización nacional.

Pese al reenfoque del discurso tras las primarias, la apelación a la “defensa de Córdoba” no fue suficiente frente a un Presidente que es visto por la mayoría de los cordobeses como un aliado y no un enemigo.

El gobernador Juan Schiaretti, sin el rol protagónico de las Paso, tuvo el 13 de agosto y el 22 de octubre a su “amigo” Macri como un adversario imbatible en las urnas.

Para la coalición opositora provincial, el resultado no hace otra cosa que transformarse en la plataforma desde la cual comenzar a trazar el plan para intentar recuperar el poder en el 2019.

Anoche, en el colmado búnker montado en el hotel Holiday Inn, abundaron los mensajes en esa dirección.

Baldassi, Ramón Mestre, Mario Negri y Luis Juez, cada uno con sus fortalezas, debilidades y posibilidades comenzaron la carrera hacia una candidatura para la Gobernación.

Al declarar sobre 2019, Mestre fue medido. “Los dirigentes de Cambiemos tenemos que ser capaces de encontrar la manera de entendernos”, dijo.

Baldassi repitió que forma parte del “equipo del Presidente” y dejó todas las puertas abiertas.

Lo obvio: el exárbitro, taquillero como nadie hasta aquí, y Mestre, a cargo de la segunda ciudad más grande del país, parecen largar con una luz de ventaja por sobre el resto.

Igual –y todos lo saben–, este Macri “XL”, fortalecido por encima de las expectativas propias, será quien bendiga o no a los aspirantes. Para eso falta. Además, esa disputa por venir será de otro calibre respecto de la de ayer.

La frase “fin de ciclo” se instaló anoche en el discurso opositor. Se oirá hasta el cansancio durante los próximos dos años.

Las penas son todas ajenas

El mayor pecado de la alianza, no obstante, es no poder exhibir todavía un candidato que cuente con el respaldo de todos para la pelea por el poder real en 2019. Para sacarle provecho al envión de las urnas, el momento inmejorable era anoche.

Pese al rutilante triunfo, Cambiemos se parece a un lago congelado. Desde el mismísimo momento en que se conformó la lista, en junio, después de que el mestrismo estuviera a segundos de no firmar, molesto con el quinto lugar de Diego Mestre, la coalición cruje con intensidad variable. La capa de hielo es todavía delgada.

Los esfuerzos por mostrarse unidos y sin fisuras en la fresca victoria no coinciden con las rencillas y los codazos internos que abundan y que, en parte, hasta son lógicos.

Juez trabajó en las horas previas para que la foto victoriosa no saliera movida. Sabe que el PJ buscará transformar la debilidad ajena en fortaleza propia. El embajador y el jefe municipal capitalino volvieron anoche a mostrar sintonía.

Mestre planificó durante la última semana un festejo propio que se realizó anoche en la Casa Radical. Celebró la cosecha capitalina junto a su partido, al que conduce sin necesidad de presidir. Al brindis no se plegó ningún socio.

El jefe de campaña, Orlando Arduh, terminó celebrando en el búnker porteño de Cambiemos. Fernando de Andreis, secretario General de la Presidencia, lo invitó. Negri y Nicolás Massot también festejaron en Buenos Aires.

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