Desde temprano, en la Escuela 34, los estudiantes y docentes se prepararon para la gran cita, es que según contó la vicedirectora de la institución, Cristina Dasseiville, la muestra sería una fiel demostración de todo el trabajo que se realizó en lo que va del año.

A lo largo y ancho del hall principal de la escuela, ingeniosos títulos como Cuentos de dragones; El misterio del mayordomo; Teatro leído; Horacio Quiroga; Leyendas argentinas; El hombre invisible; Poesías americanas, invitaban a recorrer todas las aulas, mientras los alumnos disfrutaban de la charla brindada por el escritor local, Bernardo Loustalot.

En diálogo con El Eco de Tandil, la educadora explicó que “es el proyecto nacional de maratón de lectura que se da en todas las escuelas pero nosotros quisimos hacer un proyecto especial, dado a que es abierto a toda la comunidad”.

Detalló que “se invitaron escritores de Tandil porque uno de los proyectos de los chicos de 6to. año, por ejemplo, partió del mundial, estudiaron todos los países que participaban, empezaron a investigar sobre escritores y poetas de Latinoamérica, y de ahí hicieron una selección de poesías y de autores”.

“A su vez -agregó- como nosotros estamos trabajando en un proyecto institucional del cuidado del medioambiente, hicieron reciclado de papel y con eso hicieron una antología, hicieron las tapas de los libros y los souvenires. El proyecto que presentó la bibliotecaria fue éste, compartir distintos momentos, porque son todos proyectos que se están trabajando en prácticas del lenguaje, en los distintos grados, entonces cada grado exponía lo que había estado trabajando hasta el momento y la mayoría parte de todos los libros que ha enviado el Ministerio de Educación de la Nación”.

Dasseiville insistió en recalcar que “la Maratón Nacional de Lectura se hace todos los años, pero nosotros quisimos hacer algo que fuera significativo para los chicos y para los padres, a su vez que ellos veían que estaban trabajando en la casa, lo que estaban trabajando en la escuela también”.

 

“Salió fantástico”

 

“La verdad -resaltó- salió fantástico, tuvimos la visita de las inspectoras, se fueron muy contentas, los chicos participaron de mil maravillas. Si vieron la sala que lleva el cuento de Horacio Quiroga, lo representaron caracterizando a los personajes y hacían los cuentos como si ellos fueran los autores”.

Contó que también “en el centro de la sala había un café literario, donde se servía café, y cada papá iba y se sentaba en la sala, agarraba un libro y lo leía”.

“Desde hace ya varios años que venimos trabajando con esto -informó- y es cada vez más el entusiasmo que tienen los chicos por venir a la biblioteca y leer porque tenemos una bibliotecaria que hace que los chicos gusten y sientan placer por la lectura, mismo en los salones, cuando se da la hora de prácticas del lenguaje, los chicos solos piden qué libros van a leer”.

Afirmó entonces que “están enganchados, y a su vez esto hace que los chicos lleven libros a sus casas y que los padres también lean”.

“La verdad es que estoy encantada y este año me parece que superó la apuesta del año pasado”, celebró por último la educadora.