Abriga expectativas de mejorar la recaudación y el índice de coparticipación para achicar el déficit de 100 millones que pautó en el proyecto de presupuesto.

El intendente de Santa Rosa, Leandro Altolaguirre, afirmó que recibió la ciudad como “un avión en picada” y, luego de un año de gestión, “la estabilizamos para evitar la caída”. El jefe comunal volvió a ensayar un balance positivo y se ilusionó con mejorar los índices de recaudación y coparticipación para achicar el déficit de 100 millones de pesos que prevé el presupuesto que giró la Concejo.

“Se verá si se puede concretar lo planificado, siempre se siguen gestionando ante la Provincia y Nación y algunas otras alternativa de financiamiento”, dijo. “La intención es poder contar con el presupuesto y la tarifaria la semana que viene”, luego de la ronda de consultas con los funcionarios.

“Cuando digo que me siento más que satisfecho no es por cómo se encuentra la ciudad, sino por haber ido revirtiendo la situación en la que la recibimos, que era muy compleja. Tomamos la ciudad como si fuera un avión en picada, en plena aceleración, y lo primero que hay que lograr es disminuir la velocidad y estabilizarlo para evitar la caída. Hemos podido estabilizar la cuestión”, aclaró en declaraciones radiales.

Además, señaló que “ahora el objetivo es empezar a remontar la ciudad, para eso en 2017 está proyectado la iniciación de varias obras de saneamiento de la ciudad, y esperamos para fines de 2017 tener los primeros proyectos del plan director de saneamiento, en conjunto con Nación y la Provincia, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarollo para hacer las licitaciones de esas obras estructurales”.

“Hay que pensar en serio en una ciudad para treinta o cuarenta años. Hay que ver si para fines de 2017 también podemos finalizar el plan estratégico para el desarrollo integral, no para pasar el momento actual sino para tener seguridad jurídica para quienes quieren invertir en la ciudad”, indicó.

El intendente relativizó una encuesta que se difundió en los últimos días y que arrojaba una baja imagen positiva de la gestión. “Si me tenía que mover por la encuestas no era candidato a intendente porque no marcábamos, no existíamos en las encuestas. Los estados de ánimo varían. Se hizo en octubre, cuando llovió muchísimo y explotaron los baches en toda la ciudad. Se acordaban de mi mamá en cada bache en el que caían”, bromeó.

Incendios de La Malvina y el relleno

Por otra parte, insistió con la sospecha de que el incendio que se desató esta semana en La Malvina fue intencional. Destacó la colaboración del ejército y distintos organismos, que evitaron que hubiese heridos y que las llamas llegaran a las viviendas de la zona.

En cuanto al fuego que consumió la planta de reciclado del relleno sanitario, dijo que iniciaron un relevamiento para conocer el acopio que tenía cada reciclador y abrió la posibilidad de que se les entregue el dinero que habrían obtenido por la comercialización.

“Se puso a disposición un galpón alternativo, más chico, para desarrollar la actividad en forma provisoria. Y se está por adquirir una nueva prensa, ronda los 300 mil pesos, para poder hacer los atados que se compactan y mandan en camiones a Bahía Blanca o Buenos Aires. Estamos viendo como recuperar las instalaciones”, describió la situación.

Interna

Con respecto a la interna de la UCR de este domingo, dijo que espera los resultados “con ansiedad” y que la lista que lidera su hermano pretende “darle una nueva impronta al partido”. “La UCR ha sido excluyente y tiene que ser incluyente, abierta. No pertenecemos a ninguna línea histórica sino que nos hemos puesto de acuerdo para trabajar para adelante para llegar a políticas de estado a partir del esfuerzo de cada militante”, cerró.