Cada anuncio gubernamental de la gestión de Martín Buzzi ha terminado en una frustración para los trabajadores, ya que no se ha podido recomponer la situación sino que más bien por el contrario, ahora los desocupados de Alpesca tienen un gran descrecimiento de cada medida que se adopta.

El arrendamiento de los bienes para su explotación por parte de una presunta empresa norteamericana que terminó siendo una sociedad anónima radicada en Trelew, fue el último capítulo, aún sin terminar, que estuvo en danza desde mitad del año pasado hasta ahora. Se les otorgaron cinco permisos de pesca, tres de langostino y dos para centolla, tomaron posesión de la planta de procesamiento y de los siete barcos que técnicamente siguen siendo propiedad de Alpesca, ya que la expropiación sigue en su trámite inicial.

Con este panorama, y con un comienzo de año con cortes de ruta con motivo de la negativa de los nuevos ‘inquilinos’ de hacer lugar al pedido de los sindicatos para que se les reconociera la antigüedad y la categoría al personal que se fuera a emplear, hicieron que los tiempos se aceleraran.

La semana pasada era casi inminente la salida de Red Chamber porque se había pedido que se cancele el contrato de alquiler, al no aceptar garantizarles los derechos laborales a los trabajadores. No obstante, a último momento la empresa solicitó tiempo, una semana o diez días para reevaluar su continuidad, al tiempo que desde la toma de posesión de la planta hasta el momento no se ha realizado ninguna reparación ni mantenimiento ya que todo podría quedar en ‘aguas de borrajas’.

En tanto, los sindicatos de la alimentación y la marinería, cansados de tantos vaivenes y ningún resultado, optaron por concurrir a Buenos Aires para tomar contacto con autoridades del Ministerio de Agricultura de la Nación y puntualmente de la Subsecretaría de Pesca para poder analizar, en ese ámbito, algún tipo de alternativa o salida distinta a las que hasta el momento ha venido barajando el gobierno provincial.

Los gremios pedirían asistencia técnica, pero fundamentalmente apoyo político, ya que lograr una salida para Alpesca requeriría de una decisión política firme. Y, es que los trabajadores siguen teniendo en carpeta la idea de avanzar en un esquema de “empresa recuperada”, aunque para ese caso deben darse determinadas características y procesos judiciales, pero lo cierto es que Alpesca no está concursada ni tiene pedidos de quiebra.

A todo esto, desde el STIA se patrocinó a alrededor de seiscientos trabajadores para que interpusieran un recurso de amparo en los tribunales de Puerto Madryn para poder certificar sus créditos laborales de sueldos caídos e indemnizaciones. El planteo colectivo tuvo por objeto que se inhiban las cuentas de la sociedad ante un eventual avance del proceso de expropiación.

La asesoría legal del sindicato planteó que se los tenga por presentes al momento que finalice el juicio de expropiación, y provincia deposite los 114 millones de pesos, o el monto que se determinare, y con ese dinero sea destinado a los empleados para que cobren lo adeudado. El recurso de amparo está en trámite al igual que el juicio de expropiación. Alpesca es una margarita que cada día tiene menos pétalos.