Alperovich le enrostró a Amaya que él “lo puso”

Alperovich le enrostró a Amaya que él “lo puso”

Rechazó los argumentos amayistas contra el traspaso del barrio. “Los movimientos (del amayismo) son más políticos que relacionados con la realidad de la gente”, reprochó.

No expresó duda alguna. Para el gobernador, José Alperovich, la oposición del amayismo legislativo a que se incluya el barrio “Manantiales Sur” en la capital fue política. El mandatario rechazó categóricamente ayer los argumentos con los que la legisladora Beatriz Ávila -que responde al intendente Domingo Amaya- sostuvo su voto negativo en la sesión del martes. “Los movimientos son más políticos que relacionados con la realidad de la gente. Era imposible que la comuna (de San Felipe y Santa Bárbara) atendiera las necesidades de los vecinos”, descartó. Aseguró que la ciudad, en cambio, tiene “todos los elementos” para hacerlo. 

“En estos 11 años, a la Capital le venimos dando recursos y ayudándole. Entró en el Pacto Social. Dinero no le va a faltar, como no le ha faltado nunca. Cuando nosotros lo hemos puesto a Domingo Amaya como intendente, se debían seis meses de sueldo y todos decían que la Municipalidad era inviable ¿Cómo no vamos a ayudar en esto?”, justificó Alperovich.

El titular del PE prefirió no contestar al ser consultado por LA GACETA sobre el reclamo que Ávila hizo por $ 116 millones que la Provincia retendría de lo que le corresponde por coparticipación nacional a San Miguel de Tucumán. “Estamos en democracia, que cada uno diga lo que crea”, se limitó a responder. 

En el recinto, Ávila -es esposa del secretario de Gobierno municipal, Germán Alfaro- había cuestionado la celeridad con la que el proyecto para anexar la barriada había llegado a sesión (ingresó el jueves), el origen de los recursos que insumirá afrontar la prestación de servicios públicos y la falta de consulta a Amaya. “No se dice de dónde saldrán los recursos. El municipio tiene que tener un mayor presupuesto. Y no entiendo por qué no se habló con el intendente, era lo menos que podía hacerse”, había disparado. Había añadido también que, según un estudio, la administración de la Capital habría recibido desde 2004 $ 116 millones menos de lo que le correspondería por coparticipación. “Vamos a ver quién debe a quién”, había desafiado la amayista.

La iniciativa para ampliar el límite sur capitalino e incluir en su jurisdicción el emprendimiento de 2.500 casas sociales “Manantiales Sur” -en construcción- fue aprobada por 29 adhesiones del bloque mayoritario “Tucumán Crece”.

Nueve opositores y Ávila se expresaron en contra. El otro legislador amayista, Alfredo Toscano, no participó de la sesión. Esta fue la primera vez en la era alperovichista que el amayismo disintió a la hora de votar un proyecto impulsado por la Casa de Gobierno. 

Los cruces entre ambos sectores del oficialismo vienen subiendo de tono desde principios de año. Es la segunda vez en el año que los fondos coparticipables son puestos en el tapete por la Municipalidad. En abril, el secretario de Hacienda de capitalino, Silvio Bellomío, había reclamado públicamente a la Provincia unos $ 170 millones de recursos coparticipables y recaudación que, dijo, habrían sido retenidos. 

La Casa de Gobierno había respondido de inmediato. El ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, y el senador Sergio Mansilla le habían enrostrado una deuda de $ 600 millones. 

Las diferencias entre el amayismo y el alperovichismo se profundizaron el año pasado, cuando la Casa de Gobierno excluyó a Amaya del armado de la lista de candidatos a diputados del Frente para la Victoria. Desde entonces, proliferaron los rumores sobre las intenciones del jefe municipal de pelear por la gobernación.

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