Alperovich cruzó a Amaya por la “re-re”

“A la política no se la hace hablando, sino trabajando”, manifestó el gobernador

“A la política no se la hace hablando, sino siendo sincero y trabajando”. Contundente, el gobernador, José Alperovich, respondió ayer a las críticas del intendente capitalino Domingo Amaya. El jefe municipal había cuestionado que el alperovichismo esté ocupado, a su criterio, en la reelección indefinida para legisladores y no en problemáticas de la provincia como la desocupación y la inseguridad. 

“Es muy fácil hablar. Ustedes me ven todos los días trabajando para combatir la desocupación. Gracias a Dios, Tucumán no está tan mal, tenemos el índice de desempleo del 6%. Cuando asumí era del 25%. Estamos (peleando) cuerpo a cuerpo. Conseguimos planes interzafra para más de 25.000 obreros y estamos trayendo obras públicas. Si algo me desvela es tratar de mantener el empleo”, refutó Alperovich molesto. El titular del Poder Ejecutivo no dudó en relacionar los dichos del intendente con el contexto preelectoral. “Leí un artículo de LA GACETA que decía que (Amaya) en 2006 decía otra cosa (sobre la reelección indefinida). Saquen ustedes las conclusiones”, deslizó. 

Alperovich supervisó ayer un operativo de limpieza sobre la calle Alfredo Palacios, cerca del puente Lucas Córdoba. El vicegobernador (con licencia), Juan Manzur, integró la comitiva oficial e intentó bajar el tono al cruce con Amaya y fue más conciliador. “ (Amaya) es un dirigente importante. Lo que tenemos que hacer es sumar esfuerzos y dejar las diferencias de lado. Nos tenemos que unir para llevar respuestas a las necesidades de la gente lo más rápido posible”, expresó. 

Un grupo de parlamentarios manzuristas trabaja en una presentación judicial para que se elimine el tope de mandatos. La estrategia consistiría en cuestionar el artículo 45 de la Constitución provincial (reformada en 2006 por impulso del alperovichismo), dado que la Carta Magna nacional prevé la “re-re” indefinida para los diputados y senadores nacionales. Alperovich había avalado la posibilidad. 

Amaya consideró que el gobernador estaba “totalmente equivocado” al consentir la idea de los parlamentarios. “¿Hay falta de trabajo y los políticos en qué piensan? ¿en ellos? Me ha molestado mucho que se esté pensando en ellos y no en la gente”, había rechazado. 

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