Alperovich abrió la puerta a una pelea fratricida

Por Juan Manuel Asis

Quiénes ganan y quiénes pierden con las ideas del gobernador

El gobernador, José Alperovich, abrió la puertas a una pelea fratricida en el PJ por el primer lugar en la boleta del Frente para la Victoria en 2015. Esta mañana soltó, o se le escapó de su boca, que no le gustaría que su esposa, la senadora Beatriz Rojkés, sea candidata a gobernadora. El sólo decirlo provoca mil preguntas y especulaciones.

¿Quiénes son los que más contentos se pueden poner con la noticia? Primero, obvio, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, el que "se cree" el elegido del mandatario para que lo suceda. Luego, hasta Domingo Amaya que, en caso de pelear por fuera de las estructura del PJ, no tendrá que enfrentar a la esposa del titular del Poder Ejecutivo. 

A quien se le debe haber borrado la sonrisa del rostro con lo que señaló Alperovich es al ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, quien viene promoviendo la dupla Rojkés-Jaldo. Viene pintando paredes hace rato, situación que lo puso en la vereda de enfrente de Manzur. O sea, quedaron enfrentados en la pelea por un eventual primer lugar. 

A quien tampoco la noticia le va a caer bien será a la propia senadora, que viene recorriendo la provincia acumulando adhesiones. De golpe, sin pensarlo, se queda fuera del primer lugar. Más vale que ya lo supiera, porque no le será agradable enterarse por los medios que su propio marido la dejó fuera del primer puesto. 

Por donde se lo mire, la definción política que Alperovich soltó altera el mapa político en el oficialismo y, además, genera heridos, lo que en política nunca es aconsejable. Menos a tanto tiempo de los comicios, porque siempre hay dirigente dispuestos a levantarlos en carretilla.

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