De Almeyda a Vivas, qué aspectos cambio Banfield y qué recaudos deberá tomar Boca

De Almeyda a Vivas, qué aspectos cambio Banfield y qué recaudos deberá tomar Boca

Boca tendrá el domingo un rival que le puede complicar las cosas más de la cuenta. 

El equipo de Rodolfo Arruabarrena es el líder del campeonato y el Taladro llega a doce puntos de diferencia, pero (por el estilo de juego y las características de sus intérpretes) le puede ofrecer una batalla de igual a igual. Lo cierto es que este Banfieldde Claudio Vivas no es el mismo equipo que dirigía Matías Almeyda. Hubo algunos cambios que estabilizaron su rendimiento, que lo hicieron más regular.

Con Almeyda (1): apenas 29 segundos de partido y Boca le generó un ataque 3 vs. 4 en Formosa. 

La modificación más notoria fue el ingreso de un mediocampista de marca en lugar de un delantero, pasando del esquema 4-2-1-3 al 4-3-3, con el ingreso de Iván Rossi para colaborar en la recuperación de la pelota con Nicolás Domingo, Erviti más suelto y luego Cuero, Gio Simeone y Cazares o Castillón. En el clásico contra Lanús jugó el ex Racing, ante Boca lo haría Cazares, uno de los futbolistas que más (y mejor) utiliza el recurso de los remates desde afuera del área en el fútbol argentino.

Ahora, además, Banfield es un equipo más corto para atacar y defender. Juega más largo, con pelotazos hasta ¾ del campo rival y presiona la segunda pelota en bloque. Y, al mismo tiempo, busca que la defensa juegue cerca de los volantes.

Con Vivas (1): equipo más corto y ordenado en el clásico ante Lanús. 

Banfield defiende más en bloque, es más paciente para marcar, más ordenado en el retroceso y nueve de los once jugadores pasan la línea de la pelota para tratar de recuperar. Por eso el equipo ya no juega tanto al golpe por golpe. Los defensores no tienen como primera alternativa anticipar a los delanteros rivales, sino frenar los avances, aminorar las marchas adversarias para darle tiempo a los mediocampistas a que vuelvan y el equipo pueda marcar con superioridad numérica. Antes, con Almeyda, era más común ver a Bianchi Arce, Noguera o Vittor defender muchas veces mano a mano en el fondo. Ahora no quedan tan expuestos, no tienen problemas en ubicarse cerca del arquero y reciben la primera colaboración de Domingo (y también de Rossi).

Con Vivas (2): con casi todo Banfield retrocediendo y pasando la línea de la pelota para defender ante Lanús. 

Banfield ahora visitará a un Boca que juega con un esquema 4-3-1-2 que se desdobla al 4-3-3, sistema que utilizó Lanús en el clásico de la 24° fecha y que el Taladro no tuvo problemas en contrarrestar jugándole de contraataque.

Con Almeyda atacaba más: tenía un promedio de 6,05 llegadas a favor y de 13,6 remates por partido (5,8 de ellos al arco); con Vivas busca ser menos impulsivo como equipo, pero atacar mejor. Suma un promedio de 4,5 llegadas a favor y de 10,6 remates por partido (4,6 de ellos al arco). Es más sólido: recibe menos goles y le generan menos situaciones en el arco de Bologna.

Con Almeyda, Banfield se enfrentó a Boca por los 16avos. de la Copa Argentina y perdió 0-3 en Formosa. Formó 4-2-1-3 con Bologna; Bettini, Bianchi Arce, Vittor y Civelli; Domingo y Abelairas; Cazares; Cuero, Gio Simeone y Castillón. Tuvo una chance al minuto con un remate de Castillón que dio en el travesaño, pero después quedó muy expuesto a la diferencia de jerarquías en cada ataque, defendiendo mano a mano, como en la jugada del gol de Pablo Pérez (ver imagen). El partido fue de ida y vuelta, golpe por golpe, a puro vértigo. Vivas vio el DVD por estas horas. El del domingo, se intuye, el encuentro tendrá un ritmo menos intenso. Al menos, eso pretenderá Banfield..

 

 

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