La diligencia se llevó a cabo en una vivienda ubicada en Bolivia 264.

En el lugar la Policía Federal tenía denunciado que se realizaba la venta de drogas.

La actividad había llegado a tener tal magnitud que no se disimulaba la cantidad de compradores que se acercaban a pie o en motocicleta a “transar” estupefacientes. 

Así quedó demostrado de filmaciones y otros elementos de investigación que acercaron al fiscal Dr. Patricio Mugica Díaz efectivos a cargo del comisario Eduardo Andrés Tinnirello, titular de la Policía Federal.

Luego de meses de seguimientos y colectar pruebas, se confirmó que la pareja que habitaba la vivienda realizaba la venta en la misma vereda y que atendía en algunos casos hasta diez consumidores por hora.

El Juzgado de Garantías 3, a cargo de la Dra. María Eugenia Maiztegui, libró las órdenes de allanamiento, para dos domicilios. Uno el de calle Bolivia y el otro de avenida Moreno al 1200 que solía frecuentar la pareja.

La diligencia la realizaron efectivos de la Federal, acompañados por el Secretario Judicial Dr. Juan Francisco de la Torre y el ayudante Fiscal de drogas Dr. Gustavo Telesco.

Las comitivas irrumpieron en ambos objetivos entrada la noche del viernes y se retiraron en la madrugada. Durante los mismos no cesó la cantidad de jóvenes que se acercaron al domicilio allanado a comprar drogas.

Al arribo de la policía encontraron a cinco que estaban esperando para realizar la transacción. Sus bicicletas y motos quedaron frente a la vivienda mientras se realizaba la diligencia policial.

Fuentes judiciales indicaron a EL INFORMANTE que todo el procedimiento se desarrolló sin inconvenientes gracias al profesionalismo de los efectivos policiales. 

Una de las cuestiones más delicadas durante la tarea fue llegar al lugar sin alertar a los sospechosos. La narcocriminalidad ha logrado un importante grado de perfeccionamiento en sus actividades ilícitas. Se vale de vigías, comúnmente denominados “soldados”, que ubicados estratégicamente se encargan de alertar sobre cualquier presencia sospechosa en la zona.

Se ha adaptado y además de cambiar los lugares de “transas”, armaron una red de distribución para la venta al menudeo, manejando poca cantidad de mercancía, que renuevan periódicamente, para evitar que ante un secuestro judicial haya importantes pérdidas.

Así es que el proveedor entrega una cantidad limitada de estupefacientes, para la venta diaria y su reposición se efectúa entre tres a cuatro veces por semana.

En la casa de Bolivia 264 se secuestró 25 gramos de marihuana, fraccionada en 16 envoltorios, listo para su comercialización; y 82 gramos en bloque para su estiramiento. Además 21 gramos de cocaína y 146 gramos de sustancia para estiramiento y corte. 

Entre los elementos secuestrados también hubo una balanza, dinero de baja denominación y varios teléfonos celulares. 

Se tomaron testimoniales a ocasionales compradores y el Dr. Patricio Mugica Díaz dispuso para Máximo Daniel Palmuchi Y Cintia Gisell Gorosito, su aprehensión imputados de Comercialización de Estupefacientes y Tenencia de Estupefacientes con Fines de Comercialización.