Alimentos con sobreprecios: el clan Lusardi ya había sido beneficiado por un ex ministro de Vidal en otra millonaria licitación

Alimentos con sobreprecios: el clan Lusardi ya había sido beneficiado por un ex ministro de Vidal en otra millonaria licitación

Dos de las empresas del “Grupo L” fueron contratadas en 2018 para traslado y alojamiento de docentes y alumnos a jornadas de capacitación, por un monto de casi $300 millones. Otras ofertas fueron desestimadas. Lusardi es uno de los empresarios que ganó la licitación de alimentos luego anulada

La polémica licitación impulsada por el Ministerio de Desarrollo Social para comprar alimentos en medio de la crisis por el coronavirus expuso de manera brutal un sistema que alimenta el negocio de un puñado de empresas: los proveedores del Estado compran la mercadería a los productores y luego la revenden con enormes márgenes de ganancia. Dicho en otros términos, con sobreprecios. El clan Lusardi, dueño del “Grupo L”, logró romper la grieta y acumula decenas de negocios en gobiernos macristas, peronistas y kirchneristas. Durante la gestión de María Eugenia Vidal, hubo un caso paradigmático. Dos de las firmas de Lusardi pugnaron en 2018 junto a una decena de empresas por un millonario negocio de casi $300 millones. Solo quedaron en el camino las empresas del Grupo L. La polémica licitación lleva la firma del entonces Director General de Cultura y Educación, Gabriel Sanchez Zinny, uno de los pocos vidalistas que logró hacerse un lugar en la Ciudad de Buenos Aires.

La licitación 4/2018 buscaba contratar el alojamiento (con media pensión y pensión completa), alquiler de salones equipados, traslados y hasta el catering para las jornadas de capacitación y encuentros con alumnos y docentes de la provincia de Buenos Aires.

Los Lusardi se presentaron con “Equis Quince” y “Blue Catering”. Esas dos firmas tienen su sede en San Martín 66, el mismo edificio donde funcionan otras dos empresas del “Grupo L” que “ganaron” la licitación de los alimentos: Teylem SA y Forain SA, una firma dedicada a la limpieza que misteriosamente apareció vendiendo 340.000 envases de fideos y la misma cantidad de lentejas secas en envases de 400 gramos.

San Martín 66. En ese edificio funcionan varias de las empresa de Lusardi.

Equis Quince y Blue Catering “compitieron” con otros ocho oferentes: Bio-Limp Soluciones de calidad SA, Olile SRL, Dynamo Group SRL, Bagala SA, Total Producciones SA. Gyuland SRL, Cookery SA, e Interlands SRL. Pero dos de las ofertas fueron declaradas inadmisibles “por no cumplir con lo solicitado en el pliego de bases y condiciones” y otras seis directamente fueron rechazadas “por resultar contrarias a los intereses fiscales”, según consta en la resolución firmada el 30 de mayo de 2018 por Sánchez Zinny y por el entonces jefe de Gabinete, Federico Salvai.

De esa manera, el negocio quedó servido para las dos empresas de los Lusardi. Blue Catering conformó una UTE con la empresa Plusmar porque no se dedicaba al transporte y se alzó con los renglones 5, 6, 7, 8 y 9 de la licitación (era los traslados y el catering), lo que totalizaba $ 102.531.500. La otra empresa de Lusardi, Equis Quince, se quedó con el resto de los renglones del pliego referidos al alojamiento en ciudades como Tandil y Mar del Plata por un total de $ 186.922.100.

Conclusión: la dos empresas de Lusardi se llevaron una licitación de $289.453.600.

La resolución final, publicada el 14 de junio de 2018 en el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires, detalla que “el costo de la contratación será afrontado por medio de distintos programas nacionales destinados a financiar la implementación de líneas de acción incluidas en el Plan Operativo Anual Integral del año 2018 en la Provincia de Buenos Aires, en el marco del Plan Estratégico Nacional 2016-2021 Argentina Enseña y Aprende”.

Lejos de los formalismos, un empresario que participó de ese proceso admitió ante Infobae que era una licitación a medida de los Lusardi, que utilizaron sus vínculos con ex funcionarios de Cambiemos para ganar licitaciones millonarias en varios ministerios de la Provincia y en numerosos municipios. “Algunos eventos de los que estaban proyectados no se hacían y otros no tenían la cantidad de alumnos que se planteaba en los pliegos, dejando una enorme ganancia para las empresas”, explicó esa misma fuente.

Otra forma de incrementar el negocio habría sido el sobreprecio en el precio del kilómetro. El pliego totalizaba más de 200 mil kilómetros repartidos en cuatro renglones de la licitación.

Plusmar ganó la licitación en UTE con Blue Catering

Negocios ligados a la política

El “Grupo L” es un grupo de empresas que reúne a Teylem SA, Equis Quince, Blue Catering, Forain y Cook Master, entre otras. Su principal referente es Víctor Lusardi aunque en la mayoría de las empresas aparece uno de sus hijos, Sebastián, uno de los visitantes asiduos a la mansión familiar ubicada en el Barrio “El Faro” de Carmelo (Uruguay).

Equis Quince, una de las ganadoras de la licitación que otorgó Sánchez Zinny y el entonces encargado de la Subsecretaria Administrativa Diego Taurizano, acumula otros negocios en la Ciudad de Buenos Aires, en el partido de Tres de Febrero y en la provincia de Buenos Aires. A nivel nacional, ganó varias licitaciones en Desarrollo Social durante la gestión de Carolina Stanley, en la ANSES, ACUMAR, en el Ministerio de Educación y hasta en el Hospital Posadas, uno de los lugares donde las empresas de Lusardi se movieron con soltura.

Lusardi ganó la refacción de la confitería del Hospital Posadas.

Según la última asamblea, el presidente de esa empresa es Eduardo Martínez, que también aparece en Forain SA, la empresa de limpieza del grupo que se presentó en la polémica licitación de los alimentos que terminó siendo anulada por el presidente Alberto Fernández. Sebastián Lusardi es el vicepresidente y su padre el director suplente.

Blue Catering también concentra sus negocios en la provincia de Buenos Aires, con licitaciones en el Hospital Posadas, y en la Municipalidad de Vicente López. En su sitio web, la empresa asegura que ofrece “servicios de alta calidad” en la Confitería Paddock del Jockey Club de San Isidro, y en la cuatro Confiterías del Salón Dorado del Teatro Colón. Además, siempre según el sitio web, lleva a cabo las operaciones de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional y en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación.

Uno de los mejores negocios para las empresas de Lusardi es el Servicio Alimentario Escolar (SAE), un programa utilizada para darle de comer a miles de chicos que asisten a escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires. Es una masa de dinero que supera los $3.500 millones anuales, siete veces más de lo que se iba a destinar para comprar alimentos por la emergencia sanitaria.

Hasta 2015, las contrataciones estaban a cargo de los Consejos Escolares, que contrataban en forma directa, casi sin controles. Con el cambio de gestión en la Provincia, la contratación del SAE se hizo por licitación y comenzó a quedar a trasladarse a los Municipios, siempre con fondos que gira la Provincia. Actualmente al menos 23 Municipios, que representan el 50% de los chicos que comen en las escuelas, se encargan de seleccionar las empresas que brindan el servicio. “Ahora deben contratar por zonas y les pusimos más controles como el seguimiento del menú”, asegura un ex funcionario de la gestión de Vidal. Sin embargo, las denuncias de corrupción persisten.

Diversas fuentes consultadas por este medio en la última semana admiten que Víctor Lusardi creció durante la gestión de Daniel Scioli, aunque incrementó su nivel de facturación en los últimos cuatro años. “Siempre asistían a los encuentros de CIPPEC o de IDEA para acercarse a los funcionarios y cerrar negocios”, admitió un ex empleado. En las cenas de CIPPEC, según pudo saber Infobae, las empresas de Lusardi están presentes desde 2013 aunque nunca ocuparon las mesas de la primera categoría.

La crisis del coronavirus no fue la única oportunidad que aprovecharon los Lusardi para hacer negocios. La inundaciones en la provincia de Buenos Aires también abrieron una ventana. “En situaciones de riesgo siempre los llamaban para dar respuesta. En la inundación de La Plata llevaron balsas, víveres secos, y decenas de colchones”, aseguró otra fuente en estricto off the record. Y en las inundaciones de La Matanza las empresas del “Grupo L” aparecían con sus viandas.

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