Alimentos y salud: “Falta, y mucho, educar a los consumidores”

Se propagan los cursos sobre la manipulación, pero se mantienen los índices de enfermedades como el SUH, que ya suma la misma cantidad de casos que en años anteriores. Región Sanitaria I pide extremar medidas.

El peligroso Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) ya registra en la ciudad y la zona, apenas en la mitad de 2014, la misma cantidad de pacientes que en cada uno de los últimos cuatro años y los casos de diarrea -la gran mayoría por el consumo de alimentos contaminados- no disminuyen. Para las autoridades sanitarias, los índices están dentro de los parámetros de rigor y no son para alarmarse.

De todas maneras, lo que preocupa es que la estadística no cede, en contrapartida al crecimiento de los cursos sobre manipulación de alimentos, a través de distintos medios y muchos de ellos de manera gratuita.

En toda la Región Sanitaria I (Bahía y otros 14 distritos) existen Enfermedades de Transmisión por Alimentos (ETA) que son consideradas endémicas, es decir que registran una cantidad determinada de casos por año. Además del SUH y las diarreas, figuran la triquinosis y la hidatidosis, que también experimentó un incremento de relevancia entre 2011 y 2012.

Particularmente las diarreas representan un gran indicador, ya que un alto porcentaje se produce por consumir alimentos contaminados. La mayoría se resuelve sin complicaciones, aunque existe un porcentaje que deriva en situaciones graves, como el SUH, que si bien afecta especialmente a niños de 1 año, puede alcanzar a otros menores y hasta adultos.

La bioquímica Cintia Fernández, encargada de la oficina de Alimentos de Región Sanitaria I, y la veterinaria Jorgelina Scuffi, titular de Epidemiología del organismo, pidieron extremar las medidas, especialmente en lo que denominan “puntos ciegos”, aquellos domicilios particulares donde los efectores de salud no pueden ingresar para control.

Ambas profesionales tienen a su cargo los cursos de manipulación de alimentos, como el que comenzará mañana, con una duración de cuatro encuentros y cupos virtualmente cubiertos.

Suman 130 las personas capacitadas en lo que va de 2014. En general son técnicos, comerciantes, operarios de depósitos, fraccionadores y transportadores.

Sin embargo, las clases están abiertas a todo público y a esa franja se apunta.

“Está bueno que lo haga todo el mundo, por el SUH, la salmonelosis, la triquinosis y enfermedades que podrían no tener cura, como la hidatidosis. La verdad es que falta y mucho educar a los consumidores”, explicó.

Para dimensionar la gravedad del panorama, Fernández resaltó que los elaboradores deben saber, a la hora de manipular alimentos, que una vez puestos en el mercado “pueden generar enfermedades y hasta matar”.

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