RP.- ¿Cuál fue el reclamo ante Oceba y qué respuesta obtuvieron?

Nosotros le pedimos al Oceba que además de las sanciones que aplica a la empresa de energía y los resarcimientos que habitualmente puede aplicar por incumplimiento contractual, lleve adelante el cumplimiento de la figura de daño directo, contemplado en la ley de Defensa del Consumidor.

Esta figura puede aplicarse tanto desde la dirección de Defensa del Consumidor como desde el organismo de contralor -que en este caso es Oceba-. En el caso de la energía eléctrica, es muy difícil precisar cuál es el nivel de daño sufrido por cada uno de los usuarios, porque existen casos en donde en una misma cuadra hay personas que sufren cortes de una hora, otras de cinco y otras de tres días, ya que se trata de distintas fases.

Lo que pedimos es que en lugar de que cada usuario haga una denuncia en Defensa del Consumidor -lo que resulta un trámite engorroso-, el organismo de control que tiene la precisión y la exactitud de la situación de cada usuario en particular -ya sea por falta de servicio, mala tensión, o subidas y bajadas- evalúe el resarcimiento por daño directo. La respuesta que obtuvimos es que dentro de lo que es la normativa, y siguiendo los procedimientos legales, desde Oceba aplican tanto las sanciones pertinentes por contratos de concesión, las leyes que los regulan, como también la ley 24.240 de Defensa del Consumidor. Ellos afirman que la ley es aplicada.

RP.- ¿Desde Edelap existe algún tipo de prioridad ante los clientes?

Hay una lista de prioridades que tienen en el primer escalón a los establecimientos asistenciales como hospitales y salitas sanitarias; también la provisión de otros servicios como es el agua potable. Luego se encuentran los clientes priorizados, como pueden ser aquellos que padecen de algún tipo de problema de salud y necesiten la refrigeración constante de medicamentos o artefactos eléctricos.

RP.- ¿La instalación de grupos electrógenos es una medida a aplicar por Edelap en respuesta los daños ocasionados?

En realidad se trata de dos cosas diferentes. Lo que tiene que ver con el daño directo es un resarcimiento por lo que el cliente ha tenido como un mal servicio. En lo que respecta a personas que por ejemplo sufren de problemas de salud y que su situación médica lo justifica, deben presentar ante la empresa una historia clínica, llenar un formulario y si es justificado quedan en un registro de clientes priorizados. En ese caso, la empresa debe proveer de energía rápidamente, y si el corte se va prolongar tienen que proveerle un grupo electrógeno.

También hay que contemplar la situación de quienes perdieron mercaderías por tratarse de comercios, o rotura de aparatos en las casas o lugares de trabajo a raíz de los cortes o alteraciones en la tensión. En ese caso un técnico debe certificar cuál es la incidencia que el corte o la baja de tensión tuvo sobre el aparato y cuál sería el costo para su reparación, o cuánto cuesta el mismo si no tiene arreglo. Luego se presenta esta certificación en Edelap.

En el caso que se trate de mercadería, los comerciantes tienen que llevar adelante el mismo trámite presentando también las boletas de las provisiones que se habían comprado y que estaban en refrigeración y se perdieron. Esos trámites se hacen individualmente y directamente en la empresa, y si la misma no concede ningún beneficio, se puede hacer el reclamo ante el Oceba, el cual ya impartió instrucciones precisas a Edelap para que les diera tratamiento rápido y favorable.