Alfredo Cornejo: “No habrá un liderazgo único en la oposición, va a ser más horizontal”

Alfredo Cornejo: “No habrá un liderazgo único en la oposición, va a ser más horizontal”

El gobernador de Mendoza, diputado electo y jefe nacional del radicalismo le dijo a Clarín en París que el 40% obtenido por Macri no pertenece a un solo dirigente.

 

​Fue una "derrota digna pero una derrota" y "el radicalismo debe continuar en la coalición de Cambiemos. Pero con otras reglas de juego", son algunas de las definiciones que dejó Alfredo Cornejo en su paso por París.

 

​El gobernador de Mendoza va rumbo a China, para buscar inversiones en las minas de potasio de Malargüe y promover el vino. El jefe nacional de la UCR, diputado electo y factótum del triunfo en su provincia, habla sin eufemismos.

-¿Cómo evalúa la performance de la UCR en estas elecciones?

-Creo que en líneas generales es positiva en nuestra representación parlamentaria. Vamos a crecer en cantidad de senadores y de diputados. Hemos sostenido nuestras tres gobernaciones y eso, en el balance, lo vemos positivo. Pero hemos perdido algunas capitales de provincia que son importantes. La más relevante es lo que pasó en Córdoba, que ha sido particularmente por la división de Cambiemos y una mala estrategia de elección nacional en Córdoba.

-A su criterio, ¿por qué perdió Macri? ¿O por qué hizo una elección mejor de lo que todos esperaban? ¿Cree que redescubrió la política ahora?

-Primero hay que definir las cosas tal cual son. Fue una derrota, pero una derrota digna. El 40 por ciento es una derrota digna, que genera equilibrio para la Argentina y creo que es importante mantener en la oposición la unidad de los tres partidos de la coalición. Y en particular que el radicalismo debe estar ahí. Creo que no había otro lugar donde estar en el 2015 y no hay otro lugar para el radicalismo donde estar que no sea en esta coalición. Por los valores que representa esta coalición y por la necesidad que tiene la Argentina de equilibrio.

-Esta derrota “digna pero derrota al fin”, ¿hubiera sido otra cosa si Macri redescubría antes la política?

-Yo creo que sí. Creo que podríamos haber tenido una performance exitosa en estas elecciones. Las elecciones no la explica solo que se nos cerraron los mercados de crédito en el 2018, ni la sequía en sí misma, sino errores de consolidación de este proyecto, en el 2016, en el 2017. Con el triunfo del 2017 podría haberse administrado de otra forma ese poder político. Errores del 2018 y errores tácticos electorales en el 2019 también.

-¿Cuáles fueron esos errores concretamente?

-Por ejemplo, las elecciones en la Provincia de Buenos Aries, de haber sido desdobladas, hubiesen puesto mucho más competitiva a María Eugenia Vidal. No es un tema menor para Cambiemos haber salido derrotados en la Provincia de Buenos Aires. Nuestro activo más importante en el triunfo de 2015 en segunda vuelta, fue haber ganado la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires.

Alfredo Cornejo en París.

-Si Macri descubría antes la movilización, la necesidad de acordar con los otros, ¿hubiera podido ganar?

-En un proceso continuo, del 2016 al 2019, sí. No me cabe la menor duda que el peronismo se hubiese mantenido dividido, no se hubiese unificado detrás de la figura de Alberto Fernández, diluyendo la negatividad de Cristina Fernández de Kirchner. Y además nuestro desempeño económico es muy probable que hubiese sido superior. La economía tiene fundamentos que no hay que menospreciar, el funcionamiento de los mercados. Pero también tiene, para tener resultados positivos, un alto componente de expectativas. Las expectativas se crean con política, no se crean solo con instrumentos económicos. Cuando había expectativa política, la expectativa económica fue positiva: por ejemplo, salir del cepo al principio del gobierno en el 2016. Hoy lamentablemente, final de mandato, estamos terminando con cepo. Cuando se cayó la expectativa política, a partir del 2019, empezamos a deteriorarnos, los resultados económicos no aparecían, porque no había expectativa política. No hubo una respuesta política a los instrumentos económicos. No creo que las decisiones económicas hayan sido todas negativas del Presidente Macri. Creo que lo que ha querido siempre ha sido una economía más sensata para la Argentina. Pero sí creo que lo que ha fallado fue la estrategia política para construir esa economía más sensata en la Argentina.

-El 40 por ciento es de Macri o es contra Cristina?

-Tiene un alto componente de negatividad con el peronismo kirchnerista. No hay que confundir dos cosas: primero que esto fue una derrota, digna pero derrota al fin; y segundo, que esos votos son de un colectivo social que se representa con valores muy claros, muy concretos y que lo representa nuestra coalición en su conjunto, ningún dirigente en particular. Es obvio que se simboliza en nuestro candidato al momento de la elección. Pero pensando en el futuro inmediato es un activo de toda la coalición y no de un dirigente en particular. De hecho no creo que pueda haber un liderazgo único en la oposición. Va a haber liderazgos compartidos de una mesa más horizontal, donde figuras como Horacio Rodríguez Larreta, la propia María Eugenia Vidal a pesar de la derrota, son necesarias en esta construcción y el radicalismo alrededor de sus autoridades institucionales. Presidencia del partido y autoridades de bloque deberán contribuir horizontalmente a la consolidación de este espacio.

-Usted dijo que el partido radical va a permanecer en la alianza de Cambiemos. Pero Macri y el PRO ignoraron al radicalismo durante todos estos años. ¿Van a exigir más horizontalidad?

-Sin duda alguna mi papel va a ser exigir esa horizontalidad y ese papel preponderante del radicalismo en la coalición. Creo que lo vamos a lograr porque es una necesidad de estos tiempos. Tanto mantener unidos Cambiemos, como horizontalizar el escenario son dos requisitos fundamentales para que en la Argentina haya alternancia dentro de cuatro años.

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-¿Qué garantías van a pedir para que no sea más de lo mismo? ¿Deben cambiar las relaciones, deben priorizar la política?

-Exactamente, se ratificaría eso. Se debe conversar la estrategia política y consensuarla. Creo que hay que hacer una mesa un poco más institucional, donde los temas se sometan a esa conversación.

-¿Pero cómo va a ser ese escenario cuando está Marcos Peña, que es un purista que rechaza al radicalismo, y cuando el propio Macri cree que la política es politiquería? ¿Cómo van a lidiar con el purismo del PRO?

-No me consta que alguna gente rechace exactamente al radicalismo. Sí que confunde la partidocracia con la política. Me parece que es un error. La política es mucho más amplia que la vida interna de los partidos. Intentaremos construir esa correlación de fuerzas para que el radicalismo se haga oír. Pero fundamentalmente para que tengamos una estrategia política muy sólida como coalición de oposición en este caso.

-¿Qué rol tendrá Macri? ¿Debe ser el jefe de la oposición?

-Sin duda alguna vuelvo al punto que tiene que ser una conducción colegiada con los principales referentes del radicalismo y del PRO. No puede ser una conducción unificada en una persona, porque una sola figura no representa la coalición en su conjunto. Pero en un partido casi empresarial y vertical como el PRO… Deberán corregir eso. Deberán corregir porque tener esa visión empresaria de la política es la que produjo estos errores y estos desaciertos y este pobre desempeño económico paradójicamente.

Alberto Cornejo junto a Mauricio Macri en Mendoza, a principios de octubre en el tramo final de la campaña. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

-¿Qué rol le adjudica a Vidal? ¿Cree que hizo una buena o mala elección?

-Si uno mira los números de la Provincia de Buenos Aires, la elección se desbalancea en buena parte del conurbano bonaerense. El conurbano pauperizado, empobrecido estos últimos veinte años de la Argentina. Me parece que a ella le jugó en contra algo que en las provincias no es así, que el referente político del conurbano es el Presidente o el intendente. El gobernador es una figura lejana. Entonces ella puede que haya tenido muy buena imagen en las encuestas pero nunca penetró en esos lugares, que es el conurbano profundo, pobre, pauperizado. Pero es un defecto de la institución Gobernador de la provincia de Buenos Aires, no de ella. Creo que su figura debe contribuir a la reconstrucción de este espacio político y creo que ella es útil en la etapa que viene.

-¿Se imagina un Cambiemos y un PRO sin Peña y sin Macri?

-Mi ideal -y creo que hay que trabajar para eso y yo voy a trabajar para eso- es con todos adentro. Y creo que todos hacen una contribución, pero sin el protagonismo exclusivo de una sola figura.

-¿Como será Cambiemos en la oposición?

-Primero que hemos quedado con un peso en senadores y en diputados importante, que no puede ser despreciado por el próximo gobierno. Con lo cual me parece que tenemos que estar prestos a acuerdos transparentes y además, acuerdos que tengan solvencia técnica en materia económica. Y obligar al gobierno a consensuar las reformas estructurales. Esa deliberación pública tiene que ser de cara a la sociedad, sin subterfugios, sin marketing, sino muy concreta acerca de qué cosas se pueden acordar.

-¿Por ejemplo, las jubilaciones?

-Pueden ser las jubilaciones. Pero me parece que hay cosas que son muy superiores, que es como se crece. El crecimiento económico y el desarrollo debe ser la prioridad de Argentina. Para sacar a la gente de la pobreza se necesita crecer. Y para crecer hay que tener una política exterior independiente, pero de integración al mundo y eso hay que consensuarlo. El acuerdo con Europa debiera ser prioridad de mantenerlo. Y esas cosas son las que hay que consensuar. Después vienen reformas internas, que pueden ser laborales, previsionales, impositivas, que también son importantes y que hay que agendarlas y negro sobre blanco, no generalidades. Esas generalidades de que los argentinos tienen que ser felices, servirán para una campaña, pero no sirven para un acuerdo entre las dos fuerzas principales de la Argentina.

-¿Piensa en un acuerdo de gobernabilidad?

-En torno a políticas de Estado fundamentales, como es nuestra política exterior y nuestras principales leyes económicas. No creo que haya que otorgarle al gobierno de Alberto Fernández ningún súper poder, ni poderes extraordinarios, como tuvieron Néstor y Cristina.

-Habló de necesidad de acuerdos con el gobierno, acuerdos sobre políticas de Estado. ¿Debe haber una posición común con respecto al FMI y el Mercosur?

-Sí, Son justamente los temas que debemos tener un alto de consenso. Es lo que hace Brasil, Chile, Colombia, Uruguay... Países tan latinoamericanos como nosotros, donde su política exterior esta consensuada. Creo que debemos seguir ese camino.

La charla de Alfredo Cornejo con Clarín en la embajada argentina en Francia. Foto: Noel Smart

-¿En el Congreso votarán con Cambiemos?

-Entiendo que deberíamos votar todos juntos, una vez deliberado en una deliberación horizontal, cada uno de los temas.

-¿Y si no votarán por su cuenta?

-No podemos renunciar a esa posibilidad, pero no es el escenario que más me atrae. El escenario que me atrae es que Cambiemos esté unido en las votaciones. Y ese es el que hay que construir. Hay que tener mucha paciencia, mucha muñeca política y la suficiente apertura como para deliberar estos temas en profundidad y mirarlo como una fuerza de alternancia que, en cuatro años, puede volver al gobierno.

-¿Cuál va a ser la estrategia frente a Alberto Fernández y al peronismo?

-Creo que de oposición. Tiene que ser de oposición para que haya alternancia en Argentina. Es imprescindible para el sistema republicano, no solo que haya división de poderes, prensa libre, sino también alternancia. Alternancia es que una fuerza esté preparada y que la ciudadanía entienda que está preparada para, en cuatro años, poder votarla nuevamente. Nosotros no podemos desdibujarnos en acuerdos que no sean muy claros y muy contundentes acerca de nuestros valores y de lo que representa hoy Cambiemos, el 40% de los argentinos. Con lo cual, creo que nuestro rol tiene que ser de oposición, pero también estar abiertos a acuerdos. Porque si no estamos abiertos a acuerdos estaríamos cometiendo el mismo error del fragoteo del kirchnerismo durante la gestión de Macri.

-¿Usted diferencia a Alberto de Cristina?

-Yo conozco a Alberto Fernández muy superficialmente. Lo conozco de las conversaciones que he tenido cuando estuvo en mi oficina en la Gobernación, antes de que estuviese con Cristina. Lo vi muy sensato. Hoy, campaña electoral mediante, se lo ve muchísimo más pegado al pensamiento pro Venezuela de Cristina que a la imagen de una persona correcta y sensata, que es la que tenía en la cabeza. Me da la impresión de que está la moneda en el aire acerca de cuál de las dos políticas él va a adoptar. Si va a privilegiar esto, que creo yo que son parte de sus convicciones, que la Argentina tiene que volver a ser un país normal y que no lo ha sido en los últimos diez años, no en los últimos cuatro años de Macri.

-¿Teme que La Cámpora termine gobernando?

-Tengo algún temor. Pero dependerá de la correlación de fuerza que quiera hacer Alberto Fernández. Nuestro diseño constitucional y nuestra cultura política le da un papel muy fuerte al presidencialismo. Con lo cual Alberto Fernández tiene las cartas en sus manos para orientar su política.

-Dicen que en el Peronismo: ”El que manda es el que tiene la lapicera”. ¿Él tiene la lapicera?

-Vamos a ver si efectivamente la ejerce. En primer lugar, creo que lo que está en el aire es ¿cuál de las dos cosas piensa él, qué orientación tiene él? Si es una pro Venezuela, algo que espero que esté descartado, o es la de ir a un país normal.

-¿Cuáles son sus aspiraciones en el futuro político y radical?

-Tengo vocación por protagonizar esta nueva etapa nacionalmente. Ese protagonismo en cualquier lugar que me encuentre, en cualquier cargo que me encuentre. Sí creo que el radicalismo de Mendoza debiera ser tenido en cuenta por el radicalismo nacional por su performance, por su estrategia, por su éxitos, por su acción política.

-¿Hay que modernizar el radicalismo?

-No me cabe la menor duda de que el radicalismo tiene mucho para contribuirle a la Argentina. En la generación inferior a la mía hay mucho para aportarle a la Argentina y la generación anterior a la mía debe darle oportunidad a esa generación que viene. El radicalismo de Mendoza ya hizo esa modernización y lo ha hecho con un criterio de igualdad de género. El radicalismo nacional debería imitar algo de ese proceso del radicalismo de Mendoza.

Alfredo Cornejo y Mauricio Macri, en un vuelo por Mendoza.

-Es la primera vez que el peronismo asume en un país con una grave crisis, siempre las deja. ¿Cómo cree que van a actuar? ¿Van a aceptar al Fondo Monetario o no?

-Cuando yo digo que está la moneda en el aire, me imagino que Alberto Fernández tendrá esos dilemas en su cabeza. Y vuelvo al punto: nuestro diseño constitucional es presidencialista, y le da a la figura del presidente un poder inmenso. Con lo cual las cartas están en su mano. Yo creo que sí, que es la primera vez que el peronismo tiene que enfrentar una crisis y no dejar un gobierno en crisis. Siempre que deja el gobierno, lo deja en una crisis muy fuerte económica. Esta vez le toca asumir la responsabilidad.

-¿Cristina Kirchner debería renunciar a sus fueros o vale la doctrina Pichetto? 

-Yo creo que ella debería renunciar a sus fueros. Sería lo más útil para nuestro sistema institucional. Creo que también de las causas que tiene Cristina hay dos con pruebas inobjetables. Es un test muy grande para la institucionalidad argentina, y para la Justicia en particular, qué se va a hacer con ello.

-¿Pero cómo evitar los "jueces panqueques"? Cuando llega un gobierno, muchos jueces cambian de opinión.

-Está la moneda en el aire en cuanto a otros actores. Si la Justicia Federal, que ha sido tan sensible a los cambios de gobierno, tiene un gesto en estos cuatro años de Alberto Fernández, de independencia absoluta del nuevo poder político de la Argentina. Como tuvo independencia absoluta el presidente Macri.

-Una serie de protestas conmueven a América Latina. ¿A qué lo atribuye usted, es la rebelión de las clases medias?¿Hay una nueva clase media empobrecida que es la nueva dinamizadora del populismo, como pasó en Francia con los chalecos amarillos?

-Yo no asimilaría todas las situaciones en una misma explicación. Creo que en el mundo, no sólo en Latinoamérica, hay sí una pérdida de la ilusión del ascenso social, del que en la Argentina representó en alguna forma el peronismo y el radicalismo, esa movilidad social ascendente. Hay una pérdida de la ilusión acerca de esa movilidad social ascendente en el mundo. Y tiene repercusiones fuertes en nuestros países, en Chile distintas quizás de Bolivia, en Bolivia distintas de la Argentina, en Argentina distintas de la de Brasil, pero con un común denominador: hay una insatisfacción social muy fuerte de los sectores medios o más bien de los sectores medios bajos empobrecidos en estas etapas.

-Bolsonaro ha dicho que no saludará a Alberto Fernández y amenazó con expulsar a la Argentina del Mercosur. ¿Cuál es su posición frente a la actitud del presidente de Brasil?

-Debemos reivindicar nuestro derecho a elecciones democráticas y que el pueblo argentino es soberano a la hora de la elección. No se puede ser amigo o enemigo de un gobierno por si le cae o no simpáticas las nuevas autoridades. Es imprescindible el respeto por nuestro país. No obstante eso, también es un gran desafío para Alberto Fernández no involucrarse en las decisiones judiciales de Brasil acerca de Lula y compañía. Creo que Alberto Fernández también debe ser responsable de no involucrarse en los fallos judiciales con sus opiniones.

-Venezuela se convirtió en un elemento importante en la campaña argentina. ¿Usted cree que la política con ese país será distinta? 

-Yo creo que no están dadas las condiciones para que Venezuela vuelva al Mercosur. Por el contrario, lo que hay que hacer con el resto de los países, es tratar que en Venezuela haya democracia. Y me parece que esa debe ser la prioridad de Argentina y eso debe estar en el marco del consenso de nuestra política exterior.

-Con respecto a Gran Bretaña y las Islas Malvinas el futuro gobierno quiere cambiar la política, hasta ahora había una suerte de entendimiento cordial entre Gran Bretaña y Argentina a pesar de Malvinas. ¿Cuál es la visión del radicalismo con respecto a esto?

-Nosotros debemos no abandonar nuestra pretensión por la soberanía de Malvinas, pero siempre en un plano de esfuerzos diplomáticos. Y paralelamente a ello nosotros no podemos darnos el lujo, Brexit mediante, de no tener una relación estrecha comercialmente y económica con Inglaterra. Es un mercado que puede darnos satisfacciones a la Argentina en materia económica, con un mayor intercambio y a los mendocinos con nuestro vino.

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