Ya con rango de ministro del gabinete nacional y director de la Unidad Ejecutora del Plan Belgrano, José Cano eligió la capital tucumana para su primera reunión oficial. Todo un gesto que el intendente de San Miguel de Tucumán,Germán Alfaro, supo agradecer diciendo que se sentía privilegiado. 

Durante la reunión, los funcionarios municipales le mostraron a Cano los proyectos de obras que el municipio se ha planteado como objetivo para esta gestión. Algunos de ellos vinculados con el Bicentenario (parque, museo, centro cultural y un estadio) y otros, con problemas crónicos de servicios e infraestructura de la capital. 

Alfaro consideró que lo más urgente es la construcción de los desagües pluviales que evitarían inundaciones en la capital y el reordenamiento del tránsito. Entre las obras necesarias el intendente incluyó también la mejora de los ingresos a la capital y la urbanización de zonas como La Costanera. Todo esto tiene un costo aproximado de $1.500 millones, dijo el intendente. “Estamos esperando que Cano habilite su mesa de entrada”, bromeó Alfaro. Y no tanto porque de verdad tiene la esperanza de que la Nación le gire parte de los fondos que le permitirán comenzar con todo lo propuesto. Por lo menos hasta ayer a la mañana el compromiso era simbólico y de palabra, entre los tucumanos, pero nada concreto de cuánto y cómo. 

Por su parte, Cano destacó que el Plan Belgrano es un proyecto ambicioso que incluye obras con plazos a 10 años y otras a cuatro en las zonas más postergadas de la Argentina: el NOA y el NEA. 

En el plan está incluido el compromiso de la campaña de Mauricio Macri: pobreza cero y lucha contra el narcotráfico. 

Cano destacó la necesidad de buscar que el Norte tenga una conexión con el Pacífico. “Eso mejoraría la competitividad de las economías regionales y facilitaría el traslado de la producción al puerto, lo cual fortalecerá al productor local”, afirmó. Una y otra vez reiteró que la intención es crear un país federal, donde las economías regionales funcionen bien. Según dijo, en la actualidad hay provincias que dependen casi un 80% de los fondos nacionales para concretar obras. Otro eslabón es la reactivación del Ferrocarril Mitre para los que se necesitarán 800 millones de dólares, según preciso, y la adecuación del aeropuerto Benjamín Matienzo para exportar fruta fresca. 

Masso al Congreso

Cano, finalmente, anunció que renunciará a su banca como diputado nacional a fines de febrero y quien tomará ese lugar será Federico Masso, referente del partido Libres del Sur. “No me hago cargo de lo que haga Masso”, bromeó Cano. Masso integró el Acuerdo Cívico y Social, y luego el Frente del Acuerdo por el Bicentenario (ApB), que propuso la fórmula Cano-Amaya para gobernar la provincia. 

Pero en la Nación, Libres del Sur ayudó a alcanzar el quórum que el kirchnerismo necesitaba para aprobar más de 100 leyes una semana antes de que finalizara el mandato de Cristina Kirchner. 

“Jamás dudé de que Cano tomaría esa decisión porque hemos hecho hincapié en la ética en la descendía y en la honestidad política”, expresó Masso, quien confirmó que la licencia de Cano será hasta el 28 de febrero para que pueda asumir la banca el 1 de marzo. “Es un premio a un trabajo muy importante que hizo Libres del Sur”, calificó Masso. 

Cano no descartó que se llame a algunos tucumanos para sumarse a la Unidad Ejecutora del Plan Belgrano. Uno de ellos podría ser el actual diputado nacional, Juan Casañas. En caso de que sea así, Sandra Manzone, actual concejala, ocuparía ese lugar en la Cámara Baja. “Lo que dijo (Cano) es que Casañas podría ir porque conoce de agricultura y ganadería. Si se da el ofrecimiento lo analizaría, por supuesto”, confirmó Manzone, quien acaba de asumir como concejala de capital hasta 2019. Si esto sucediera, el lugar de Manzone lo ocuparía Juan Manuel Robles, el hijo del histórico dirigente radical Juan Roberto “El Chino” Robles.