Alerta tras la muerte de un niño de tres años por un cuadro de meningitis

En Roldán, muy cerca de Rosario, un chico de tres años falleció por enfermedad meningocócica, causada por la bacteria que también produce meningitis. Manifestaciones, vacunas y prevención.

Un niño de tres años residente en Roldán, cerca de Rosario, que ingresó en estado crítico a un sanatorio privado de esta ciudad, con un cuadro de infección generalizada, falleció de enfermedad meningocócica.

Desde el Ministerio de Salud de la provincia se señaló que frente a esta situación se definieron distintas actividades, como indicar medicación preventiva a todos los contactos familiares y cercanos y pautas de alarma y control por el médico de cabecera frente a cuadros febriles de los contactos, además de alertar a la población en general.

A partir los resultados de las muestras de laboratorio realizados en Cemar (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario), perteneciente a la red de laboratorios provinciales, se identificó como agente responsable de la infección a la bacteria meningococo.

Asimismo, se recomendó la consulta a quienes hubieran estado en contacto con el paciente una semana previa al inicio de los síntomas.

Sobre las formas de inmunizarse contra la enfermedad, existe aprobada por la Anmat desde 2012 Menactra, la primera y única vacuna en Argentina indicada a partir de los 9 meses para prevenir la enfermedad meningocócica invasiva (EMI) causada por la bacteria Neisseria meningitidis (meningococo) serogrupos A, C, Y y W-135.

Asimismo, cuenta con la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration) desde abril de 2011.

Es una vacuna tetravalente conjugada con el toxoide diftérico indicada para la inmunización activa de personas de 9 meses a 55 años de edad, que ya había sido aprobada para su uso en personas de 2 a 55 años en 2011.

La enfermedad meningocócica es particularmente peligrosa pues puede progresar rápidamente e incluso producir la muerte en pocas horas.

Los primeros síntomas son difíciles de diferenciar de la influenza o gripe y otras enfermedades más frecuentes.

Aun con cuidados intensivos y antibióticos apropiados, entre el 10 y el 15 por ciento de las personas que desarrollan la enfermedad meningocócica mueren por la infección.

Otro 10 a 20 por ciento sufre complicaciones como daño cerebral, pérdida de extremidades o sordera.

El único reservorio es el hombre y se transmite de persona a persona a través de gotitas respiratorias de un portador asintomático o menos frecuentemente de un enfermo.

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