Alejandro Sabella volvió a su casa y recibió mucho afecto

El Clásico recibió al entrenador argentino en la puerta de su domicilio de Tolosa tras la magnífica tarea realizada en el Mundial. ¿Seguirá? “Quiero descansar y pensar si podré estar al 100%”, indicó

La cara de hombre de bien, de benefactor, volvió ayer a la tarde a su barrio, a Tolosa, a tres cuadras del diario Hoy, que recibió al director técnico argentino luego del extraordinario trabajo realizado en el Mundial de Brasil. 

Su rostro reflejaba satisfacción por la tarea realizada pero no incluía gestos ampulosos ni declaraciones estridentes. Fiel a su estilo de perfil bajo y en sintonía con la realidad habitual de esa callecita silenciosa, sin el “motor” de la ancha 32.

“¡Hasta dónde llegaste, Alejandro!” y “¡Gracias!” eran algunas de las frases más utilizadas por las personas que lo recibieron. Hasta los árboles de este invierno parecían inclinarse ante su figura mientras algunos chicos sentían latidos acelerados en el corazón por estar con “Sabella en persona”.

“En el primer momento sentí tristeza por no haber podido regresar con la Copa pero lo que sobresale es el orgullo por estos jugadores que dejaron todo. El fútbol es un juego de conjunto y el grupo es muy importante, es un mes de convivencia. Nosotros conjugamos en plural y no en singular. En dar y no en recibir”, indicó en la vereda de calle 4, a metros de su domicilio.

¿Seguirá en el cargo? Es lo que aguardan todos los que desean el bien del seleccionado nacional. 

“Ahora quiero descansar y pensar. Tengo una profesión extraordinaria que representa un gran honor pero a la vez conlleva una gran responsabilidad. Necesito estar al 100%”, comentó.

La transparencia de hace 30 años

En la redacción de Hoy puede encontrarse una vieja revista de hace 30 años, cuyo título indica: “En este país no se puede hablar”. En aquel mayo de 1984, la nota (mano a mano) empezaba con Ale diciendo: “Yo te voy a hablar por mí, yo tengo autocrítica, reflexiono, no me autoengaño con los resultados a favor o en contra”.

Declaraciones de un Sabella todavía en actividad, tras un partido jugado en Paraguay: Luqueño-Estudiantes, empate. El tema primero de la entrevista era porqué había seguido jugando lesionando. Y el “Pachorra”, sincero como hoy, respondía de a un toque: “Y… debí haber parado, pero a veces  no se puede”. Explicame eso de “a veces no se puede”, uno está lesionado o no está lesionado –insistió el colega-. “No es tan así, no es tan así. Porque el jugador tiene un jefe que es el director técnico y si le pide que juegue lo tiene que hacer. Si te dicen que podés ser importante por presencia, por lo que sea, aún al 50 por ciento, tu obligación es jugar… En la Argentina a los jugadores se los trata como vedettes y eso no sirve. ¿Sabés cuántas veces escuché a jugadores que se niegan a entrar porque están un poco lesionados y no se quieren exponer a la crítica de la gente o de los periodistas? Eso no puede ser, si el técnico te quiere en la cancha tenés que estar, por eso yo me callé la boca. Hay cosas que son sencillas en otras partes pero en la Argentina no se pueden decir. En este país se hace muy difícil hablar”.

Hoy Sabella. seguimos igual… no se puede hablar. Cualquier declaración suya o decisión táctica fue criticada despiadadamente por un sector del periodismo que sabe poco y nada de fútbol.

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