Por Daniel Lozano

CARACAS.- Sin puentes de diálogo, Venezuela despertará hoy sumergida en las gigantescas maniobras militares Independencia 2016. Más de medio millón de combatientes "y el pueblo" participarán en un "ejercicio sin precedente" ante las "amenazas que buscan quebrantar la revolución bolivariana", adelantó ayer el general Vladimir Padrino, ministro del Ejército.

Una exhibición de músculo militar, ordenada por Nicolás Maduro , tras losfracasos diplomáticos de las últimas horas y después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio a conocer los nuevos obstáculos revolucionarios contra el revocatorio que exige la oposición, amparada en la Constitución.

De acuerdo con las normas que regulan los referéndums revocatorios, la validación de las firmas recogidas en abril sólo debería prolongarse durante cinco días, por lo que debió culminar el 9 de mayo. Sin embargo, el CNE la extenderá hasta el 31. Al retraso acumulado se suma la creación de cinco etapas nuevas de validación, "verificaciones innecesarias sólo para ralentizar", según la oposición.

No sólo habrá "operación morrocoy (tortuga)": la transcripción de los datos de las firmas puede restar 800.000 rúbricas en esta etapa, según los cálculos opositores, tras la nueva maniobra gubernamental. De los casi dos millones recogidos sólo hacen falta 195.000 para dar viabilidad al proceso, pero los técnicos opositores denuncian que el poder electoral actúa con total arbitrariedad: nombres o cédulas que no se leen con claridad, huellas que no reúnen requisitos, personas que firmaron en ciudades distintas de su residencia...

Entre el 60% y 70% de la población, según las encuestas, mira con esperanza la realización de un referéndum para sustituir a Maduro, en medio de alta tensión política y de la conflictividad social generada por el desmoronamiento económico del chavismo. El presidente ha amagado con decretar el estado de conmoción: "Un recurso que tengo si en Venezuela se desataran hechos golpistas violentos", dijo.

En el país sudamericano rige desde el lunes el estado de excepción y de emergencia económica, que ya otorga superpoderes al "hijo de Chávez". Quince ONG locales han exigido que se anule el decreto porque "rompe el orden constitucional y coloca en situación de riesgo y vulnerabilidad a los venezolanos".

Venezuela asemeja hoy un callejón oscuro sin salida en el que ni siquiera los esfuerzos diplomáticos aportan algo de luz. La tan esperada visita del canciller vaticano, Paul Richard Gallagher, ha sido cancelada, "por motivos que no dependen de la Santa Sede". La suspensión fue pedida por el régimen de Maduro. El viaje del canciller había suscitado esperanza entre la oposición, al tanto de que en ocasiones precedentes los buenos oficios del secretario de Estado, Pietro Parolin, y del nuncio en Caracas, Aldo Giordano, destrabaron distintos bloqueos oficialistas.

No le ha ido mucho mejor a la comisión de ex presidentes, auspiciada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y liderada por el español José Luis Rodríguez Zapatero, junto al panameño Martín Torrijos y el dominicano Leonel Fernández.

El objetivo, cuatro días después de su llegada y cuando están a punto de partir, sigue siendo el mismo: "Poner en marcha el proceso de diálogo nacional en Venezuela".

Zapatero agradeció la "voluntad, respeto y confianza" de ambas partes tras reunirse primero con el "hijo de Chávez" y con la canciller Delcy Rodríguez, y más tarde con una comisión de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), encabezada por Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional (AN), y por el gobernador de Miranda, Henrique Capriles.

Tras el encuentro, la AN solicitó en la OEA la activación de la Carta Democrática, cuando todavía no se han extinguido los ecos de la durísima respuesta a Maduro de su secretario general, Luis Almagro. El ex presidente José Mujica se sumó a la polémica con una frase que ha dado la vuelta al mundo: "Maduro está loco como una cabra".

Mujica carga contra Maduro

Ex presidente de Uruguay

"[Maduro] está loco como una cabra. Están todos locos en Venezuela. Se dicen de todo y así no van a arreglar nada"

El cruce con Almagro

El ex presidente uruguayo José Mujica cuestionó la tensión entre el secretario general de la OEA, su compatriota Luis Almagro, y el mandatario venezolano, Nicolás Maduro. "Se dicen de todo y así no van a arreglar nada", expresó el actual senador, en referencia a los cruces públicos entre Maduro y Almagro, que fue canciller durante el gobierno de Mujica

Respeto

Mujica señaló que le tiene un gran respeto al presidente venezolano, "pero eso no equivale a que no le diga que está loco". Y repitió: "Estás loco como una cabra". Al ser consultado sobre las acusaciones de Maduro de que Almagro es un agente de la CIA, Mujica respondió: "No, no tiene nada que ver. Se pasan de rosca. Pero en Venezuela están bien pasados de rosca en todo"