La presentación y coordinación de la conferencia estuvo a cargo de Monseñor Jorge Lozano, monseñor Jorge Casaretto y Pbro. Jorge Luis Lagazio.

Ante un recinto colmado, alguno de los principales conceptos vertidos durante su exposición:

• La intención no es echar culpas, soy pediatra y un día me harté de ver pobres, me cansé de escuchar mentiras, no estábamos en el primer mundo, no estábamos en Alemania, en fin no estábamos y nunca estamos.

• ¿Cuál es el grave drama de los países del tercer mundo? El recurso humano dañado por la miseria, la injusticia y la pobreza, que los que hemos aprendido a escribir puedan desplegar su potencial genético para terminar con el aborto, la prostitución infantil, con el trabajo infantil, con la pornografía que mutila el rostro de la civilización.

• El niño necesita un poco de leche y también un beso en el cachete. Si lo alimento bien y estimulo adecuadamente el cerebro, se cablea, se conecta con la vida.

• Creen que combatimos la pobreza con más policía, con helicópteros, con rayos, pero se combate con más familia, con moral, con virtudes. Se habla de que faltan valores, y mucho de derechos humanos, hablar de derechos humanos ¿no será vivir como un ser humano? Pedimos cloacas, luz eléctrica, dignidad, ¿es tan difícil eso?

• Podemos preservar el embarazo el primer y segundo año de vida, educar ese cerebro, luego cloacas, agua corriente y caliente, si hacemos todo eso podemos ser una potencia en 30 años.Hay que dejar de pensar en las elecciones y más en las próximas generaciones.

• La principal riqueza de un país es su capital humano, si está dañado no tenemos futuro. Chicos felices queremos, ¿es mucho pedir? La solución está entre todos. Hay una necesidad real de compromiso que tenemos que tener con el chico que sufre. Este chico está esperando soluciones de nosotros los adultos.

• “Vivir no es sólo existir…descansar es empezar a morir”, cerró Albino citando el poema de Gregorio Marañón.