Alberto: “No es necesario pedir permiso para ser solidario”

Alberto: “No es necesario pedir permiso para ser solidario”

Invitado por la Juventud Universitaria Peronista (JUP), el gobernador Alberto Rodríguez Saá disertó este martes por la tarde en Villa Mercedes sobre el Corredor Humanitario, la figura adoptada por la Provincia de San Luis como política solidaria ante la realidad que atraviesan miles de familias sirias, que han debido abandonar su país por la guerra civil que ya ha cobrado la vida de más de 300.000 civiles.

 

A las 19:00, docentes, alumnos, dirigentes y militantes, además del público en general, cubrieron el auditorio del Centro Cívico de Villa Mercedes para recibir al primer mandatario, que fue presentado por Nazarena Echandía, integrante de la JUP, quien destacó la posición adoptada por el Gobierno, siendo la única provincia argentina que no sólo se ha sumado al Corredor Humanitario, sino que ha dispuesto una iniciativa activa, recibiendo desde febrero pasado a tres familias sirias que reciben contención no sólo estatal, sino de instituciones y numerosas familias de todo San Luis.

Rodríguez Saá brindó un panorama general de la situación que atraviesa la comunidad siria, con más de cinco millones de personas que debieron dejarlo todo, “con muchas familias que se convirtieron en refugiadas de golpe, sin siquiera poder tomar sus documentos, siendo separados de su hogar y hasta de sus seres queridos”.

El gobernador narró la experiencia que se ha tenido con la acogida, hasta el momento, de 13 ciudadanos sirios, estando presentes en el recinto Lana y Majd, quienes fueron los primeros refugiados que arribaron a San Luis, acompañados por la coordinadora del Comité de Refugiados, Liliana Scheines.

“No nos cuesta nada -resaltó Rodríguez Saá-, porque todos los municipios de la Provincia y numerosas familias se han sumado, como adherentes activos o acompañando en la contención. Por ejemplo menciono el caso de un empresario, que puso a disposición de los refugiados 7 departamentos para que se alojen. No hay que ser egoístas, hay que ser solidarios, porque los refugiados no son inmigrantes; ellos no han tenido opción”.

Debido a la distancia y a la proyección que se plantea en el panorama internacional, se espera “que cada dos o tres meses arriben tres o cuatro familias, pero en caso de que nos avisen que viene un centenar, nos prepararemos, y también les pediremos a las otras provincias de la Argentina que nos acompañen, y seguramente lo harán”, remarcó el estadista.

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