Alberto Fernández y Massa preparan su café mientras Macri y Vidal se alistan para la batalla final en el conurbano

Alberto Fernández y Massa preparan su café mientras Macri y Vidal se alistan para la batalla final en el conurbano

Ambos precandidatos peronistas aún no han fijado ni hora ni el lugar del cónclave para cerrar su acuerdo electoral, mientras el Presidente y la gobernadora bonaerense diseñan su estrategia para lograr vencer en los próximos comicios generales

El viernes a la tarde, en la quinta de Olivos, Mauricio Macri escuchó un informe completo sobre la negociación que se estaba ejecutando con Sergio Massa, su enemigo mortal y posible aliado de María Eugenia Vidal, que apuesta a ser "colectora" del líder del Frente Renovador para coronar su reelección como gobernadora de la Provincia de Buenos Aires.

A la misma hora que Macri compartía sus preocupaciones con Marcos Peña, el ex jefe de gabinete de Cristina enfrentaba una gripe de ocasión y debatía su próxima agenda con su entorno partidario. Massa detesta cerrar un acuerdo proselitista con CFK y su candidato Alberto Fernández, pero teme quedar aplastado por la polarización entre Unidad Ciudadana y Cambiemos, que son las dos opciones electorales con más posibilidades de llegar al balotaje de noviembre.

Macri no tiene problemas en citar a un cónclave con Massa para cerrar la negociación que desvela a muchos protagonistas políticos de Cambiemos, ya que sin "la colectora" de Vidal atada a la candidatura presidencial del Frente Renovador, las fórmulas Fernández-Fernández y Kicillof-Magario pueden quedarse con todo a nivel nacional y provincial.

Massa recibió esta información clave que llegó desde la intimidad de la quinta de Olivos, pero soslayó la sugerencia y se concentró en cerrar el toma y daca eterno que empuja Máximo Kirchner y su leal consejero Wado de Pedro.

El ex intendente de Tigre exige "porotos" y respeto sistemático a su Programa de Gobierno, un planteo que al otro lado de la muralla apenas recibe una respuesta atonal: solo "porotos",  dicen sin inmutarse,  porque respecto al programa de gobierno, Máximo y Wado tienen una réplica a prueba de negociaciones: "la plataforma pertenece a Cristina y después a Alberto", explican a dúo.

Es decir: el aliado Massa no podrá imponer su Programa de Gobierno, y sólo Cristina está a cargo de la pureza ideológica de un eventual gobierno administrado por Alberto Fernández.

De Pedro y Máximo Kirchner: negocian el regreso de Massa, que aún no tomó su café con Fernández

Gestos de Macri y Vidal

La preocupación presidencial sobre una posible derrota de Vidal en la Provincia de Buenos Aires implicó otro gesto novedoso. Macri aseguró en Olivos que no tiene inconvenientes en derogar su propio decreto que prohibía la posibilidad de "colectoras".  Pero impuso una condición temporal: "Espero hasta el lunes, para que salga el martes en el Boletín Oficial. Si no, asunto terminado", comentó frente Peña, jefe de Gabinete.

Faltan pocas horas para que se cumpla el ultimátum presidencial. Y nada indica que ese decreto de Macri, derogando otro decreto de Macri, sea publicado en el Boletín Oficial. Massa está reunido con sus estrategas de campaña y contesta monosílabos a través de su WhatsApp.

María Eugenia Vidal y Mauricio Macri (foto Maximiliano Luna)

Vidal estuvo en Colombia, y llegó hoy a la madrugada al aeropuerto de Ezeiza. La gobernadora conoce a Massa desde hace veinte años y no hay muchas sorpresas políticas entre ambos. Vidal -como Macri- no tiene problemas en forzar una última reunión para acercar posiciones, pero en Cambiemos ya existe la presunción de un pacto en ciernes que protagonizarán Alberto Fernández y su ex jefe político, Sergio Massa.

Ese pacto electoral ubica a Massa como primer candidato a diputado en las listas de la Provincia de Buenos Aires, y la promesa de ocupar la Presidencia de la Cámara Baja, un cargo institucional que lo pone en línea en la sucesión presidencial.

Además de esta oferta electoral, Máximo y De Pedro entregan nominaciones en las listas de legisladores provinciales y se comprometen a "bajar" de las PASO a todos los candidatos a intendentes que podían competir con los candidatos del Frente Renovador.

Massa avala esta oferta, pero pretende que Alberto y Cristina respeten su Programa de Gobierno, una alternativa que no aparece en la hoja de ruta que se ejecuta con rigorismo austriaco desde el Instituto Patria.

Borrador que se enviaron por Whatsapp los negociadores de Sergio Massa y Máximo Kirchner

México y Balcarce

A tres cuadras de la Casa Rosada, el candidato de Unidad Ciudadana mantiene reuniones múltiples con sus asesores de confianza. Tienen el celular personal sobre su escritorio y espera a que Massa mueva para tomar el café que se prometieron mutuamente en el duplex que protagonizaron en C5N.

Al otro lado de la ciudad, Massa también estaba reunido con sus asesores de confianza. Debatía un informe cualitativo y analizaba sus próximos pasos tácticos. El líder del Frente Renovador sabe que le queda poco tiempo, que el kirchnerismo es una máquina trituradora de sueños políticos y que Horacio Rodríguez Larreta y Vidal son más confiables que Máximo y De Pedro.

En este contexto, y a pocas horas del cierre del plazo legal para presentar alianzas, Massa se tomará un tiempo extra para compartir un expresso con Fernández. Aún no hay ni día ni horario fijado, y menos aún el lugar del cónclave adonde se puede cerrar un pacto político con capacidad de cambiar los resultados electorales.

Macri cree que la baja de la inflación y la estabilidad del dólar benefician su carrera presidencial. Vidal se muestra confiada en su capacidad política, pero reconoce que  CFK abruma con su peso electoral en la Primera y Tercera Sección electoral. Sin Massa en sus cercanías, la gobernadora bonaerense teme lo peor, a diferencia del Presidente que cree que los dos van a ganar. Cueste lo que cueste.

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