Alberto Fernández, el ex jefe de Gabinete que denunció que estaba siendo espiado, d esligó hoy ante la Justicia al Estado, y en consecuencia al Gobierno kirchnerista, de la violación de sus mails y de los monitoreos telefónicos a los que habría sido sometido, pero no descartó que algún funcionario pueda sacar provecho de las empresas privadas que llevan adelante esas prácticas.

Fuentes judiciales revelaron a DyN que, al ratificar su denuncia ante la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, Alberto Fernández desligó "por completo al Estado" del espionaje que denunció.

Según reconstruyeron las fuentes, Fernández dijo: "Uno siempre tiene la tentación de pensar que el Estado estuvo atrás de esto, pero no creo que haya sido la SIDE. Es más, fue el organismo al que acudí en primer lugar tras hacer la denuncia".

"Me inclino a pensar -dijo Alberto Fernández ante la jueza, según añadieron las fuentes- que fueron muchas empresas privadas que se dedican a estas actividades, muchas de las cuales anuncian con publicidad pagas en algunas revistas".

Tras mencionar alguna de esas publicaciones, Fernández añadió: "No puedo descartar que algún particular o funcionario pueda valerse de esta información" conseguida por estas empresas. Fernández subrayó que "es gravísimo que información privada pase a manos de gente inescrupulosa" y por eso le pidió a la jueza que avance con la pesquisa para "desentrañar" esta red.

Por ahora, la jueza Arroyo Salgado investiga a una supuesta banda de ex espías que interfería correos electrónicos de periodistas y políticos, que incluyeron al propio presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.

En la causa están sospechados el ex secretario de Inteligencia Juan Bautista Yofre, el ex secretario general del Ejército Daniel Raimundes, el director del portal de Internet Seprin, Héctor Alderete, y dos ex agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Iván Velázquez (preso en Uruguay) y Pablo Carpintero (quien se encuentra con falta de mérito). En aquella oportunidad, Alberto Fernández denunció haber sido uno de los espiados y por eso la jueza volvió a convocarlo, luego de que el propio ex funcionario denunciara públicamente que había sufrido nuevas violaciones a su intimidad.

Fernández aseguró que, tras mantener un intercambio de mensajes de texto vía teléfono celular con el vicepresidente Julio Cobos, dos de los funcionarios que quedaban en el Gabinete y que respondían a él fueron inmediatamente desplazados sin justificación.

La viceministra de Justicia Marcela Losardo y el Subsecretario de Tecnologías de la Información de la Jefatura de Gabinete Nicolás Trotta fueron relevados de su puesto, el mismo día en que se publicó en el Boletín Oficial que Alberto Fernández dejaba de pertenecer al directorio de Papel Prensa como representante del Estado.

La semana pasada, desde el Gobierno, el actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había negado rotundamente que organismos oficiales hayan dispuesto realizar espionaje contra su antecesor o el ex gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo, pero afirmó que él por las dudas se cuida de no transmitir temas "inconvenientes" por teléfono o por mail.

"No es verdad que escuchemos a Alberto: ¿Qué interés podemos tener en escucharlo si habla por todos los canales de televisión, con todo el mundo?", replicó el jefe de Gabinete.