Alberto Fernández convocó a la elite empresarial a participar del Consejo Económico y Social

Alberto Fernández convocó a la elite empresarial a participar del Consejo Económico y Social

El mandatario anunció a los dirigentes de AEA que envió el proyecto de ley para la formación de ese espacio al Congreso. Se definió "no intervencionista", les pidió inversiones, empleo, solidaridad con los más pobres y colaboración para superar la grieta. Los empresarios pidieron una macro ordenada. AEA fue la entidad privada que más apoyó al gobierno de Cambiemos. 

 

El presidente, Alberto Fernández, envió al Congreso el proyecto de ley para la creación del Consejo Económico y Social (CES), según informó el mandatario durante un almuerzo con los dirigentes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) a quienes invitó a participar de la toma de las decisiones políticas.

Los empresarios coincidieron con el diagnóstico económico y pidieron una macroeconomía ordenada como condición previa a las inversiones.  

El CES es una de las ideas que motorizó Fernández en la previa de las elecciones nacionales. Propone un ámbito de negociación de políticas entre empresarios, gobierno y sindicatos. El jefe del Ejecutivo informó que tendrá una autoridad nombrada por el Senado con un mandato que trascenderá el cambio de gobierno.

El ámbito elegido para presentar el proyecto tiene una importante carga simbólica. AEA es la asociación que integran los dueños de las empresas más importantes del medio local y fue la entidad del sector privado más cercana al gobierno de Mauricio Macri, la que eligió la administración de Cambiemos como interlocutora de esa parte de la sociedad civil.

Es la primera vez que Fernández participa de un encuentro con el pleno de este sector de la dirigencia con el que no se encontró durante la campaña electoral. Hasta este miércoles sólo se había reunido con algunos de sus dirigentes en forma individual mientras que a la hora de la construcción de un vínculo con las gremiales empresarias se apoyó en otras entidades como la Unión Industrial Argentina y demás integrantes del llamado Grupo de los Seis (G6).  

“Es un momento oportuno para charlar con las grandes empresas porque hay que poner de pie a la Argentina” apeló directamente el mandatario cuando tomó la palabra. “Esa no es una tarea exclusiva de un gobierno sino que también le corresponde a los que invierten y a los que trabajan” enumeró repasando a su vez las fuerzas que participarán del CES. “Este es un momento de desigualdad enorme en el que cuatro de cada tres argentinos han caído en la pobreza” remarcó antes de plantear que “si no revertimos esta situación ese número va a ir creciendo”.

El presidente argumentó que el Estado puede hacer algo para revertir el cuadro pero atraviesa una situación fiscal “muy endeble”. En ese sentido graficó que “el 70% del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) con el que les pagamos a los jubilados son papeles”. Por lo que “cuando planteamos un mayor esfuerzo a las empresas, al agro, lo hacemos para reconstruir esas cajas que han quedado vaciadas” reconoció.  

En esa línea planteó una tregua en medio de los cruces con el campo por las retenciones cuando expresó que “me impuse la idea de no mirar atrás” porque “no me interesa encontrar culpables sino ver dónde estamos parados y cómo construimos el futuro”. Y remarcó: “Lo que necesito es que nos pongamos en marcha rápidamente porque cada día que pasa es un nuevo argentino que caen en la pobreza y cuando eso pasa la economía se resiente porque no hay capitalismo sin consumidores”.

En tren de prioridades señaló la pobreza. “El problema más grave es que se consume un 30% menos de leche. Tenemos que salir, promoviendo inversiones, poniendo en juego la industria. Ustedes producen y dan trabajo y no hay otro camino. El Estado no puede hacerlo por sí solo. Necesitamos recomponer el consumo, volver a poner plata en los bolsillos de los sectores más empobrecidos ya no para que compren autos sino para que compren leche y pan y a partir de ahí poder hacer virtuoso un circuito que es vicioso”.

Y subrayó, en coincidencia con todos los análisis, en la envergadura de la deuda a la que reconoció como un condicionante fuerte. “Es una deuda rara, que se tomó en tres años, en un enorme volumen, hoy el 95% del PBI equivale a la deuda tomada. Lo más llamativo es que hay que pagarlo en muy corto plazo. Por eso uno es severo con el FMI y lo hace corresponsable de lo que pasa” expresó a los empresarios.

En ese marco destacó el plan económico del ministro de Economía, Martín Guzmán. “No estamos improvisando. Hemos construido un plan durante dos meses silenciosamente. Ese plan necesita un punto de arranque, es esta ley de la que hablamos (en relación la Ley de Emergencia Económica), que nos saca de la situación de pobreza”. E insistió: “Nos urge poner en marcha la capacidad productiva de la Argentina. La automotriz está en un 50% y en cada lugar la alimentaria tiene un 50% de capacidad ociosa. La capacidad textil también”.

Desde la primera mesa lo seguían los empresarios más encumbrados de la economía argentina como Luis Pagani, de Arcor; Héctor Magnetto, de Clarín; Alejandro Bulgheroni, titular del Grupo Bridas; y Paolo Rocca, de Techint, entre otros.

Frente a la atención de ese auditorio Fernández recordó el camino económico del gobierno anterior al que ese conjunto de dirigentes apoyó sin atenuantes. “Yo siento que había un colectivo llamado la Argentina –comenzó- conducido por alguien que lo llevaba a un precipicio a toda velocidad. Muchos le decíamos que veíamos el precipicio y él (en alusión al ex presidente Macri) decía ‘voy a hacer lo mismo pero más rápido’. Ahora paramos el colectivo por 180 días para reflexionar en conjunto sobre cómo encarar el futuro y lo que todos saben es que el que maneja el colectivo ha doblado y ya no va al precipicio”, comparó.

En ese contexto informó el envío del proyecto de ley del Consejo Económico y Social (CES). “Lo que necesitamos es dialogar”, repitió. “Hemos mandado al Congreso de la Nación el Consejo Económico y Social que no es una medida política, es una medida que tiene el propósito de que seamos capaces de construir entre todos las políticas de Estado” expresó.

“Allí tenemos que preguntarnos qué hacer. No quiero ser el presidente que decida solo, quiero ser el que los convoque a decidir entre todos. Como en toda decisión alguien más contento y alguien más triste, lo que tenemos que saber es que vamos a construir una mejor sociedad donde hasta los que sienten que están perdiendo se van a sentir mejor” adelantó.

El presidente pidió también “terminar con las disputas estériles que algunos llaman grieta”. Volvió a señalar que “es una responsabilidad de todos, incluyendo a los empresarios” y mencionó en particular a Héctor Magnetto como referente de los medios.

“No pretendo un Estado intervencionista –avisó en una de sus principales definiciones económicas-. Quiero un estado inteligente, que equilibre desigualdades en el mercado y dé garantías a los que invierten”.

Y añadió: “Paolo Rocca me preguntó por Vaca Muerta, claro que es primordial. La minería también es primordial. Tenemos que hacer una empresa de baterías de litio para que dejemos de venderlo como materia prima y lo vendamos como producto elaborado. Lo mismo tenemos que hacer con el silicio. Mendoza también se tiene que involucrar en la producción minera y en Chubut logramos que en la zona de la meseta podamos explotar oro y plata. Allí está nuestra riqueza” aseveró.

Y en ese tramo aprovechó para pedir desembolsos concretos: “apuesto a que ustedes sigan invirtiendo, que sigan creyendo en el país porque lo vamos a poner de pie. Sé que muchos de ustedes están haciendo un esfuerzo en ese sentido. (El referente de Accenture, Sergio) Kaufman inaugura un lugar con 400 puestos de trabajo el lunes y Enrique Cristofani (presidente de la filial local del Banco Santander) me dijo con Ana Botín (dueña del banco) que trajeron 500 millones de dólares desde España para financiar exportaciones argentinas”.

“En la Argentina hay hambre y debe avergonzarnos como sociedad” remarcó el mandatario en el tramo final de su discurso antes de pedir “que el plan contra el hambre no sea el plan de Alberto Fernández sino el plan de los argentinos. Que alguna vez usemos nuestra mística en algo tan valioso como terminar con el hambre del prójimo, que alguna vez hagamos algo tan épico que nos reconforte como seres humanos, no que reconforte nuestros bolsillos.  

Empresarios

En la apertura del almuerzo el titular de AEA, Jaime Campos, agradeció “muy especialmente” la presencia del presidente. “Valoramos muy particularmente que a solo ocho días de su asunción haya tenido disposición a reunirse con un grupo de empresarios comprometidos con la actividad productiva del país”, dijo Campos.

En coincidencia con Fernández consideró que “la situación requiere de todos los sectores” por lo que destacó el diálogo como vehículo para “encontrar vías para poner en marcha el país. En AEA compartimos su juicio de que una macro ordenada es necesaria para el desarrollo y todo avance en ese sentido es central para la confianza y reglas de juego para las reglas de juego del sector privado” señaló el empresario.

Por último afirmó que “puede contar con nuestra institución como asociación de empresarios que quieren una Argentina ordenada. Esta reunión oportunidad”, finalizó.

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