Los ajustes llegan también a Uruguay, ante el riesgo de un estancamiento

Los ajustes llegan también a Uruguay, ante el riesgo de un estancamiento

En la línea de Brasil y la Argentina, el ministro de Economía anunciará hoy una serie de recortes y aumentos de impuestos; quieren mantener el grado de inversión

Por Nelson Fernández

MONTEVIDEO.- En menor magnitud y con un enfoque distinto, Uruguay se suma a partir de hoy a los ajustes que están implementando sus dos grandes vecinos, la Argentina y Brasil. El gobierno uruguayo viene destacando que el país ha estado "desacoplado" de la región, pero ahora el estancamiento económico lo obliga a ajustar sus cuentas.

El gobierno de Tabaré Vázquez anunciará hoy una suba de impuestos y una baja del gasto público para evitar un deterioro fiscal que se genera por la nueva fase económica, que es de cierto estancamiento de la producción y el consumo.

El presidente instruyó al ministro de Economía, Danilo Astori, para que exponga los lineamientos del plan fiscal ante los dirigentes de los sectores que forman el Frente Amplio. Hoy, a media tarde, Astori lo comunicará al país desde la Casa de Gobierno.

Eso no impide que el discurso del gobierno uruguayo siga siendo de marcar diferencias con la Argentina y Brasil, sus dos principales socios de la región. El argumento es que el ajuste en este país es preventivo y no por haber caído en una crisis, sino para evitarla.

El ex presidente José Mujica, principal senador del oficialismo, pero enfrentado a Astori en la interna partidaria, adelantó que apoyará las medidas económicas aunque no esté de acuerdo. Fue su forma de mostrar respaldo y al mismo tiempo dejar el costo político de la responsabilidad del ajuste al eje Vázquez-Astori.

Al Frente Amplio lo preocupa la eventual crítica de los partidos Nacional y Colorado, a los que la izquierda siempre cuestionó con dureza por aplicar ajustes fiscales.

En la memoria colectiva están los ajustes fiscales del blanco Luis Lacalle, en 1990, y de los colorados Julio María Sanguinetti, en 1994, y Jorge Batlle, en 2002.

Uruguay no está en crisis ahora, pero la desaceleración del año pasado se convierte en estancamiento para este año, y las perspectivas que maneja el gobierno es que se mantendrá así hasta mediados de 2018.

Ahora, Tabaré y Astori se inclinaron por aumentar impuestos a la renta (sueldos entre otros) y no al consumo, de manera de hacer pagar el costo "a los que ganan más" y proteger a los que ganan menos. También habrá recorte de gastos (no del área social) y una reforma de la Caja Militar, que es muy deficitaria.

El 1° de marzo, en su mensaje del primer año de mandato, Tabaré había dicho que se proponía "en primer lugar, trabajar fuertemente para no perder el grado inversor", porque ése es "el activo financiero intangible más importante que tiene Uruguay".

En ese discurso, el presidente advirtió que perder esa calificación de las agencias generaría "impactos indirectos sobre el sector real de la economía muy negativos".

Uruguay tiene un déficit fiscal de 3,6% del PBI, aunque la tendencia lleva ese saldo rojo a cuatro puntos del producto o un poco más si no se aplican correctivos, de acuerdo con lo que manejan los técnicos del gobierno.

"La confianza en el país se vería afectada y, con ello, la inversión extrajera directa, la cual ha sido uno de los pilares del crecimiento de los últimos años", dijo el presidente, para destacar la importancia de cuidar el grado inversor.

En una semana, Tabaré reunió tres veces al Consejo de Ministros para que Astori explicara la situación económica y fiscal, y el plan de ajuste.

La economía uruguaya vivió una bonanza inédita entre el último tramo del gobierno de Batlle y los dos gobiernos frentistas de Tabaré y Mujica. Pero el escenario externo cambió y el gobierno de Mujica dejó un déficit elevado cuando cedió el poder a Tabaré.

El año pasado, el PBI tuvo una desaceleración significativa y la economía aumentó sólo 1%. Para peor, la encuesta entre analistas privados que publicó el Banco Central la semana pasada dio una proyección de crecimiento para 2016 de apenas 0,33%.

Las exportaciones fueron en alza, hasta llegar al récord histórico en 2014, pero el año pasado cayeron 16% y este año llevan hasta abril una caída interanual del 21%. La producción industrial del primer trimestre dio un aumento de 1,7% respecto de un año atrás, pero si se quitan las tres plantas de zonas francas, dos de las cuales son las de celulosa, el núcleo manufacturero cayó 3,4%. Y el personal ocupado en la industria se contrajo 7% en enero-marzo, y las horas trabajadas cayeron 9%.

Todo eso golpea en el fisco, por el impacto negativo en la recaudación de impuestos y los aportes sociales, y por los mayores gastos de subsidios a desempleo y otras demandas de asistencia.

"Necesitamos corregir algunos desequilibrios macroeconómicos que tiene el país, por lo tanto esta instancia presupuestal refiere a la corrección del desequilibrio de las cuentas públicas y que nos proponemos mejorar con medidas como las que va a contener el proyecto de rendición de cuentas", explicó Astori. El proyecto presupuestal debe ser enviado en junio al Parlamento, pero Tabaré quiere tenerlo acordado y dar un mensaje a las agencias que estos días revisan los datos de Uruguay para una evaluación de nota.

Del editor: cómo sigue. El Frente Amplio está mostrando una flexibilidad poco habitual en otros paridos de izquierda que gobernaron en la región.

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