El ajuste entra en la etapa más dura: la pérdida de empleos

El ajuste entra en la etapa más dura: la pérdida de empleos
El ajuste que comenzó a principios de año en la economía argentina, con devaluación, suba de tasas y quita de subsidios, ahora está en las puertas de su peor parte: la pérdida de empleos.

Para agregar más leña al fuego se suman otros dos problemas. El primero tiene que ver con la menor demanda de Brasil, dado que el principal socio comercial del país crece mucho menos de lo deseado. El segundo inconveniente está atado a la falta de dólares de la Argentina, situación que el Gobierno intenta resolver con el freno a la importación, entre otras medidas.

La industria automotriz y la del calzado son dos buenos ejemplos de cómo bajar la teoría a la realidad. Después de dos años récord de producción y ventas, ahora se fabrican menos autos (Brasil compra menos es verdad, pero también se venden menos en la Argentina) y tal situación pone en riesgo cientos de empleos en el sector.

El miércoles pasado, el sindicato de Smata reconoció que negocia con la alemana Volkswagen un acuerdo de emergencia para evitar la pérdida de 700 puestos de trabajo en la planta de General Pacheco. Pero lo que ocurre en Volkswagen es sólo una muestra de lo que está sucediendo en la industria. Además, si a Volkswagen le sobran 700 empleados, las autopartistas que dependen en gran medida de la automotriz, tal vez tienen un problema mayor. De hecho, en la fabricación de un auto, el costo laboral es de 4% aproximadamente, pero en una autopartista, el costo de la mano de obra puede alcanzar el 50%.

La industria del calzado, que comenzó a resurgir después de la devaluación de 2002, ahora prendió una luz de alarma. En este caso los problemas vienen por el freno a las importaciones. Asics, Pony y Signia, tres marcas que fabrican modelos en la Argentina de la mano del ex Alpargatas, Guillermo Gotelli, están adelantando vacaciones por falta de insumos para producir.

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